(360Noticias) A partir del próximo 1 de julio, se aplicará un incremento en la tarifa del servicio de energía eléctrica para los hogares chilenos, tras casi cinco años de lo que el gobierno ha denominado eufemísticamente como “congelamiento”. Sin embargo, la realidad es que se ha subsidiado a las empresas privadas durante este periodo sin abordar el problema de fondo: la necesidad de recuperar las empresas eléctricas para todos los chilenos mediante la nacionalización y la construcción de empresas públicas.
Impacto del Incremento en las Tarifas
Desde el próximo lunes, millones de familias en Chile, desde las regiones de Arica y Parinacota en el extremo norte, hasta Los Lagos en el sur, enfrentarán un alza en el precio del servicio de electricidad en sus hogares. Este incremento alcanzará hasta un 60% para el año 2025, aplicándose de manera escalonada según el consumo durante los meses de julio, octubre y enero del próximo año.
Para ilustrar, si actualmente una familia paga $60.000 en su cuenta de luz, el próximo mes pagará entre $86.060 y $94.000. Este aumento tendrá un impacto directo en la economía doméstica. Según datos del INE de 2023, el 2% del presupuesto familiar se destina al pago de la electricidad.
Desglose por Tramos de Consumo
- Tramo 1: Para quienes pagan hasta $45.000 al mes, el incremento será de hasta un 30%.
- Tramo 2: Para quienes pagan entre $45.000 y $65.000, el aumento será de hasta un 60%.
- Tramo 3: Para quienes pagan más de $65.000, el alza puede llegar hasta un 60%.
Por ejemplo, en La Pintana, una familia que hoy paga $30.000, con el alza pagará $38.469; en La Florida, una familia que hoy paga $50.000 pagará $72.500; y en Providencia, una familia que actualmente paga $60.000, ahora pagará $87.060. En Copiapó, una familia que paga $60.000, pagará $96.000.
Incrementos Regionales
El aumento promedio por región y por división de consumidores es el siguiente:
- Arica y Parinacota: G1 subirá un 14%, G2 un 31%, y G3 un 25%.
- Tarapacá: G1: 10%, G2: 27%, y G3: 22%.
- Antofagasta: G1: 19%, G2: 33%, y G3: 27%.
- Atacama: G1: 24%, G2: 43%, y G3: 37%.
- Coquimbo: G1: 14%, G2: 35%, y G3: 29%.
- Valparaíso: G1: 25%, G2: 42%, y G3: 36%.
- Metropolitana de Santiago: G1: 18%, G2: 36%, y G3: 30%.
- O’Higgins: G1: 22%, G2: 38%, y G3: 32%.
- Maule: G1: 19%, G2: 35%, y G3: 29%.
- Ñuble: G1: 25%, G2: 39%, y G3: 33%.
- Biobío: G1: 25%, G2: 39%, y G3: 33%.
- La Araucanía: G1: 25%, G2: 39%, y G3: 33%.
- Los Ríos: G1: 19%, G2: 32%, y G3: 27%.
- Los Lagos: G1: 16%, G2: 30%, y G3: 24%.
Llamados a Protestas y Movilización Social
Las alzas en la electricidad han afectado de manera inmediata los bolsillos de los trabajadores en Chile, generando llamados a movilización social y protestas contra el gobierno de Boric por las alzas desmedidas. El 1 de julio diversas organizaciones sociales y políticas están convocando a una marcha a las 18:30 horas en Plaza de Armas de Santiago de Chile.
La política y el modelo económico neoliberal se han mantenido intactos durante el gobierno de Gabriel Boric, evidenciando en la práctica un gobierno de derecha. Este gobierno ha mantenido las AFP, otorgado perdonazos a las ISAPRES, firmado el TPP-11, entregado el litio a la empresa privada SQM y encarcelado a los luchadores sociales, entre otras medidas neoliberales.
La mayor empresa de electricidad en Chile es la multinacional ENEL, de capitales italianos, en la cual también tienen acciones AFP Habitat, AFP Capital, AFP Provida, Citibank, Banco de Chile y Banco Santander. Es hora de que la electricidad en Chile vuelva a ser propiedad pública de todos los chilenos.
Es el momento de que el pueblo chileno comience a construir un proyecto de país que proponga medidas de fondo para recuperar nuestra soberanía industrial y nuestros recursos energéticos, poniéndolos al servicio de los chilenos y sus familias.
Está claro cómo debe ser, lo que pasa es que no hay organización. Todos sabemos que tanto los recursos naturales, la educación, la salud, el trabajo, y la alimentación deben garantizarse por el Estado. Obviamente todo eso pasa por un cambio de mentalidad. Es necesario que el pueblo trabajador entienda que la alternativa que le ofrece la derecha, que si votan por ellos, la vida les va a cambiar, es falso. Desde que se instaló la derecha en el poder, en 1973, los ricos se hicieron más ricos y los pobres siguieron igual. No existe otra forma de cambiar el status quo, sino peleando. No solo este gobierno está dispuesto a encerrar a cualquiera que se le ocurra alzarse en contra de la institucionalidad; los gorilas y los perros también están preparados para evitarlo. Pero eso no debe, por ningún motivo, desvanecer nuestro ánimo. Algunos proponen crear un partido alternativo, y tenemos un montón. Creer que justo el que van a crear ellos va a ser como el mesías. No compañeros, mucha agua bajo el puente. Lo que cambia realmente las cosas es como dice Marx: abolición de la propiedad privada del suelo, porque ahí radica el poder que posee la oligarquía. Mientras la tierra esté en sus manos, los pobres tendrán solo pelusas en sus bolsillos. Y sobre lo mismo, no hay que ser tan inteligente para entenderlo: Muchos juramos ante una bandera derramar hasta nuestra sangre por esta tierra, si fuera necesario . ¿Moriremos, acaso, por algo que ni siquiera conocemos, ni podemos disponer? ¡No moriremos por la propiedad privada de nadie!. Estaremos al frente por algo que nos pertenezca a todos. Y esto lo sabe la derecha, sabe lo que perderá si pierden sus huestes, y no duerme tranquila. El pueblo también debiera saber lo que ganará si entierra el miedo en un hoyo bien profundo.