“La industria salmonera ha sido muy inteligente, pero también muy abusiva para implementar diversas formas de influir en el sistema democrático y en los medios de comunicación. Es una especie de nueva esclavitud, donde se aplica el miedo sobre los trabajadores por la posibilidad que se genere cesantía, y que si no hay trabajo podrían venir períodos de hambrunas”.
Los dirigentes sindicales de la Fesimar denuncian que “los trabajadores que se atreven a denunciar estas irregularidades referidas a la salud, seguridad y derechos laborales, sufren de persecuciones por sus empleadores, siendo en algunos casos demandados por los empresarios en los tribunales laborales, para solicitar sus desafueros.
Puerto Montt, Chile, 14 de noviembre de 2024. (Radiodelmar.cl). «Trabajo en la industria productora de salmón por 20 años. A pesar de que las condiciones laborales han mejorado un poco, el trabajo forzoso en la industria continúa existiendo. Ejemplo de ello es la subcontratación, los contratos precarios y transitorios ‘por obra o faena’. También siguen implementándose extensas jornadas de trabajo, así como la existencia de turnos rotativos, unido a prácticas de persecución sindical”, señaló a Radio de Mar, Gustavo Cortés Solis, dirigente sindical de los trabajadores de la industria salmonera del archipiélago de Chiloé.
Cortés agregó que “la industria salmonera ha sido muy inteligente, pero también muy abusiva para implementar diversas formas de influir en el sistema democrático y en los medios de comunicación. Es una especie de nueva esclavitud, donde se aplica el miedo sobre los trabajadores por la posibilidad que se genere cesantía, y que si no hay trabajo podría venir períodos de hambrunas”.
El dirigente de trabajadores de la región de Los Lagos, la que representa el 35,5 % de la producción chilena de exportación de salmones, la que ya alcanza a aproximadamente el millón de toneladas métrica anuales por un valor de 6.500 millones de dólares anuales, indicó que “nosotros como organización de trabajadores hemos sufrido todas estas precariedades».
En los últimos años «la industria salmonera ha ido creando organizaciones sindicales que no defienden el trabajo digno, sino que, por el contrario, protegen los intereses de los empresarios. Esas organizaciones, que son controladas por los empresarios del salmón, no están defendiendo los justos derechos de los trabajadores y trabajadoras. Aceptan la disciplina que les aplican los empresarios, no siendo libres para opinar. Tampoco aceptan ir a negociaciones que beneficien a los trabajadores. Sólo actúan en las protestas organizadas para defender los intereses de la industria.», señaló Cortés a radiodelmar.cl.
Desregulado trabajo en las naves en zona salmonera
José Lemuy, presidente de la Federación de Sindicatos Marítimos (Fesimar), entrevistado por Radio de Mar, indicó que en los “buques de la marina mercante nacional se advierte la existencia de trabajo forzoso, partiendo por el hecho que sus trabajadores están obligados a realizar extensas jornadas laborales, las que muchas veces superan las 16 horas diarias».
«Esto es consecuencia de la terquedad de los empleadores para completar las dotaciones mínimas para cumplir con las leyes vigentes”.
Fesimar agrega que «muchos de los accidentes laborales son provocados por el cansancio de las extensas jornadas de trabajo, los que son ocultados para disminuir las tasas de accidentabilidad en la industria salmonera y el sector de trabajadores naviero».
Además, “los trabajadores son obligados a cumplir con una denominada ‘polifuncionalidad’ no especificada en sus contratos laborales. Por ello tienen que ejercer funciones que no les corresponden”, señala el dirigente de trabajadores de la gente de mar.
Los tripulantes y trabajadores denuncian la pequeña y precaria habitabilidad en las naves, así como una alimentación insuficiente y de mala calidad. Por su parte, la alta y persistente contaminación sonora, y la existencia de fuertes ruidos provocados por los motores y generadores en el interior de las naves, son parte de los extremos y agresivos ambientes laborales que violan estándares mínimos de salud y seguridad laboral a los que se ven expuestos para poder tener un salario a fin de mes.
“Esto empeora y es más extremo en las naves de transporte de carga menores, donde las autoridades navales, del trabajo, salud y medio ambiente ni siquiera cumplen con su labor de fiscalización”, señalaron los tripulantes entrevistados.
El miedo y las prácticas antisindicales como disciplinadores laborales
Los dirigentes sindicales de la Fesimar denuncian que “los trabajadores que se atreven a denunciar estas irregularidades referidas a la salud, seguridad y derechos laborales, sufren de persecuciones por sus empleadores, siendo en algunos casos demandados por los empresarios en los tribunales laborales, para solicitar sus desafueros, lo que genera un gran daño económico a los trabajadores perseguidos, después de ser sometidos a procesos judiciales, muchas de ellos carentes de fundamento”.
Las trabajadoras de plantas procesadoras: El eslabón más débil e invisibilizado del enclave salmonero en el sur de Chile
Otro sector de alta vulnerabilidad en la mega industria productora y exportadora de salmón lo constituyen las trabajadoras de las plantas procesadoras, muchas de ellas jefas de hogar y con mínimas condiciones de negociación frente a sus empleadores.
Entre los países productores de salmón de cultivo, Chile que es el segundo productor mundial con el 36% de la oferta. Sin embargo, es el país productor de salmones que presenta las jornadas de trabajo más extensas, los menores salarios, las mayores tasas de infraccionalidad laboral, y de accidentes y muerte de sus trabajadores en sus sitios de trabajo, alcanzando la tercermundista cifra de 76 trabajadores y trabajadoras fallecidas entre el 2013 y 2023.
Radio del Mar entrevistó a una ex trabajadora de la industria del salmón que estuvo más de 10 años en las factorías salmoneras. Ahora volvió a ser recolectora, alguera, pescadora y cultivadora de hortalizas, papas y otros frutos de la tierra. Señala que “en la industria salmonera existen formas de trabajo forzado. Trabajo casi esclavizado. Yo, como mujer chilota que trabajé por más de una década en la industria salmonera, he tenido que escuchar como mi hijo me acaba de decir: ‘Mamá, yo no trabajaré más en las salmoneras, la salmonera te come la vida y no tienes tiempo para convivir socialmente’…”. Esta trabajadora pidió no publicar su nombre por el temor a represalias para su entorno familiar.
Instan al mercado global a estar atentos ante las graves vulneraciones de los derechos humanos que amenazan al comercio sostenible, justo y confiable
Diversas organizaciones ciudadanas y de investigadores han trabajado documentando las condiciones laborales y el respeto a los derechos humanos en la mega industria de cultivo intensivo de salmón en el sur de Chile. En estos documentos se exponen prácticas abusivas, precarias condiciones de seguridad laboral, y/o han investigado a este sector exportador en su nivel de cumplimiento del estándar de protección y respeto de los derechos humanos por parte del Estado y las empresas.
Entre estos informes destacan “Salmones de sangre”, del Centro Ecoceanos, y los reportes del Instituto Danés de Derechos Humanos y del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales. En abril del 2024, estos resultados fueron corroborados por el informe entregado en Ginebra, Suiza por David Boyd, Relator Especial de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos y Medio Ambiente que visitó Chile durante el 2023.
La reciente difusión de los hallazgos de la investigación “Made in Chile: Trabajo forzoso y explotación laboral en la industria del salmón”, de Fundación Libera, constituye uno de los pilares de todo sistema respetuoso de los derechos humanos, como es la rendición de cuentas de los actores empresariales en su deber de respetar los derechos fundamentales de los trabajadores, ciudadanos y comunidades locales donde operan.
La existencia de formas de trabajo forzoso en los centros de cultivo de salmónidos en el sur de Chile, no se condice con los estándares mínimos de accionar social respetuoso de una industria que es la segunda productora a nivel global mundial de salmón.
“Instamos a la sociedad chilena y a los actores internacionales del mercado global a estar atentos a esta grave situación que pone en riesgo y vulnera los principios básicos que sostienen al comercio internacional sostenible, justo y confiable, tales como el deber de respetar los derechos humanos por parte de las empresas, la conducta empresarial responsable, la transparencia, la rendición de cuentas, la debida diligencia a lo largo de la cadena de suministro, el respeto a la producción científica, y la prohibición del uso de trabajo forzoso”, señaló la Fundación Libera en un reciente comunicado.
Estas graves situaciones, calificadas como trabajo forzado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en sus directrices para Empresas Multinacionales y Conducta Empresarial Responsable, son repudiadas por organizaciones sindicales.
Informes de la OIT AQUÍ
Informes de la OCDE AQUÍ