PULSO SINDICAL DIARIO DE LA CGT CHILE
12 JULIO 2020
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«…Capitalismo es sangre, capitalismo es caos, capitalismo es el sistema de mercado. Intento seguir vivo para llegar a ver, el fin de este sistema de una puta vez…»
Gatillazo
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1.- En cada ocasión que se producen acciones y jornadas que desordenan al sistema, surgen principalmente por la redes sociales llamados a acciones de todo tipo, que incluyen paros y protestas, así como convocatorias a huelga general.
Sin duda que a los convocantes les une el desprecio por el accionar del capital, así como el anhelo de que los trabajadores ocupen el lugar que les ha asignado la historia y se pongan de pie para pelear y ganar.
Sin embargo, algunos parecen olvidar ciertas cosas e incluso caen en contradicciones que sería bueno ir aclarando, por el bien de la lucha sindical y popular.
a) No son pocos quienes, viendo que las aguas se agitan, demandan de la CUT un papel más activo y la convocatoria a movilización.
Esto es a lo menos curioso pues se demanda encabecen luchas, a los mismos que se crítica implacablemente por haber abandonado a los trabajadores y sus demandas.
Hay suficientes argumentos como para demostrar que la CUT es a lo menos ambigua, por lo que no existe razón para que se le pida levantarse, por ejemplo, contra reformas laborales que acordó en reuniones político sindicales, sin la autorización de los trabajadores.
b) En más de una ocasión diversas instancias sacan la voz y levantan la consigna de la huelga general, ignorando al parecer que ésta implica la paralización de todos los trabajadores del país.
Tenemos que tener claro que una huelga general implica la participación de millones de trabajadores organizados, cuestión de la que estamos muy lejos, precisamente por que muchos de quienes hacen llamados poco o nada se esfuerzan por desarrollar la organización de los trabajadores.
2.- En 1970, o sea hace exactamente 50 años, la fuerza de trabajo superaba los 3 millones y los trabajadores organizados eran 1/3 de esa fuerza, casi 1,1 millones organizados en algo más de 6 mil organizaciones. Y vaya que tenían peso.
Muchas de sus demandas llegaron al parlamento como proyectos de ley, y le golpeaban la mesa al gobierno si este se corría por la tangente. Por eso la dictadura fue tan brutal con la organización de los trabajadores.
Luego del golpe de estado de 1973, más de 180 leyes que beneficiaban a los trabajadores fueron derogadas y la gran mayoría de ellas, ni siquiera son conocidas por estos en la actualidad.
Hoy, en el año 2020, los trabajadores organizados son algo más de 1 millón en más de 11 mil organizaciones, pero la fuerza de trabajo supera los 8 millones.
Esta es nuestra realidad y aunque sea doloroso decirlo, mientras no tengamos trabajadores organizados no tendremos grandes paralizaciones ni una huelga general.
Duele a quien le duela, es la verdad.
3.- De lo anterior podemos deducir una gran lección, que debe ser aprendida por todos aquellos que llevan en el corazón y la mente a la clase trabajadores.
Sin trabajadores organizados poco o nada podemos hacer para confrontar y derrotar a nuestro enemigo histórico.
La primera tarea es educar y organizar.
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Educar – Organizar – Luchar
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario C.G.T. CHILE
