por Cunche del Campo
En Chile, los intereses de los grandes terratenientes, los banqueros y los capitalistas se fundieron totalmente en una oligarquía poderosa que controla toda la vida económica del país. Pero desde el mismo instante de su nacimiento, la burguesía nacional chilena demostró ser completamente servil a los imperialistas de turno, primero del imperialismo español y luego del imperialismo británico, para terminar en brazos del imperialismo norteamericano y actualmente están coqueteando con el imperialismo chino.
Esa fusión es lo que hace que la burguesía chilena diera muestras de su total incapacidad para llevar a cabo una de las tareas fundamentales de la revolución democrático-burguesa: la emancipación del país del dominio imperialista. Bajo el dominio de esta burguesía servil, todas las riquezas de Chile han sido saqueadas por los imperialistas o dilapidadas por una elite parasitaria.
El triunfo de la UP el 4 de Septiembre de 1970 y la aplicación de su programa desatan un proceso revolucionario que coloca a las clases en una situación de tensión histórica. No son sólo las realizaciones del Gobierno Popular, o el programa mismo, a lo que temen las clases dominantes, sino a la dinámica revolucionaria de las masas que pone en peligro al sistema capitalista.
La nacionalización plena del cobre el 11 de julio de 1971 representó un gran avance, ante las tímidas medidas de chilenización del gobierno de la DC encabezado por Frei Montalva que habían reducido al 49% la industria del cobre en manos de los grandes monopolios norteamericanos, por los que Frei pagó enormes indemnizaciones. Salvador Allende en cambio explicó que los monopolios estadounidenses apenas habían invertido entre 50 y 80 millones de dólares en Chile y que sus ganancias ascendieron a más de 1.500 millones de dólares. Por lo tanto, dichas empresas debían dinero a los chilenos.
Estos recursos permitieron llevar a cabo una serie de reformas sociales en beneficio de la clase trabajador que a su vez sirvieron para aumentar drásticamente el apoyo popular del gobierno: distribución gratuita de leche a los niños en los colegios, congelación de los arriendos y los precios, aumento de salarios y pensiones.
Los sectores populares más atrasados, apolíticos y apáticos de la sociedad vieron como un gobierno realmente actuaba en su beneficio y por supuesto querían ir por más.
El gobierno de Frei no fue capaz de llevar a cabo una verdadera reforma agraria y esta fue una de las principales razones del triunfo electoral de Allende. En vísperas de las elecciones, la situación en el campo se caracterizaba por una creciente frustración y presión entre los campesinos pobres sin tierra, que presionaban por cambios de verdad.
Este fue el primer aspecto que tuvo que abordar el gobierno de la UP en su política agraria, acelerar el proceso de las expropiaciones para responder a la presión e inquietud de los campesinos.
Sin lugar a duda la Nacionalización del cobre y la reforma agraria, junto a los beneficios que recibieron los trabajadores y sectores populares fueron los pilares del enorme apoyo popular que tenía la Unidad Popular y Salvador Allende, proceso que fue interrumpido cruelmente el 11 de septiembre de 1973.
