Robin Nilsen, CIT Noruega
La semana pasada, el gobierno minoritario de coalición bipartidista noruego se derrumbó, según el Financial Times (Londres), “sobre si Noruega debería conservar más de su electricidad para sí misma para bajar los precios o exportarla a la UE y el Reino Unido, una cuestión considerada crucial para las futuras relaciones con Bruselas”.
El partido rural de Centro abandonó el gobierno de coalición, afirmando que Noruega debía adoptar una postura más proteccionista en materia de electricidad. El Partido Laborista gobernará ahora en solitario hasta las elecciones de septiembre. Se ha comprometido a garantizar precios baratos de electricidad en todo el país y a no construir nuevos interconectores para exportar a Europa. Esto ha provocado la furia de los vecinos de Noruega, Dinamarca y Suecia, y de la UE.
Robin Nilsen analiza los problemas de clase subyacentes, como el alto costo de vida para la clase trabajadora, que llevaron al colapso del gobierno de coalición.
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El partido liberal noruego, el SP (Partido del Centro), ha decidido cínicamente retirarse de la coalición bipartidista que estaba en el poder en Noruega. Pero es poco probable que el electorado noruego olvide su pertenencia a un gobierno de coalición de «centroizquierda» que presidió una enorme pérdida de poder adquisitivo por parte de los trabajadores, los pobres y los jubilados.
Si hoy hubiera elecciones generales, según las encuestas, el SP (Partido del Centro) perdería la mayoría, si no todos, de sus escaños en Oslo. Después de las últimas elecciones nacionales de 2021, vimos que el AP (Partido Laborista Noruego o PNL) decidió, en lugar de formar una coalición con el partido de izquierda, formar una coalición con el SP (Partido del Centro). Esta coalición de dos partidos se alejó demasiado de la izquierda, dejando al SV (Socialistas de Izquierda) en posición de plantearles demandas, y al Rødt (Partido Comunista) fuera de juego.
El Partido Laborista Noruego y el Partido del Centro eran los que mandaban y el SV (Socialistas de Izquierda) hacía algo de trabajo negociando por unas migajas (a veces significativas, pero al fin y al cabo migajas). En un presupuesto, los Socialistas de Izquierda negociaron dinero extra para el SFO (pago a los profesores por trabajar horas extra, acortando el tiempo entre la finalización de las clases y la llegada de los padres a casa del trabajo), del que más tarde se atribuyó el mérito el Partido Laborista.
En los últimos años, el gobierno de coalición liderado por el Partido Laborista se ha enfrentado a muchos desafíos y ha intentado tímidamente, pero sin éxito, solucionarlos. Los precios de los alimentos, la electricidad, la gasolina, el diésel, etc. aumentaron significativamente (ahora se han estabilizado, pero es probable que vuelvan a subir pronto). Los alquileres, las hipotecas y los intereses bancarios han aumentado.
La líder parlamentaria de los Socialistas de Izquierda (SV), Kirsti Bergstø, se está posicionando (y también al grupo parlamentario del SV) para reemplazar al SP (Partido de Centro) (aunque algunos miembros del SV en las redes sociales argumentan que es muy antidemocrático hacerlo sin una decisión de la Conferencia Nacional).
En la mayoría de las encuestas generales, el Partido Laborista y la coalición del Partido del Centro han estado perdiendo mandatos, y la principal encuesta posterior a Navidad mostró que habían caído a menos del 20% y los dos principales partidos conservadores combinados totalizaban más del 60%.
La coalición del Partido Laborista y el Partido del Centro estaba aplicando la política neoliberal de la UE y no hacía nada para solucionar las causas de la austeridad. Esto puede hacer que los populistas de derecha regresen a las próximas elecciones de septiembre de 2025, de manera similar a lo que sucedió en las elecciones de los Estados Unidos, donde Trump fue reelegido. Las políticas del Partido Laborista y la coalición del Partido del Centro están desempeñando un papel importante en el regreso de los populistas de derecha.
Todos los consejos locales y de condado (Kommune y Fylkekommunene) de Noruega están infrafinanciados porque los conservadores (H Høyre) se llevaron unos 48.000 millones de coronas noruegas (4.800 millones de libras esterlinas) de los presupuestos de los consejos regionales y locales para conceder desgravaciones fiscales principalmente a sus amigos y oligarcas. El Partido Laborista y la coalición del Partido del Centro podrían haber revertido estos recortes, pero han optado por no hacerlo. Y en el manifiesto del FRP (Partido Populista de la Libertad), que probablemente aumentará su apoyo en las elecciones de septiembre, vemos más recortes en los presupuestos de los hospitales y las escuelas. Después intentarán añadir recortes fiscales; algunos irán a parar a los trabajadores, pero la mayoría a sus patrocinadores millonarios.
Cualquier partido obrero decente habría visto cómo los ayuntamientos conseguían aumentar su financiación presupuestaria anulando los recortes realizados por los partidos de derecha.
El CIT en Noruega dice:
Revertir los recortes gubernamentales a nivel municipal.
Construir más viviendas para estudiantes, especialmente en zonas rurales.
Más y mejor transporte público y totalmente integrado en las zonas rurales.
La introducción de trenes eléctricos de alta velocidad, la reducción de la dependencia de los aviones, etc.
Hacer que los ricos paguen la crisis del costo de vida.
Nacionalizar los bancos y las compañías de seguros, bajo control y gestión democrática de los trabajadores.
Renacionalización de la industria energética.
Una enorme inversión gubernamental a nivel regional y municipal, para que se puedan recuperar todos los empleos perdidos y se puedan reanudar servicios públicos asequibles y que funcionen adecuadamente.
Semana laboral de 30 horas, sin pérdida de salario.
Por campañas masivas lideradas por trabajadores y sindicatos para revertir el cambio climático.
Los votantes acogerían con agrado todo este tipo de medidas, junto con un programa completo de cambio socialista.
¡Por un partido de izquierda fuerte basado en la clase trabajadora y políticas socialistas independientes!
