por Celso Calfullan, Comité por una Internacional de Trabajadores
A pocos días que se cumplan siete meses del gobierno de Boric, ya está claro que no veremos grandes cambios bajo su mandato, el gobierno ya se farreo los primeros seis meses y como plantean muchos analistas “lo que no se hace en los primeros cien días, no se hará nunca”.
Si lo comparamos con el gobierno anterior de Piñera, está por debajo de lo que hizo la derecha, que entrego los IFE, los retiros de los 10%, que entregaron un cierto alivio a las familias de la clase trabajadora.
También se dijo que el gobierno de Piñera era terrorista por los estados de excepción en la Araucanía, que vendía la soberanía de nuestro país por intentar aprobar el TPP-11, bueno el gobierno de Boric es todo eso y más, algo que resulta incomprensible para muchos de los que votaron por él, lo que explica la enorme caída que tiene su aprobación en los sectores populares.
La enorme represión desplegada el 18 de octubre recién pasado, cuando se cumplieron tres años de la gran explosión social de 2019 y la defensa cerrada de carabineros y los atropellos de los derechos humanos en Chile, viene a ahondar aun más el desapego entre la población y el gobierno.
Poner en el mismo plano la brutal represión de carabineros y la legitima protesta popular, significa poner en el mismo plano las violaciones a los derechos humanos y el legítimo derecho que tienen los trabajadores y sectores populares de defender sus derechos más básicos, frente al abuso patronal y un sistema nefasto como el capitalismo que le niega sus derechos.
Otras promesas que no se cumplen tienen que ver con un tema muy relevante como la educación, partiendo por condonar las deudas del CAE. Un sistema que solo ha servido para que unos pocos banqueros (siete bancos) puedan llenar sus bolsillos, junto a los dueños de las universidades privadas, todo a costa de que casi un millón de familias hoy se encuentren endeudadas.
Con los presos políticos de la revuelta, tampoco se ha cumplido con las promesas realizadas a las familias de las y los jóvenes que todavía siguen encarcelados en este país, entregando todo tipo de excusas para no cumplir con lo acordado.
A casi siete meses del gobierno de Boric, hay varias otras promesas incumplidas. Como la de que bajo este gobierno se terminaría con los contratos de los amigos del presidente, o de los ministros y las cuotas de los partidos, algo que no puede estar más alejado de la realidad.
Gabriel Boric durante la campaña también prometió: “Vamos a terminar con las AFP y crear un sistema de seguridad social para todos y todas”. Por lo poco que se sabe de la propuesta del gobierno, se mantendrán las AFP y se van a socializar las perdidas, aumentando la Pensión Garantizada Universal (PGU), el gobierno que no recibe un peso de los fondos de pensiones, es la que hoy está pagando las pensiones, mientras los “accionistas” de las AFP se siguen repartiendo cifras millonarias entre ellos.
Como excusa para no avanzar se usa el triunfo del rechazo, esto realmente es no entender nada, dado que la bronca se sigue acumulando entre los sectores populares, desde ya se puede decir que será inevitable ver una nueva revuelta popular.
Pero también podemos decir que entre las negras nubes de la reacción que hoy nos cercan ya podemos empezar a ver el resplandor de un nuevo octubre revolucionario.
Celso Calfullan.