Grecia 27 de julio de 2018
Reporteros de Xekinima (CIT en Grecia) Forest fire burns on the island of Zakynthos in Greece, 2007 (photo Carl Osbourn)
Imagen: Bosque en llamas en la isla de Zakynthos en Grecia, 2007 (foto Carl Osbourn)
Más de 80 muertes, incluidos niños y bebés, y más de 150 heridos. Decenas de personas quedaron sin hogar y una destrucción incalculable de bosques y tierras forestales. Esto es, hasta ahora, el resultado de los grandes incendios que tuvieron lugar en Ática. El número de víctimas puede aumentar a medida que los cuerpos son arrastrados a las playas, personas que intentaron salvarse saltando al mar. Y todavía no se sabe cuántas personas se encerraron en sus casas y no pudieron escapar.
En una tarde, al menos tres grandes incendios se declararon en Ática, y quince incendios, en total, en todo el país. Las dimensiones de esta tragedia recuerdan los incendios en 2007, cuando decenas de personas murieron y muchos bosques se quemaron en el Peloponeso y Parnitha.
Este número simultáneo de incendios en el área de Ática, cuando hubo temperaturas muy altas y vientos fuertes, y los lugares y momentos en que comenzaron estos incendios, hacen que la gente pregunte qué causó tal daño. Una de las áreas afectadas, Kineta, está al pie de las montañas Yerania, donde había planes para establecer una mina de bauxita. La solicitud de autorización de la mina fue rechazada en 2017, debido a la resistencia de los habitantes de la zona y por parte de las autoridades para la protección de los bosques de Yerania. La destrucción de gran parte de este bosque ciertamente beneficiará a la compañía minera.
El gobierno ya habla, directa o indirectamente, de un incendio provocado. El primer ministro Tsipras habla de un «fenómeno asimétrico». Pero la pregunta realmente debería ser: ¿esta tragedia se produce solo como resultado de que algunas personas, por el motivo que sea, provoquen incendios? ¿Puede el gobierno justificar la magnitud del daño alegando que es un «fenómeno asimétrico»? La verdadera pregunta, seguramente, debería ser: ¿qué está haciendo el gobierno para proteger al país y sus bosques de tales amenazas?
Independientemente de lo que se demuestre más adelante, existe una realidad innegable: las deficiencias y los recortes de presupuesto sufridos tanto por los bomberos como por el Servicio Forestal, tanto en recursos humanos como en materiales. Esto ha significado que la respuesta de lucha contra incendios enfrenta más dificultades, si no una situación imposible.
En 2007, los bomberos protestaron que el 29% de los puestos en el departamento de bomberos no estaban cubiertos. También dijeron que gran parte de sus equipos y materiales de extinción de incendios estaban obsoletos y defectuosos. Durante los últimos grandes incendios, en 2007, los vehículos de extinción de incendios fueron dañados en el camino para extinguir los incendios, las mangueras de agua tenían agujeros en ellos, y había una falta de equipo de protección personal para los bomberos.
Austeridad
Once años más tarde y después de varios «memorandos» de austeridad impuestos por la Troika*, la situación es aún peor. Cada año, el presupuesto del departamento de bomberos enfrenta nuevos recortes.
Por catastrófica que sea esta situación, vale la pena mencionar, sin embargo, un aspecto mucho más esperanzador; la gran solidaridad y voluntad de ayudar que demostraron cientos de personas; los equipos de voluntarios de protección forestal, a quienes el Estado no proporcionó nada, que se formaron para ayudar a extinguir los incendios junto a los bomberos y los guardabosques. Se hicieron llamadas en las redes sociales para obtener recursos para atender a los afectados por los incendios, y la respuesta fue masiva. Los médicos se ofrecieron como voluntarios para atender a los heridos, y los veterinarios y activistas de bienestar animal cuidan y atienden a los animales domésticos y salvajes.
A partir de esta ola de solidaridad, debemos, poco a poco, recuperar nuestra fuerza colectiva e ingresar de nuevo en la lucha para poner fin a las políticas que han llevado a esta tragedia; transformando por completo un sistema que pone las ganancias de los bancos y las grandes empresas por encima de nuestras vidas y el medio ambiente.
* Tríada formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.