Hace 51 años, en enero de 1970, un incendio destruyó gran parte de las dependencias de la industria Carozzi de Quilpué.
Cientos de obreros quedaron en el desamparo cuando la empresa presidida por Francisco de Caso y con Gonzalo Bofill de Caso en el directorio decidió acogerse a un resquicio de la la ley para no pagar la indemnización a los trabajadores.
Este hecho permitió a la empresa cambiar toda su producción a la planta de Nos, que había adquirido a fines de los 50 esperando el momento justo para deshacerse de sus trabajadores de la ciudad de Quilpué.
La empresa nunca pagó las indemnizaciones a sus trabajadores que quedaron sin su fuente laboral.
En la memoria quedó la evidencia de que la empresa quemó la fábrica para cobrar seguros y partir una nueva etapa en la región metropolitana.
Finalmente el Estado pagó una parte de las indemnizaciones luego de una ley que promovieron los parlamentario de la zona.
Casi 50 años después del incendio y de la tragedia a las familias obreras, en 2019 el municipio le cambia el nombre a 2 calles colindantes con el nuevo edificio municipal: las nombra calles Gonzalo Bofill y calle Francisco de Caso.