No hay caso. Piñera volvió esta noche a no querer ver la aguda crisis que sacude a Chile y a escuchar la clara y mayoritaria voz del mundo social, popular y ciudadano, que exige ejercer su legítimo derecho a decidir el destino del país y poner fin a los abusos y atropellos del modelo depredador de las personas y el medio ambiente, que nos está llevando al despeñadero.
Piñera, con patético ideologismo neoliberal, persiste en creer que puede imponer que un puñado selecto de personas decidan el rumbo del país, expropiando de ese derecho a las/los millones de habitantes de nuestra patria, quienes son el auténtico poder fundante, legitimador y soberano de un nuevo modo de vida y de sus instituciones.
Sus amenazas de aplicar al pueblo movilizado la extrema Ley de Seguridad del Estado no va a sacarle de su actual imprescindible presencia en las calles y plazas del territorio nacional. Tampoco va a moderar su impulso a sentirse actor principal y decisivo de cómo rescatar a Chile del abuso y la opresión a que se le ha mantenido sometido por 46 años y su exigencia a abordar entre todas y todos en una Asamblea Constituyente, de amplio espectro social y popular representativo, que modele la Constitución que dará forma a un nuevo país, multinacional, justo, igualitario, libre, soberano, integrador, fraterno.
Lejos de resolver algo, Piñera sigue profundizando la rebelión social que la impudicia neoliberal creó, la cual lejos de amainar sigue creciendo en extensión y profundidad.
NOS CANSAMOS, NOS UNIMOS, ¡LUCHAMOS!
Nelson Viveros Lagos,
FNES – Unidad Social de Renca
