Información para las y los lectores: en este artículo no pretende discutir la programación de TVN., y menos aún calificarla. Nuestra intención, es comenzar a dar una discusión política e ideológica con respecto a los bienes públicos y privados. Muchas gracias.
Cada cierta cantidad de años se presentan a la opinión pública los serios problemas de financiamiento que tiene la señal televisiva de Televisión Nacional de Chile, más conocida como TVN. Es así como en noviembre de 2017 El Mercurio en su sección Economía y Negocios informaba que: “Televisión Nacional de Chile (TVN) registró pérdidas por unos $5.422 millones durante enero-septiembre de 2017.
Esta cifra, que será reportada hoy a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), se compara positivamente con las mermas por $9.859 millones obtenidas durante igual ejercicio del año anterior 1 ”. La noticia continua exponiendo que “en ventas, la señal estatal alcanzó durante los primeros nueve meses del año aproximadamente los $38 mil millones, cifra 15,9% mayor en comparación con los $32.777 millones logrados en los primeros nueve meses de 2016”. La noticia se presentó en el marco de la discusión que se estaba dando en el congreso respecto su financiamiento, producto que el ente legislativo debía aprobar recursos para su “capitalización”, por un monto de $47 millones de dólares.
Tanto la información así como el marco de la discusión sobre los problemas económicos de TVN, aseguran que esta empresa no tiene la capacidad de autofinanciarse, hecho que se podría explicar por su calidad de ser una empresa estatal, y producto de dicha condición no es rentable. Los problemas económicos de esta empresa son demonizados, ya que la información la presentan
intencionando la creación de una opinión pública negativa hacia el canal, pues dan a entender que esta es una carga para el Estado, y que a pesar de los diversos aportes que realizan los sucesivos gobiernos este canal sigue siendo incapaz de autofinanciarse.
La demonización de la situación del cómo se encuentra TVN, se enmarca en una visión ideológica específica, que establece en primer lugar que las “empresas deben ser privadas”, por lo tanto, estas deben tener un único objetivo cual es “obtener ganancias”, “ser lucrativas” y “enriquecer a sus propietarios”. Si las empresas no cumplen con estas premisas, no sirven y son un fracaso. En
segundo lugar, esta postura ideológica establece que el “Estado NO debe participar del proceso económico”, por lo tanto, no debe tener empresas. La explicación asociada a esta premisa es que el Estado es burocrático e ineficiente, por lo que no tiene las capacidades para satisfacer las exigencias del mercado.
Efectivamente el Estado es un ente burocrático, y también este no debe satisfacer las exigencias del mercado, ya que su función es retribuir a la población general un conjunto de derechos y beneficios acción que es el resultado del cumplimiento de las obligaciones de sus ciudadanos. Esto puede hacerle ruido a más de alguna persona, pero es real y concreto, y para explicarlo
iniciaremos por el final, el que hace referencia al cumplimiento de los deberes y obligaciones de las y los ciudadanos, lo expondremos de esta forma ya que existe una visión y percepción generalizada de que se solicitan derechos pero no se cumple con las obligaciones.
Efectivamente las y los ciudadanos cumplen metódica y sistemáticamente con sus obligaciones, es así como nosotros cumplimos con las normas establecidas y la legislación vigente, acción que se expresa de múltiples formas, pero la más relevante es que de una u otra forma participamos de los procesos productivos y económicos, ya sea produciendo riqueza y pagando impuestos. En este punto no debeos olvidar que el financiamiento del Estado se realiza en un 76% a través del pago de impuestos. En un segundo plano, las y los ciudadanos cumplimos con las reglas y leyes, de esta forma mayoritariamente respetamos las normas del tránsito, no robamos, no asesinamos, asistimos a los colegios y liceos o sea nos educamos. Lo expuesto en las líneas anteriores son algunas de las obligaciones asociadas a la obtención de derechos en un marco general de la acción social.
Ahora bien, si las y los ciudadanos cumplimos mayoritariamente con nuestras obligaciones, tenemos por lo tanto, el derecho de exigir por ejemplo ser informados por un medio de comunicación que es financiado por la riqueza que produce nuestro trabajo y nuestros impuestos, la que es en este caso Televisión Nacional de Chile o TVN. Efectivamente estamos estableciendo que la señal televisiva estatal es un derecho adquirido, y producto de esto es que este canal no debería tener problemas de financiamiento, ya que su función principal es informar, entretener y educar a nuestro pueblo, por lo mismo, cualquier gasto o costo asociado a esta misión en ningún caso es una perdida, todo lo contrario, es inversión social (para exponerlo en el mismo lenguaje
económico).
Lo expuesto hasta el momento es la discusión histórica sobre lo público y lo privado, cuestión que paradójicamente no se presenta al momento de establecer que TVN., es un saco roto y que producto de lo mismo esta debe ser constantemente refinanciada. Lo que nos interesa específicamente en este artículo, es dejar claramente establecido que toda acción pública al igual que las empresas públicas “no pueden tener pérdidas económicas, por lo tanto, ellas en ningún caso son deficitarias”, ya que estas no tiene como objetivo competir en el mercado, tampoco tienen
como finalidad obtener ganancias o enriquecer a un empresario en particular, todo lo contrario, son entidades que están al servicio de la población, y todo gasto que estas realicen, son en beneficio de las y los ciudadanos del país, que al mismo tiempo son sus propietarios, ya que nosotros somos los que constituimos la patria así como también el mismo Estado. No debemos olvidad que la patria no es un pedazo de tierra, es su pueblo, y el Estado no puede tener existencia sin una nación organizada.
La pregunta que se nos presenta frente a lo expuesto es ¿por qué se acusa periódicamente a Televisión Nacional de Chile de ser incapaz de autofinanciarse?, en realidad hay diversas respuestas a esta pregunta la más sencilla y fácil es asegurar que dichos ataque y descalificaciones a la señal estatal tiene la finalidad de privatizarla, hecho que es muy factible. Una segunda respuesta que es muy sencilla, es que los empresarios están cansados de que el Estado entregue grandes cantidades de recursos económicos a una empresa estatal en desmedro de las señales televisivas privadas, en otras palabras, los propietarios de los canales privados están buscando que se les aumente el nivel de subsidio a sus señales televisivas, esto bajo el argumento que ellos también cumplen una función pública al igual que TVN. Una tercera respuesta, que ya fue expuesta con anterioridad, es que esta una empresa estatal y solo por este hecho se le califica como burocrática e ineficiente, producto de esto se transforma en una carga permanente para los gobiernos.
Las tres respuesta a la pregunta tienen una carga ideológica determinada y específica, las que apuntan específicamente a que lo privado siempre es mejor que lo público, cuestión que es muy fácil de rebatir, más aún cuando lo que persiguen las críticas a TVN., no es más que buscar mecanismos que le permitan a los empresarios obtener más recursos económicos del mismo Estado, bajo la premisa de que “sus empresas cumplen una función pública”.
La calificación de que el Estado es burocrático, es indiscutible, ya que esa es una de sus funciones, pero al mismo tiempo, no se puede negar que todas las empresas “privadas” también son burocráticas, ya que sin el poder del papel o “documento”, estas tampoco podrían funcionar. En este contexto la letra escrita es fundamental para el desarrollo de todas las sociedades, sin este no podría existir la historia, la contabilidad, la economía, las ciencias y todo el conocimiento acumulado de la humanidad, por lo tanto, la burocracia o el “poder del papel” es básico y fundamental para el que hacer social.
Con respecto a que el Estado es ineficiente, también esta es una calificación injusta, más aún cuando la empresa privada nacional depende de los aportes que le hace el mismo Estado. Efectivamente, el Estado neoliberal le entrega a los empresarios grandes cantidades del dinero de nuestros impuestos vía subsidio, por ejemplo al transporte público y privado, a las ISAPRES, a la
contratación de jóvenes entre 18 y 35 años y a las AFP., entre otras, además es el Estado el que sale al rescate de los empresarios cuando estos enfrentan alguna crisis económica, si no nos creen pregúntenle a los dueños de los bancos nacionales, a los dueños de El Mercurio y La Tercera, a los exportadores de frutas, todos ellos han sido salvados de la ruina por este Estado ineficiente.
A pesar de lo anterior, cuando la población general reacciona negativamente frente a la noticia de que TVN., es una empresa que no obtiene ganancias, significa que las y los ciudadanos han normalizado que las empresas, independientemente de su condición de propiedad, tienen un solo objetivo cual es enriquecer a sus propietarios, por lo mismo, esta misma población asume que
dicha empresa debe cerrar o ser vendida, y si esto ocurriera sería lo más natural y lógico. Si la población asume que esto es correcto, debemos asumir que esta tiene una postura ideológica de derecha, por lo mismo no tiene ningún problema en aceptar que los empresarios cumplen con un rol público determinante, por lo mismo, ellos deben seguir recibiendo recursos del Estado, o sea seguir siendo financiados con nuestro impuestos.
La función “social y pública” del rol que cumplen los empresarios y su empresa privada, es un hecho totalmente instalado en la mente de nuestra nación, por lo mismo ya no se puede discutir la premisa que asegura que “los problemas sociales deben ser solucionados por los privados, es decir por los empresarios”. De esta forma, y como todos saben, la educación está en manos de los privados, al igual que la salud, la vivienda, las pensiones, las carreteras, las cárceles y la seguridad, por lo mismo no nos debería sorprender que toda la televisión estuviera en manos de los empresarios.
Para finalizar, es importante destacar un elemento central, cual es que la discusión de lo “público y lo privado” forma parte de la lucha ideológica, en la que debe participar abiertamente las fuerzas de la izquierda marxista, ya que estas no deben quedar al margen, más aún cuando, esta discusión determina quién es responsable de dar solución a “los problemas sociales”. Si las fuerzas
revolucionarias no asumen esta responsabilidad, están adjudicando de hecho que los responsables de dar respuesta a la pobreza y la desigualdad son los mismos que la provocan, los empresarios.
Mario Paz Montecinos
Secretario General de Los Hijos de Mafalda