Al pueblo de México
A los pueblos del Mundo
A la Sexta Nacional e Internacional
A las Redes de Resistencia y Rebeldía
A los medios de comunicación
San Cristóbal de las Casas, diciembre 2019
Hermanos, hermanas
Desde el Caracol Zapatista Jacinto Canek, en el CIDECI- UNITIERRA, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, los días 18 y 19 de diciembre de 2019, para celebrar la 4ª Asamblea Nacional del Congreso Nacional Indígena y el Concejo Indígena de Gobierno los pueblos Afromexicano, Binizaa, Chinanteco, Chol, Chontal, Comca’ac, Hñahñu, Kumiai, Mam, Maya, Mayo, Mazahua, Me´phaa, Mixe, Mixteco, Nahua, Náyeri, Purépecha, Quiché, Rarámuri, Téenek, Tepehuano, Tohono Oódam, Tojolabal, Totonaca, Tzeltal, Tzotzil, Wixárika, Yaqui, Zoque, Chixil, Cañari y Castellano, provenientes de 24 estados de la república, así como invitados de Guatemala, Ecuador, El Salvador y Estados Unidos, nos encontramos para escucharnos, para ver en el compañero y compañera que en colectivo somos pueblos, naciones y tribus.
Nos encontramos para ver y entender la guerra neoliberal que de arriba viene cubierta de mentiras simulando gobernar, cuando ponen el país en manos del gran capital, al que le estorba la conciencia colectiva de los pueblos y echa a andar su maquinaria de despojo:
A través de la violencia sanguinaria y terrorista en contra de los pueblos que defienden la tierra.
El luto y la rabia que nos habita a quienes hoy nos encontramos, es por el daño a la madre tierra, el despojo de todas las formas de vida. Y aquellos que decidieron destruirla para convertirla en dinero tienen nombre y apellido, así como los asesinos de nuestros compañeros. Nos duele en el corazón colectivo el asesinato del compañero delegado popoluca del CNI, Josué Bernardo Marcial Campo, también conocido como TíoBad quien por su arte, su música y su protesta en contra de los megaproyectos que el mal gobierno pregona haber terminado, como es el fracking, fue desaparecido y encontrado brutalmente asesinado el pasado lunes 16 de diciembre.
El compañero Samir Flores Soberanes del pueblo nahua de Amilcingo, Morelos
El compañero Julián Cortés Flores, del pueblo mephaa de la Casa de Justicia de San Luis Acatlán, Guerrero.
El compañero Ignacio Pérez Girón, del pueblo tzotzil del municipio de Aldama, Chiapas.
Los compañeros José Lucio Bartolo Faustino, Modesto Verales Sebastián, Bartolo Hilario Morales, e Isaías Xanteco Ahuejote del pueblo nahua organizado con el Concejo Indígena y Popular de Guerrero – Emiliano Zapata (CIPOG – EZ).
Los compañeros Juan Monroy y José Luis Rosales, del pueblo nahua de Ayotitlán, Jalisco.
El compañero Feliciano Corona Cirino, compañero del pueblo nahua de Santa María Ostula, Michoacán.
Nuestros compañeros fueron asesinados por oponerse a la guerra con la que el mal gobierno pretende hacerse de nuestras tierras, montes y aguas, para consolidar el despojo que amenaza nuestra existencia como pueblos originarios.
Consultas mentirosas
El mal gobierno federal simula consultar a los pueblos, suplanta nuestra voluntad colectiva ignorando y ofendiendo nuestras formas de organización y toma de decisiones, como es el vulgar engaño a lo que llamó “Consulta”, cuyo objetivo no es otro que imponer por la fuerza el mal llamado Tren Maya, que entrega los territorios indígenas al gran capital industrial y turístico, o las mentiras a las que llaman también consulta para imponer con violencia el Proyecto Integral Morelos, o los megaproyectos de muerte que reconfiguran nuestro país para dejarlo a disposición del capital multinacional, principalmente imponiendo el poderío terrorista de los Estados Unidos.
Polarización y enfrentamiento entre los pueblos
Para avanzar en su guerra, el mal gobierno apuesta por el desmantelamiento de los tejidos comunitarios, al fomentar los conflictos internos que tiñen de violencia a las comunidades, entre quienes defienden la vida y quienes decidieron ponerle precio, aún a costa de vender las futuras generaciones para el beneficio millonario de unos cuantos corruptos, a los que sirven los grupos armados de la delincuencia organizada.
Por lo anterior, señalamos que resistimos y luchamos porque estamos vivos, porque, aunque tenemos miedo de dejar de existir como lo que somos, no es esa la vía que elegimos para nosotros, nosotras y para quienes nos debemos.
Expansión de la guerra
Mientras nosotros, como pueblos originarios, sufrimos con más violencia que nunca la guerra del capital, el mal gobierno junto con sus grupos armados militares, policiales, paramilitares, guardias blancas y grupos de choque, extienden en nombre del dinero la destrucción sobre todo el territorio nacional.
En Veracruz:
En la región del Totonacapan y hasta la Huasteca, se instalan los gasoductos Texas-Tuxpan, Tuxpan-Atotonilco y Tuxpan-Tula. A la par de las mentiras del gobierno Neoliberal de AMLO, se apuntala y se opera la fractura hidráulica para extraer hidrocarburos, se hacen trasvases para llevarse el agua de los ríos y ponerla en manos de privados, amenazando la vida de los pueblos tének, nahuatl, totonaco, otomí y tepehua, además del aumento en los grupos de la delincuencia organizada.
En Michoacán:
En el territorio de la meseta purépecha se extiende la siembra masiva de aguacate, despojando el territorio de las comunidades indígenas, se derriban los bosques y están matando los lagos de Cuitzeo, Zirahuen y Pátzcuaro.
En la sierra costa del pueblo nahua, la intención de saqueo por bandas de la delincuencia organizada, con el descarado apoyo de todos los niveles del mal gobierno, amenazan la vida y la integridad de los pueblos originarios, particularmente de nuestros hermanos de la comunidad indígena nahua de Santa María Ostula, que resisten la devastación de los territorios comunales, mediante la explotación de minerales, de maderas preciosas y la explotación turística de las playas en los municipios de Aquila, Coahuayana, Chinicuila y Coalcomán, queriendo hacer parecer que la guerra es entre comunidades o entre comuneros, mientras que desde arriba los poderosos esperan el momento de poder apropiarse de la vida que Ostula defiende.
En la comunidad purépecha de Zirahuén, que tiene una larga lucha de defensa del lago del mismo nombre, hoy con la ayuda de grupos armados de la delincuencia organizada, los empresarios aguacateros destruyen el bosque y contaminan el agua con el uso de agrotóxicos.
En Jalisco:
Persiste la invasión del territorio wixárika de San Sebastián Teponahuaxtlán a manos de supuestos pequeños propietarios de Huajimic, Nayarit. Así mismo, el gobierno pone en manos de empresas mineras extranjeras miles de hectáreas del territorio sagrado Wirikuta, en el estado de San Luis Potosí, amenazando la existencia cultural y del territorio ceremonial.
En la comunidad indígena chichimeca de San Juan Bautista de La Laguna, en el municipio de Lagos de Moreno, el mal gobierno pone en manos de particulares el territorio ancestral reconocido en sus títulos primordiales, imponiendo además un gasoducto para abastecer a grandes industrias, ante las que, de forma organizada, la comunidad ha resistido a pesar de la represión y criminalización que los malos gobiernos estatales y municipales ejercen en su contra.
La comunidad tepehuana y wixárika de San Lorenzo de Azqueltán sufre, a la par del despojo de su tierra, de amenazas de muerte e intentos de homicidios como el ocurrido el pasado 3 de noviembre, cuando el cacique llamado Fabio Flores alias “La Polla”, junto con personas armadas atacó a las autoridades comunales ocasionándoles graves heridas que estuvieron a punto de costar la vida a los comuneros Ricardo de la Cruz González, Rafael Reyes Márquez y Noé Aguilar Rojas. Todo esto con la complicidad del gobierno municipal de Villa Guerrero, Jalisco, prevaleciendo la impunidad en este cobarde crimen.
En Puebla:
El mal gobierno junto con su grupo armado de la Guardia Nacional y grupos policiales, pretende imponer un megaproyecto que vertería desechos tóxicos al río Metlapanapa, esto como parte del llamado Proyecto Integral para la Construcción del Sistema de Alcantarillado Sanitario de la Zona Industrial de Huejotzingo, conocido como “Ciudad Textil”. En la defensa de la vida del río y de los pueblos que lo habitan, nuestros compañeros y compañeras del pueblo nahua, de las comunidades de San Mateo Cuanalá, San Lucas Nextetelco, San Gabriel Ometoxtla, Santa María Zacatepec y la colonia José Ángeles han sufrido agresiones por esos cuerpos represivos.
En la Sierra Negra de Puebla, fue desaparecido nuestro compañero Sergio Rivera Hernández desde el pasado 23 de agosto de 2018, en represalia a su lucha en contra de la destrucción que causa la empresa minera Autlán, por lo que seguimos exigiendo su presentación con vida.
En Campeche:
Con el pretexto del mal llamado “Tren Maya” se está proyectando la construcción de 15 nuevos centros urbanos, que no solo conllevan destrucción ambiental, sino que implican el despojo de territorios de pueblos originarios.
En Morelos, Puebla y Tlaxcala:
Por la fuerza se impone el llamado Proyecto Integral Morelos reprimiendo a quienes no están de acuerdo, como es el asesinato de nuestro hermano Samir Flores. Ese crimen continúa impune, pues mientras abajo Samir es un ejemplo de dignidad, para los de arriba solo les merece desprecio, pues para ellos lo importante es construir la termoeléctrica de Huexca, Morelos, el gasoducto en las faldas del volcán sagrado Popocatepetl, así como la infraestructura industrial y de comunicaciones que conlleva. Escenario en el que se agudiza la presencia de violentos grupos delictivos.
En Chiapas:
Persiste la intención de despojo y privatización del territorio Tzeltal en beneficio de empresas privadas, mediante la llamada “Carretera Cultural” que anteriormente se llamaba “Super Carretera” y que pretende pasar por el territorio del ejido de San Sebastián Bachajón, Palenque y otras comunidades.
Así mismo en el territorio Zoque, el gran capital identificó un corredor petrolero que abarca 9 municipios, en una superficie de 84,500 hectáreas y que pretende atravesar el territorio de la comunidad de Chapultenango.
Los malos gobiernos de todos los niveles, buscan mediante campañas de confrontación, paramilitarización y suplantación, acabar con la organización de las comunidades que se organizan de forma autónoma, como es el caso de nuestros hermanos del ejido Tila.
En la costa de Chiapas hemos recibido amenazas y despojo de nuestras tierras por el intento de construcción de la carretera Pijijiapan – San Cristóbal de las Casas – Palenque. Además de la construcción de un gasoducto que pretende atravesar la zona costa de Chiapas y Guatemala.
Persiste el hostigamiento militar y paramilitar en contra de los territorios zapatistas, para tratar de debilitar y destruir no solo los espacios autónomos que se han construido, sino el eco que se expande por el país y por el mundo.
En la Ciudad de México:
Mientras se niegan los espacios públicos a los pueblos originarios residentes en la ciudad para la realización de su trabajo, éstos son entregados a los capitales privados para su enriquecimiento. Tal es el caso del pueblo Otomí residente en la Ciudad de México, que actualmente se encuentran en amenaza de desalojo en la calle Roma número 18 en la colonia Juárez.
Mientras se agudiza el despojo de los espacios campesinos e indígenas en la ciudad de México, también el hostigamiento en contra de los compañeros Gerardo Camacho y Jaime Gómez quienes han recibido amenazas de muerte del comisariado ejidal de la comunidad de San Nicolás Totolapan.
En Guerrero:
Persiste el hostigamiento en contra de nuestros hermanos del Consejo Indígena y Popular de Guerrero Emiliano Zapata, que construyen sus formas de seguridad y justicia cuidando el territorio ante la ambición capitalista.
Estado de México:
En la cuenca del Valle de México el megaproyecto neoliberal de Santa Lucía y la imposición de la carretera Tuxpan-México se ha realizado a través de paramilitares en la carreta en el tramo Ecatepec-Peñón. Así como el entubamiento y privatización de ríos y manantiales.
En Oaxaca:
El territorio chinanteco de San Antonio de Las Palmas está siendo amenazado por concesiones mineras que abarcan más de 15 mil hectáreas, así como proyectos de represas sobre el río Cajonos, en la cuenca del Papaloapan.
En Oaxaca y Veracruz:
En el sur de Veracruz, parte norte del Itsmo de Tehuantepec pretenden imponer un corredor interoceánico, que transformaría la región en un inmenso parque industrial, dejándonos sin agua, destruyendo la naturaleza y el tejido de los pueblos con violencia e inseguridad. Valiéndose de los ríos de los territorios indígenas para la ampliación de los puertos que conectarían el corredor interoceánico, que está acompañado de los megaproyectos mineros, de fracking, de los parques eólicos empresariales y del despojo del agua que nace en territorios indígenas.
Sonora:
El Río Mayo está siendo contaminado por la minera a cielo abierto Cobre del Mayo que vierte sus desechos tóxicos a la presa Abelardo L. Rodríguez, conocida como presa del Mocuzarit, amenazando la vida colectiva del pueblo Mayo.
Nayarit:
El río San Pedro en el territorio Nayeri, se encuentra amenazado por el proyecto hidroeléctrico “Las Cruces”, así como la megaminería de oro y plata en la comunidad de Jazmín del Coquito, en la ranchería Los Arroyos.
Yucatán:
En el contexto de la imposición en curso del mal llamado Tren Maya, fue amenazado de muerte nuestro compañero Pedro Uc Be, de la Asamblea en Defensa del Territorio Maya Muuch Xiinbal
Por todo lo anterior señalamos que nuestros pueblos, naciones y tribus seguiremos cuidando y defendiendo las semillas de resistencia y rebeldía en medio de la muerte. Construyendo un camino que perdure en medio de la oscuridad; y nosotros, nosotras, ahí estaremos para sanar a nuestra madre tierra, junto con los pueblos del mundo.
Por la Reconstitución Integral de Nuestros Pueblos
Nunca Más Un México Sin Nosotros
Congreso Nacional Indígena
Concejo Indígena de Gobierno
Ejército Zapatista de Liberación Nacional