Ante el anuncio de una eventual apertura del Archivo Valech con los testimonios de 38 mil 254 sobrevivientes de prisión política y torturas, las derechas –desde Pancho Malo a los Walker- han salido a mostrar su preocupación “por las víctimas”. A los que se suman neoliberales como Bitar y otros.
Sebastián Piñera, el Presidente que mando asesinar, torturar y mutilar chilenos en años recientes, el que sacó a las y los sobrevivientes de la Dictadura del Plan Nacional de Derechos Humanos, ahora aparece declarando “su preocupación” por las personas que fueron torturadas, vejadas, encarceladas sin juicio o en base a montajes, por ser integrantes de, un movimiento social y político que se atrevió a soñar con un Chile solidario que desarrollara sus fuerzas productivas y repartiera equitativamente el ingreso nacional.
Que nadie se equivoque, lo que nos define no es nuestra calidad de víctimas de la Dictadura; sino nuestra condición de luchadoras y luchadores sociales.
Por eso, desde la instalación de los Gobiernos Post Dictadura, hemos sido INVISIBILIZADOS. Somos testimonio vivo e incómodo de las tratativas de la casta política dominante por brindar impunidad a los crímenes de la Dictadura y a los agentes del Estado que los cometieron.
Los sobrevivientes estamos organizados, tenemos nuestros propios representantes, hablamos con nuestra propia voz. No necesitamos que otros hablen en nuestro nombre y nos ensucien con su compasión farandulera.
Los Gobiernos de la Concertación nos prometieron verdad, justicia, reparación. Ninguno cumplió cabalmente sus compromisos. Miles de sobrevivientes y sus familias apoyaron con fuerza la candidatura de Gabriel Boric, porque desde que era diputado conocía nuestra situación de marginados y se comprometió EN SU PROGRAMA a saldar la deuda histórica que Chile tiene con quienes pagaron un alto precio por luchar por la democracia y la libertad. Evidentemente sus prioridades han sido otras…
Que hoy el Gobierno considere una de nuestras peticiones históricas, es algo que valoramos. En nuestros testimonios esta gran parte de la verdad oculta por 50 años. Están los lugares, los nombres de los torturadores, los métodos utilizados para sembrar el terror en quienes se opusieron a la Dictadura. Por eso las derechas tienen miedo de que se abra esta Caja de Pandora.
Las diversas organizaciones de prisioneras y prisioneros políticos hemos denunciado la impunidad que conlleva la ley 19.992 –impuesta por Lagos el 2004 – al ocultar por 50 años nuestros testimonios. Es un imperativo ético que se sepa lo que hicieron los funcionarios del Estado con miles de chilenos y chilenas que aún mantiene las banderas en alto y pueden hablar por sí mismos.
A través de gestiones ante tribunales, intervenciones en Comisión DD.HH. de la Cámara de Diputados y organismos internacionales hemos tratado de romper esta medida de impunidad. Incluso en el período que presidió la Comisión de DD. HH. de la Cámara la diputada Emilia Nuyado, con un gran equipo de asesores jurídicos, con la participación de profesionales especialistas del ACNUDH, y abogados del calibre de Francisco Ugás, se redactó un Proyecto de Ley para terminar con este secretismo que, como muchas otras iniciativas, no prosperó.
Así como valoramos que el Gobierno ponga el tema en la Agenda, quisiéramos recordarle que la promesa de establecer una instancia calificadora permanente de violaciones a los derechos humanos –que abarque desde 1973 hasta el presente- ha quedado en el olvido.
El reducido número de víctimas que décadas después de cometidos estos crímenes contra la humanidad, por diversas razones no quieren que se sepa lo acontecido durante su detención, tienen el legítimo derecho a pedir reserva de sus testimonios. Pero para que la verdad, la justicia, la reparación… y las necesarias Garantías de No Repetición de estos horrores se plasmen en nuestra cultura nacional: Los Archivos Valech deben ser desclasificados!
COMANDO UNITARIO DE EX PP Y FAMILIARES
Chile, 3 de septiembre de 2023.
