Molestia generó en parlamentarios falangistas el acuerdo DC-Gobierno. Con ello, el partido liderado por Fuad Chahín se desmarcó –nuevamente- de la oposición, anotándole un triunfo al Ejecutivo, situación que se suma a las diversas concesiones que ha hecho ese partido a un gobierno de derecha.
Montserrat Rollano
DIARIO UNIVERSIDAD DE CHILE Lunes 24 de junio 2019
No han sido pocos los “coqueteos” que durante este último año -bajo la administración de Fuad Chahín- ha tenido la Democracia Cristiana (DC) con el gobierno de Sebastián Piñera.
Y es que bajo el argumento de “la identidad propia” la DC ha mostrado tener posturas que se acercan más a un gobierno de centro-derecha, en temáticas tan relevantes como migración, pensiones o la reintegración tributaria.
Fue justamente este último tema el que generó un nuevo acercamiento entre la falange y el Ejecutivo a través de un protocolo de acuerdo en el cual los equipos técnicos de ambos lados venían trabajando desde hace semanas.
Y pese a que el Gobierno presentará sus indicaciones a principios de julio –al regreso de la semana distrital- el acuerdo se selló en la sede del Ministerio de Hacienda, un día domingo y con la presencia del propio presidente de la República en una imagen que molestó a mas de alguno al interior del partido de la flecha roja.
De hecho, el diputado Pablo Lorenzini, quien acudió ese día a Teatinos 120, se retiró al poco rato de haber llegado al notar la presencia del Mandatario lo que calificó como “un show de alto nivel que no correspondía”. Además, aseguró que de igual forma no iba a firmar el acuerdo “porque sigue siendo muy genérico, queremos las indicaciones precisas. Por tanto, mi voto no está” expresó.
Paralelamente, el otro representante DC en la comisión de Hacienda, José Miguel Ortiz, decidió marginarse de la reunión, a la espera de conocer las indicaciones, pero también, debido a que el legislador no sería partidario de la reintegración tributaria, pieza fundamental del proyecto.
Presidente Sebastián Piñera junto a los ministros de la Segpres y Hacienda durante la firma del acuerdo con la DC
Pero, como era de esperar, el tema no sólo ha generado disgusto al interior de la bancada DC, sino que nuevamente ha sacado ronchas en la oposición cuyos fallidos intentos de articulación tienen cansados a varios de sus integrantes.
El diputado PC y presidente de la comisión de Hacienda, Daniel Núñez, apuntó esta vez directamente al líder de la Falange. “Me parece evidente que esta es una aventura personal del presidente de la Democracia Cristiana, Fuad Chahín, quien está llevando a la Democracia Cristiana a ser una especie de co-legisladora en los proyectos de ley que impulsa este gobierno (…) creo que es un camino muy peligroso para la Democracia Cristiana, se aísla, toma una distancia que a veces uno siente que es casi insalvable con el resto de la oposición, pero tengo la esperanza de que este camino no sea unánime en la Democracia Cristiana”.
Desde los otros partidos de oposición también deslizaron críticas a la decisión adoptada por la dirigencia de la DC en conjunto con la bancada de diputados.
El presidente del Partido Radical, Carlos Maldonado, señaló en entrevista con Emol que cuesta entender los contenidos y la oportunidad de dicho protocolo y enfatizó que el proyecto así como está es “regresivo” por lo cual va en la línea contraria de los principios de la centro-izquierda.
Difícil panorama en el Senado
Además de los reclamos internos y de las acusaciones por parte del resto de la oposición, el líder de la DC enfrenta un panorama tanto o más complejo en la bancada de senadores, desde donde los cuestionamientos a la dirigencia del partido se hacen notar con bastante frecuencia.
Es así como el senador Francisco Huenchumilla manifestó su preocupación por “la política que está llevando a cabo del presidente del Partido, porque nos está haciendo votar exactamente como vota la derecha favoreciendo a los grandes grupos económicos y mostrando como logro algo que venía en el proyecto”.
En esa línea el legislador recalcó que “lo que estamos haciendo con esta firma del protocolo es retroceder al sistema tributario vigente el año 1984 impuesto por la dictadura (…) la pregunta es entonces ¿qué nos diferencia de la derecha? Nosotros estamos a favor de las pymes y en eso no hay problema, pero el precio que estamos pagando es que simplemente estamos pensando igual que la derecha porque estamos favoreciendo a los más ricos”.
Por su parte, el senador Jorge Pizarro señaló que “sin duda que esto genera confusión y efectos políticos negativos porque se produce una división al interior de la bancada, se producen además problemas en relación con otras fuerzas políticas de oposición”.
Mientras que, en conversación con La Tercera, la senadora DC Yasna Provoste expresó que “es muy complejo que el presidente del partido termine suscribiendo un acuerdo para rebajarle los impuestos a las grandes empresas”, y que “esta decisión que ha tomado la directiva del partido no es vinculante para los senadores”.
Hasta el momento existe incertidumbre sobre existencia de los diez votos DC que necesita el Ejecutivo para sacar adelante su reforma tributaria, al menos en la Cámara de Diputados.