por El Porteño
Con grandes marchas culminó una importante jornada de lucha de los trabajadores. Tras la convocatoria de la CUT se unió un amplio espectro de reclamos de la población trabajadora, ello a pesar de que la Central hizo muy poco para convocar a la movilización, poniendo de manifiesto que su directiva no está interesada en transformarse en un efectivo referente de lucha, más allá de la coyuntura.
El 11 de abril, un verdadero 11A, terminó de confirmar la gran disposición de lucha de amplias masas de trabajadoras y trabajadores que salieron a las calles a decirle a Piñera, el gran empresariado y el pinochetismo que estamos dispuestos a dar la pelea y que los planes patronales de Piñera habrán de ser derrotados con movilización.
En Valparaíso desde las históricas jornadas de lucha de los portuarios, que removieron años de pasividad, las importantes movilizaciones de jóvenes, ambientalistas y coronadas con la inigualable marcha feminista, que superó en cantidad y convocatoria a las restantes.
Todo esta demostración de furia contra la situación por la que está haciendo pasar el gobierno de Piñera fue unificada en la convocatoria de la CUT. La voluntad de salir a luchar e impedir los planes de este gobierno de los grandes capitalistas chilenos, los trabajadores la hemos demostrado una vez mas. Solo faltaba una convocatoria que unificara el malestar generalizado.
A la CUT no le quedó otro camino, asumiendo por un momento su rol, que reunir a los sindicatos y hacer la jornada del 11/A. En el balance de las movilizaciones de este día vemos que superaron las expectativas de propios y extraños.
Las contrarreformas laboral y tributarias, se suman al fortalecimiento de las AFP y un saqueo sin precedentes al bolsillo de la mayoría nacional, como ha quedado de manifiesto con el fraude de los medidores inteligentes de electricidad y con el millonario arreglo de la familia Chadwick a propósito del impresentable cambio de nombre de Transantiago a Red, a un costo al erario nacional de casi un millón de dólares. Son miles de estudiantes a los que Piñera ha privado de acceso a la gratuidad y los ha forzado a endeudarse nuevamente con la banca: nueva contrarreforma educacional. Piñera está desatado.
Esta gran jornada, viene a poner un freno a las aspiraciones del elenco gobernante. Pero seguramente con esto no alcanza, es necesario que se vote un plan de lucha que le dé continuidad.
Acá nuevamente el problema es el de la unidad. La unidad que debaten los parlamentarios es una unidad institucional que -como quedó demostrado con la DC esta semana- sólo anticipa derrotas. Ni el PC, ni el PS ni el enjambre del Frente Amplio, han sido capaces de disponerse a forjar la unidad en la movilización que es el terreno en que Piñera puede ser derrotado.
La idea de un gran frente de unidad que vaya de la DC, radicales, PPD, PS, PC, PRO y Frente Amplio, es meramente nominal, porque en la práctica desde estas tiendas nada se hace para potenciar una salida movilizada. Muy por el contrario, los delicados e impotentes acuerdos parlamentarios, lo único que hacen es contribuir a dividir a los trabajadores, debilitar sus movilizaciones y hacerlos presa de la política piñerista.
Sin embargo, los miles que se movilizaron unitariamente en todo el país ante el llamado de la CUT dan una poderosa señal. El movimiento feminista, los ambientalistas, Zonas de Sacrificio, ANEF, No +AFP, TPP1, DDHH, los portuarios de Valparaíso, entre otros, encontraron canal de participación unificado. Este es el principal balance de la jornada de ayer.
Adicionalmente pone de manifiesto que la CUT, aún burocrática, controlada por los aparatos partidarios y con una sistemática política de colaboración con los patrones, aún con este prontuario, sigue siendo la principal referencia para los trabajadores en nuestro país.
En Valparaíso debemos destacar la Coordinadora de Trabajadores de la Corporación Municipal (CORMUVAL), sus más de 6000 trabajadores fueron columna vertebral del movimiento paralizando los Consultorios y diversos servicios municipales. Los 22 discriminados del movimiento portuario, tuvieron un lugar especial igualmente, en esta lucha.
Estos hechos, más que la justa indignación que provoca la conducción de Bárbara Figueroa y sus amigos, obligan a pelear por recuperar la CUT par las bases obreras. Los trabajadores se dan cita a movilizarse porque ven -a pesar de las traiciones- en esta bandera el lugar propio para la clase. Esto obliga al activismo de izquierda que se reclama de la clase obrera y de la revolución socialista, a volcarse a reconstruir las organizaciones de trabajadores, poniéndolas al servicio de las bases, recuperando además la conducción de la CUT para los trabajadores.
Los referentes alternativos, algunos extraordinariamente progresivos, como la que han conformado los compañeros de la Central Clasista de Trabajadores (CCTT), deben observar atentamente el fenómeno del 11 de abril. Hay, en el proceso de recuperación de la CUT, espacio para todos los referentes de trabajadores. Es necesaria la inmediata convocatoria a plenarios de trabajadoras y trabajadores, en todas las ramas de producción y servicios, organizaciones estudiantiles y poblacionales. Es el momento de realizar asambleas en los lugares de trabajo, para resolver entre todos un plan de lucha y preparar un paro nacional. A Piñera lo tenemos que voltear.
(Tomado de El Porteño)