Pulso Sindical Diario – 06 Junio 2020
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«..Mi abuelo y mi padre murieron por la justicia, yo pienso que esa señora los jacales no visita..»
Amparo Ochoa
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Seamos claros, los contratos a honorarios no existen. Si una persona presta servicios a otra por un largo tiempo se instala una situación de dependencia, más aún si hay jefaturas y espacios comunes. Lo que sucede es que el sistema instala costumbres insanas que son aceptadas por los trabajadores y permiten el abuso indiscriminado. Se trata de toda una estructura, en la que juegan un rol determinante las boletas de honorarios, boletas que ciertamente se deben entregar por trabajos esporádicos o una labor determinada, pero en ningún caso pueden ser otorgadas por labores que se cumplen en un mismo lugar por años y años.
Puede que el nombre de Cecilia Toro no diga mucho, pero si a su nombre agregamos el hecho de que trabajó por 11 años para la ANID (Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo) entregando boletas de honorarios las cosas se aclaran.
Bueno, Cecilia es presidenta del sindicato de trabajadores/as a honorarios de la AIND y fue despedida arbitrariamente, maltratada verbal y psíquicamente mientras retiraba sus pertenencias. Ella deberá iniciar un largo juicio, con un resultado incierto, toda vez que la maldita figura del trabajador a honorarios está instalada en toda la administración pública.Nuevamente los derechos humanos en su más amplia extensión son violados descaradamente y por un gobierno que, al igual que los anteriores, se jacta de respetar los derechos de los trabajadores.
Contratos de trabajo con todos los derechos asociados, para hombres y mujeres en la administración pública y las empresas privadas es lo que demandamos, para que no se produzcan hechos como el que ha afectado a Cecilia Toro.
2.- Llevamos semanas, meses y años, machacando con esto de los derechos irrenunciables de quienes prestan servicios a un empleador, partiendo ciertamente con el contrato.
Por décadas los trabajadores han creído a pie juntillas las mentiras mas absurdas de su patrón, y solo han comenzado a abrir los ojos ante el maltrato evidente al que vienen siendo sometidos, desde el estallido social y la posterior pandemia.
Los patrones van a abusar siempre de los trabajadores y estos solo pueden responder con organización. Está probado con creces que el patrón generoso y comprensivo no existe, salvo contadas excepciones que han quedado a la vista en estos tiempos duros. Lo común es que la organización y la lucha entreguen lo que es de justicia.
Volveremos con más fuerza que antes a demandar nuestros derechos, partiendo por el pago mensual de locomocion y colación.
Manuel Humberto Ahumada Lillo Presidente Central Clasista de Trabajadoras y Trabajadores Secretario CGT CHILE |