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Las graves y duraderas inundaciones de la parte central de Estados Unidos

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Por Adán Salgado Andrade
Estados Unidos (EU) es el primer productor mundial de gases contaminantes que están calentando la atmósfera. También produce mucha basura de todo tipo, sobre todo, plásticos, de los cuales, apenas si recicla el 9%, incinerando el resto o tirándolos en basureros (ver: https://www.wired.com/story/since-chinas-ban-recycling-in-the-us-has-gone-up-in-flames/).

Además, el actual presidente de EU, Donald Trump, desde el inicio de su fraudulento mandato, se ha opuesto a que su país siga realizando acciones que ayuden a disminuir el cambio climático, en el cual, ese nefasto personaje, no cree.

Pero cada vez son más los signos de que, aunque Trump o alguna parte de los estadounidenses nieguen el cambio climático, EU ya sufre las consecuencias que el calentamiento global está produciendo en todo el mundo.

Miles de estadounidenses, afectados por sequías, inundaciones e incendios forestales, están mudando, los que pueden, su lugar de residencia, a sitios más “seguros”, aunque cada vez sean menos los lugares que no sufran de tales eventos. Muy convenientemente, se les llama “refugiados climáticos”, pues los hacen huir de sus lugares de residencia las mencionadas causas (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/01/los-refugiados-climaticos.html).

En cuanto a las inundaciones, la parte central de EU, particularmente Missouri y Oklahoma, están siendo afectadas por las lluvias que vienen luego de los inviernos, recibiendo más humedad de la normal, como expone un artículo reciente de la revista digital Wired, escrito por Megan Molteni (ver: https://www.wired.com/story/for-the-midwest-epic-flooding-is-the-face-of-climate-change/).

Molteni comienza haciendo referencia a las torrenciales lluvias que azotaron esa parte de EU en mayo del 2019, las que dejaron al menos tres muertos en los mencionados estados. Y aunque lo peor de las lluvias pasó, toda la región debe de prepararse para inundaciones masivas. Esas lluvias y tanta humedad, siguieron a la senda dejada por los doce meses más “mojados”, ocurridos entre el 2018 y el 2019, que EU ha tenido desde 1895 (recuérdense los devastadores huracanes que azotaron a ese país en el 2017).

Ese record lo estableció la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration), indicando además, a principios del 2019, que un tercio de los 48 estados, de entre los de más bajo nivel del mar, tendrían mucho riesgo de inundaciones entre marzo y mayo del 2019, como así sucedió. “Doscientos millones de personas están en riesgo permanente de que sus comunidades se inunden”, estableció Ed Clark, director del NOAA.

Y así fue, pues ríos de Dakota del Norte, Ohio y Luisiana, rebasaron sus niveles por las intensas lluvias de mayo del 2019, provocando daños a granjas, casas y negocios por cientos de millones de dólares. Gran desgracia para EU, país centro mundial del capitalismo salvaje, para el que el dinero es lo más importante (ver: https://weather.com/news/news/2019-05-23-plains-midwest-flooding-forcing-evacuations).

Los científicos, como siempre, no se ponen aún “de acuerdo” en si esos catastróficos eventos son ocasionados por la elevación de las temperaturas, pero sí coinciden en que tal elevación, incrementa la humedad atmosférica, del orden de 7% más por cada grado centígrado extra. Eso ha llevado a que se den eventos climatológicos extremos más frecuentemente en todo EU, pero se acentúan en el oeste medio (Midwest), el que ha visto muy afectada su capacidad para almacenar la humedad excesiva (el huracán Barry que azotó en julio, incrementó aún más los, ya de por sí, rebasados niveles de ríos y presas).

Molteni continúa diciendo que los estudios sobre inundaciones se han enfocado más en las áreas costeras, las que han incrementado más la tendencia a inundarse al haber urbanizado playas, manglares, y otros elementos naturales que tendían a controlar las inundaciones. Pero ya, también, los científicos estudian los efectos que la mayor humedad, provocada por el calentamiento global, está ocasionando, y seguirá ocasionando, en el medio oeste estadounidense, en donde, igualmente, los elementos naturales, como bosques y humedales, han ido desapareciendo para dar sitio a tierras agrícolas.Ésas son, igualmente, muy dañinas para el medio ambiente, como ha sucedido, por ejemplo, en Argentina, en donde tantos años de haber convertido bosques a tierras para sembrar soya, su cultivo más abundante, colapsaron la capacidad natural, de una de tales regiones, de absorción del agua de lluvia por parte de los acuíferos, los que, literalmente, reventaron y ahora ya están surgiendo nuevos ríos, que amenazan, incluso, a regiones urbanas (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2018/04/los-nuevos-rios-argentinos-productos-de.html).

Estudios realizados en el 2015 por la Universidad de Iowa, compararon registros de descargas máximas de 700 estaciones de medición a lo largo del Medio Oeste. Su análisis, reportado en la publicación Nature, mostró que entre 1962 y 2011, la magnitud de eventos de inundaciones no había cambiado mucho, pero que en un tercio de los sitios estudiados, la magnitud de las inundaciones estaba incrementándose considerablemente.Un trabajo más reciente, publicado en febrero del 2019, por la Universidad de Notre Dame, indica que las inundaciones severas, aquéllas esperadas cada “cien años” se incrementarán en el Medio Oeste hasta en un treinta por ciento al final del presente siglo. Puede parecer mucho tiempo, pero si piensan los estadounidenses en dos generaciones más, los nietos de los jóvenes que están teniendo hijos actualmente, son los que sufrirán esas graves predicciones. Por eso es que movimientos como el de la activista adolescente sueca Greta Thunberg, buscan concientizar a la actual generación, particularmente a los poderes fácticos, políticos y económicos, que controlan el planeta, para que tomen verdadera conciencia de las cosas y, al menos, no empeoren más a este depredado planeta.

Uno de los autores del estudio de la universidad de Notre Dame, Kyuhyun Byun, llegó a esa conclusión, no sólo porque así lo indican las simulaciones computacionales del modelo empleado para las predicciones, sino porque South Bend, Indiana, ciudad en donde se localiza la universidad, apenas si se está recuperando de inundaciones “bíblicas”. La del 2017, de las que sucederían cada 500 años, que fue precedida en el 2016 por una de las que suceden ¡cada mil años! El alcalde de South Bend, quien fue invitado a un programa televisivo, criticando las bufonadas de Trump, de que el cambio climático “sólo se estaba viendo en el Polo Norte”, declaró que “No está sucediendo sólo en el Polo Norte, Está sucediendo en comunidades como la mía. Y eso es una emergencia”.

Así que además de los daños a las casas, negocios e infraestructura municipal, sigue Molteni, el incremento de las inundaciones en el Medio Oeste, impactará también la capacidad para producir alimentos. Tierras inundadas o húmedas, dificultan la agricultura estadounidense tan mecanizada, pues las grandes máquinas, como pesados tractores, trilladoras, cosechadoras… no podrán trabajar así, sólo se atascarán, ni tampoco se podría sembrar así, pues pocos cultivos se dan en tierras inundadas (ya, de por sí, el Valle Central de California está teniendo problemas para la producción de alimentos, debido a las largas sequías que ha estado padeciendo. Ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2017/04/calentamiento-global-imperio-agricola-y.html).

Al extremo, húmedo clima, hay que agregar la guerra comercial contra China, emprendida por el nefasto Trump, como causas para que la actividad agrícola de EU haya disminuido en el 2019, tan drásticamente. De acuerdo con el Departamento de Agricultura de EU, los granjeros han plantado sólo 40% de sus siembras de maíz para el 2019, menos de la mitad de lo que cultivan para esa época del año (México importa de EU un tercio del maíz que se consume, así que se verá afectado)

La siembra de soya, transgénica, claro, sólo se ha hecho en el 19% de acres, comparada con el 47% que se hace, en promedio. En Illinois, que es el segundo gran productor de soya y maíz, la tierra está tan empapada, que los niveles de humedad están llegando al 99% en todo el estado. Allí, los granjeros han plantado sólo 24% de acres para maíz y 11% de los de soya.

Así que, concluye Molteni, tierras muy empapadas, campos sin plantar, niveles altísimos de ríos, lanchas sueltas… es un escenario que cada vez será más común en el Medio Oeste – y en todos los países que sean afectados por esa tendencia –, provocado por el cambio climático, que nefastas personas como Trump y sus sátrapas, no reconocen.Mientras no se les inunden sus casas, que algunas desaparezcan bajo las aguas, se mantendrán en su estúpida posición.


Contacto: studillac@hotmail.com

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