Escribe: Milcíades Ruiz
El debate por la vacancia del presidente lobista y probadamente corrupto nos ha mostrado la conducta política de ciertos congresistas cuando hay que tomar decisiones cruciales. Algunos no pudieron evitar que descubriéramos sus dos caras, su indignidad e hipocresía política. Toda actuación se juzga por sus resultados y lo que han obtenido los que sabotearon la vacancia no solo ha sido la continuidad del corrupto sino además el indulto a Fujimori. No solo los delincuentes comunes son productos del sistema. Todos somos hechura de la sociedad en que vivimos pero mientras unos mueren heroicamente luchando por el cambio estructural otros no quieren desprenderse de nada porque el sistema los beneficia.
¿Cómo creer en las personas que dijeron que hay que luchar contra la corrupción “CAIGA QUIEN CAIGA” pero a la hora de la sentencia se retiran para no votar y así evitar que el norteamericano corrupto no caiga? ¿Cómo creer en los que dicen ser antimperialistas y se rasgan las vestiduras para rechazar a Fujimori pero en la votación por la vacancia se ausentan permitiendo que los corruptos se salgan con la suya? ¿Cómo creer en aquellos que teniendo como blanco de tiro el pedido de vacancia del gringo, apuntaron a otro blanco?
¿Cómo creer en un partido cuya lideresa en febrero pasado dijo: “No queremos más corrupción, no queremos que la plata que los peruanos necesitamos para escuelas, hospitales, obras de agua potable, termine en negociados y corruptelas” pero que a la hora de la verdad, su bancada se ausentó precisamente para no votar contra el corrupto y sabotear la vacancia? ¿Cómo creer en congresistas que justificaron al Congreso derechista venezolano en su intento de vacar a Maduro mientras que aquí hacen todo lo contrario? A Maduro sí, pero al gringo no.
“Fuera Odebrecht y las demás empresas corruptas del país” dijeron en comunicado del 13 de junio pasado los miembros del bloque parlamentario de Nuevo Perú pero a la hora de vacar al gringo del bailecito, se fueron en tropel ignorando los vínculos de la empresa de este, con la red de corrupción. ¿No era que estaban contra la impunidad? Dijeron que vacar al presidente sería dejar que Galarreta nos gobierne mientras se convoca a nuevas elecciones. ¿Esto es más importante que el voto de consciencia? O quizá, oculte el temor de perder el status en nuevas elecciones al no ser electos por su ineptitud e inconsecuencia.
¡Que se vayan todos! dijo el pueblo pero esos parlamentarios se hicieron los sordos y no quisieron escuchar el clamor popular al que dicen representar. Esa es la clase de gente que dice ser izquierdista. ¿Para esto fueron elegidos? ¿Cómo defender a la izquierda peruana si sus representantes se comportan igual que la derecha? ¿Nos sentimos representados por estos parlamentarios? Aunque digamos no, ellos seguirán negociando y traficando en nombre nuestro.
Justificarán de algún modo su nefasta actuación y hasta dirán en falsa autocrítica que fue un error involuntario pero una izquierda que favorece a los corruptos se convierte en cómplice. Seguirán en las mismas buscando aliarse con otros oportunistas con miras a las próximas elecciones y así seguirán traficando con la fe popular engatusando incautos. Entonces, no nos queda sino hacer la revolución dentro de la izquierda cambiando todo para una renovación total. Es indispensable una poda total de rejuvenecimiento cuyo brote sea una planta nueva libre de contaminaciones y de plagas.
Diciembre 2017
Otra información en https://republicaequitativa.wordpress.com/