Izquierda Revolucionaria, Catalunya.
¡En defensa de la democracia y la libertad de la juventud y el pueblo de Catalunya!
¡Basta de represión franquista! ¡Fuera el 155!
Catalunya vive hoy un auténtico estado de excepción franquista, en el que la soberanía popular ha sido suprimida por decisión del PP, Ciudadanos y los dirigentes del PSOE, y de un aparato del Estado heredado directamente de la dictadura.
Los encarcelamientos de los Jordis, de los consellers del govern, el exilio de Anna Gabriel y Marta Rovira, el arresto en Alemania de Carles Puigdemont, los juicios contra profesores y jóvenes por sus ideas, y la campaña brutal de criminalización contra los CDR y los movimientos sociales, representan un giro autoritario sin precedentes. Esta oleada represiva de los tribunales al servicio del PP, han puesto de manifiesto que el bloque del 155 no acepta los resultados del 21D y el derecho legítimo del pueblo catalán a decidir su futuro.
Hoy más que nunca es necesario que alcemos nuestra voz para evitar que nos devuelvan a los tiempos de la dictadura.
Lo llaman democracia y no lo es
El señor Rajoy, acosado por las protestas masivas de los pensionistas y por la huelga general feminista del pasado 8 de marzo, tiene enormes dificultades para enfrentarse a un descontento creciente que amenaza con transformarse en un nuevo estallido social. Es evidente que el gobierno del PP y el aparato del Estado han decidido una huida hacia delante para amordazar a todo un pueblo.
Lo llaman democracia pero no lo es. Es un escándalo que dirigentes del PP que cantan con orgullo ante un desfile de legionarios “soy el novio de la muerte”, como el portavoz de gobierno y Ministro de Educación Iñigo Méndez de Vigo, pretendan darnos lecciones de democracia. Ellos, que no se recatan en exaltar los himnos y símbolos del franquismo, que pretenden españolizarnos a porrazo limpio, que han diseñado una nueva asignatura para ensalzar al ejército y la monarquía, son lo que supuestamente velan por el llamado “Estado de derecho”. No, no es un “Estado de derecho” sino de derechas, que ampara la corrupción y añora la dictadura.
El montaje judicial diseñado para aplastar la voluntad democrática expresada en el referéndum del 1 de octubre (que otorgó 2.100.000 votos a la república catalana, más de los que obtuvo el Estatut de Catalunya en el referéndum de 2006), ha sido denunciado por decenas de juristas y por la comisión de derechos humanos de la ONU y Amnistía Internacional. Pero esta farsa, impulsada por el mismo partido que sacó tan sólo 4 diputados en las elecciones del 21D, forma parte de un ataque de mucho más calado, que va más allá del movimiento independentista. ¡Es un ataque contra los trabajadores y la juventud, independentista y no independentista, dentro y fuera de Catalunya!
Los ataques a la libertad de expresión han llegado a tal punto que se encarcelan a jóvenes y sindicalistas como Alfón o Andrés Bódalo, a raperos que denuncian en sus canciones a la monarquía, como es el caso de Valtonyc o Pablo Hassel, se secuestran libros y revistas, y se censuran obras de arte. Por supuesto, las agresiones salvajes de los fascistas quedan impunes, igual que las tropelías de los cargos corruptos del PP que se lucran a manos llenas, o los familiares del rey como Iñaki Urdangarín.
No nos van a engañar. Sabemos muy bien que con los mismos argumentos que hoy encarcelan a dirigentes independentistas se puede enviar a prisión a los que organicen huelgas estudiantiles, a los que movilicen a los pensionistas, a las organizadoras de la huelga feminista, a los activistas de la PAH y a todo aquel que alce la voz para denunciar sus recortes, su corrupción y su autoritarismo. ¡No lo podemos permitir!
¡A las calles y a la huelga general y estudiantil el 26 de abril!
La respuesta inmediata de cientos de miles de ciudadanos, trabajadores y jóvenes tras los últimos encarcelamientos y la nueva oleada represiva ha sido ejemplar. A pesar de la brutales cargas de los Mossos —que sumadas a la del 1 de octubre de la policía y la Guardia Civil se ha cobrado más de 1.200 heridos— todas las movilizaciones han mostrando una firme decisión por defender nuestras libertades y no ceder ni un paso ante quienes quieren suprimirlas.
Ha quedado claro que no vamos a conseguir la libertad y la democracia en ningún Parlament tutelado por un Estado centralista que sigue dominado por franquistas. ¡Sólo podemos lograrlo con la lucha, como lo hicieron nuestros padres y abuelos en los años setenta!
Desde el Sindicat d’ Estudiants lo tenemos muy claro. ¡No queremos vivir amordazados por quienes nos recortan, nos roban y nos condenan a la precariedad y al paro! ¡Queremos ser libres! Por eso convocamos a todos los estudiantes de Catalunya a la huelga general estudiantil el próximo 26 de abril, a vaciar las aulas y llenar masivamente las calles en defensa de la democracia y la libertad para la juventud y el pueblo catalán, por la derogación del artículo 155, por la libertad de todos los presos políticos y el fin de los procesamientos, por la república del pueblo y contra la criminalización de las ideas y los movimientos sociales. Llamamos a todas las organizaciones de profesores, de padres y madres de alumnos, y a los compañeros y compañeras del SEPC, a convocar unitariamente esta huelga, porque la unidad en la lucha es la mejor manera de defender nuestros derechos.
¡26 de abril. Todos a la huelga y a las manifestaciones!
¡No nos van a callar!