Diego Carmoni
Después de las elecciones, nos encontramos en un punto de organización y conciencia mejor que antes, energizados en una lucha contra la austeridad inhumana de los tories, quienes fueron desenmascarados como lo que son el Nasty Party de los millonarios. A pesar la campaña perversa de Theresa May y los medios reaccionarios, contra Jeremy, aprovechándose de manera descarada de las tragedias de Manchester y Londres, ella es ya un cadáver politico.
Despues de muchos años tenemos la oportunidad de unificar a la clase trabajadora, los estudiantes, los pensionados, los inmigrantes, en una movimiento que entierre las politicas de los tories, levantando un gran movimiento anticapitalista. Pero si queremos que las cosas cambien para siempre, tendremos que seguir luchando, mucho más que antes. Recuperando no sólo nuestra conciencia de clase, sino también nuestra conciencia política, de mirar el mundo no con los ojos del individuo, sino con el método de solidaridad y organización colectiva. Conectar nuestros problemas y también las soluciones, mucho más allá de las siglas, partidos y organizaciones que luchan por representarnos; Estamos aquí para representarnos a nosotros mismos, organizados como clase para cambiar la sociedad.
Esta lucha, de la que hablamos, se desarrollará en muchas áreas, en el trabajo, en la calle, en los barrios, en los colegios. Creando y tejiendo las redes de solidaridad y apoyo mutuo que siempre han caracterizado a la clase obrera y que perdimos con el «nuevo laborismo» de Tony Blair y la burocracia sindical. Una solidaridad que tendremos que demostrar con nuestros compañeros trabajadores, oponiéndose a los despidos y la pérdida de derechos con todos los medios a nuestro alcance y nunca dando la batalla por perdidos. Contra los recortes sociales, involucrándonos en las diferentes luchas existentes y aquellas nuevas que surgirán. Como trabajadores y consumidores, y negándonos a ser espectadores del colapso del capitalismo, si no a ser los protagonistas de la construcción de una nueva economía y una nueva forma de relacionar y gestionar nuestras vidas con solidaridad de clase e internacionalismo obrero.
El desafío que tenemos ante nosotros es crear una estructura social que nos permita liberarnos del sistema capitalista, su explotación y su política de guerra y agresión permanente, y esta es una obra que no se puede hacer ningún tipo de gobierno tradicional. Para esta tarea, la unión como clase obrera es nuestra única defensa y también nuestro único método de ataque, para que los verdaderos productores tomemos el control de la economía, la sociedad y el estado, en beneficio de la mayoría de la gente, con un Gobierno Obrero Socialista. La balanza se comenzó a inclinar a favor de los oprimidos, los de abajo, es una ocasión histórica que sería un crimen desaprovecharla. !!UNIDOS PODEMOS VENCER¡¡.
