Por Carlos Felipe Villa
NUESTRO PAÍS, MÉXICO julio 26, 2021
Vivimos en la historia de la pandemia de adicción a la corruptocracia, de la degradación, la autodestrucción de un sistema caduco que pertenece exclusivamente a los políticos tradicionales que solo desean usar las instituciones para el beneficio partidario y personal. Sin distinción alguna las élites políticas, los partidos políticos, están todos de acuerdo en proteger, preservar y dar continuidad a un sistema perverso del poder corrupto que tanto los ha beneficiado.