Claudia Carvajal G. / Resumen Latinoamericano / 2 de marzo de 2020
El analista económico responde a los dichos del primer Mandatario quien aseguró que el bajo crecimiento se debe a la crisis social. «Los países con desigualdades más grandes de poder e ingresos, comienzan a crecer a tasas más bajas y no logran sustentar sus tasas de crecimiento en el mediano o largo plazo, dice Kremerman.
Este lunes, el Banco Central informó de la cifra del Indicador Mensual de Crecimiento Económico correspondiente al mes de enero del año en curso, el que alcanzó el 1, 5 por ciento. El dato se transforma en el mejor desempeño desde octubre de 2019.
Conocidas las cifras, el Presidente de la República expresó a través de Twitter su conformidad respecto del crecimiento durante el primer mes del año. “Tras dos duros meses nuestra economía volvió a crecer en diciembre”, haciendo relación a la contracción económica durante octubre y noviembre y cómo esta habría estado causada por las movilizaciones sociales.
En ese sentido, Marco Kremerman, economista de Fundación Sol refutó los dichos del Primer Mandatario y expresó que las malas cifras de crecimiento económico venían desde antes del llamado estallido social, por lo tanto, este no incide directamente con el mal desempeño.
“Eso es un análisis y una información absolutamente falsa. El año 2018, la economía chilena creció un 4%, sin embargo, en septiembre de 2019 se proyectaba un crecimiento de, a lo sumo un 2 %, eso es una desaceleración bastante importante y que terminó en un crecimiento final en torno a un 1 o 1,1% a raíz de una semiparalización de la economía en el último trimestre. La pregunta es por qué, si en 2018 la economía chilena creció al 4%, el crecimiento proyectado antes de octubre era del 2%. Eso tiene que ver con los fundamentos de nuestra economía, que no solo abarca la inflación, las cuentas fiscales y las clásicas cifras macroeconómicas, lo que se conoce como las fachadas de una casa, sino que tiene que ver con como se vive dentro de una casa” .
El Licenciado en Ciencias Económicas y Administrativas de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y Máster en Políticas del Trabajo y Relaciones Laborales se refirió a los análisis y publicaciones realizadas por el mismo Fondo Monetario internacional (FMI), órgano que ha señalado reiteradamente que “los países con desigualdades más grandes de poder e ingresos, comienzan a crecer a tasas más bajas y no logran sustentar sus tasas de crecimiento en el mediano o largo plazo. Eso se observa con claridad en las cifras de crecimiento en Chile, en las de empleo, que no se ha movido en parámetros importantes en los últimos diez años, pero debido a que tenemos una forma distinta de medir el desempleo. Si se incorpora un contingente como los subempleados o las personas que trabajan jornada parcial, pero no por opción, sino porque la economía no les brinda un trabajo de más horas, son 850 mil personas que se agregan a los más de 700 mil desempleados, entonces tenemos un millón 600 mil personas con importantes problemas de desempleo en Chile”.
“El vincular el bajo crecimiento al 18 de octubre que es un problema político puntual de no hacer cambios profundos ni enfrentar las demandas sociales es dejar de lado que hay un problema con el modelo de desarrollo chileno que se arrastra hace décadas”, agregó Kremerman.
El experto de Fundación Sol analizó también las razones que hay detrás de la referencia del Presidente al estallido social como causa del mal desempeño económico. “Da cuenta de la enorme desconexión entre los grupos de poder y la sociedad. En primer lugar, quienes son los principales ganadores del modelo chileno son los grupos económicos y sus subalternos que, sin duda, no van a querer cambiar un ápice de las estructuras que han permitido esos niveles de acumulación, porque sería renunciar a las tasas de ganancia gigantescas que se han dado en Chile durante los últimos 40 años. Por otro lado, ha habido una pésima lectura de la situación actual que tiene que ver con no hacerse cargo de las creaciones propias y que abarca también a los personeros de la ex Concertación que firmaron la carta sin reconocer las graves falencias del modelo. No puede ser que solo consideren la baja en la pobreza general, porque hay otros indicadores que son más complejos que demuestran cómo esa pobreza general está absolutamente atravesada por una vulnerabilidad profunda. Ello significa reconocer de que todo lo que hicieron tienen una fisura importante y eso va a ser muy difícil porque compromete sus propias conductas en las últimas décadas. Hay que entender que el crecimiento no puede ser un fin en sí mismo“, concluyó Marco Kremerman.
Hacienda mantiene como proyección para el 2020 que Chile crezca a razón de un 1,3 por ciento. En tanto, el Banco Central anunció que la cifra de PIB 2019, junto a las revisiones al primer, segundo y tercer trimestre, se informarán el 18 de marzo.
Ahora bien, «crecer» un 1,3 por ciento del PIB (concepto cuestionado latamente a nivel planetario), es en la realidad estancamiento y depresión económica.
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