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Estados Unidos – Significado del peligroso triunfo de Trump para México y para el mundo. 

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Manuel Aguilar Mora, Ciudad de México, 24-1-2025

Correspondencia de Prensa, 3-2-2025

La segunda victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024 con más poder social, legislativo y de experiencia con respecto a su primera presidencia de 2017-2021 es un hito político que ha conmovido al mundo por lo que representa la llegada de un personaje tan reaccionario, tóxico y maligno a la Casa Blanca en Washington para el mundo y concretamente para México, el vecino sureño directo de la potencia norteamericana. Trump proclamó que su movimiento MAGA (por sus siglas en inglés Make America Great Again) era el inicio de un nuevo EUA, comenzaban los “años dorados” de EUA. ¿Qué ha sucedido en EUA? ¿Cómo ha cambiado la élite del poder estadounidense? ¿Adónde va EUA?

Derrota demócrata

La victoria de Trump representa en primer lugar una colosal derrota para el Partido Demócrata al que muchas encuestas consideraban que podría mantenerse con su candidata Kamala Harris en el poder y de hecho fue aplastado más que electoral ante todo políticamente, no sólo por la victoria en el peculiar y anacrónico Colegio Electoral que decide los resultados de las elecciones presidenciales en EUA sino, por primera vez incluso en las elecciones populares directas siempre favorables a los demócratas en los últimos veinte años. Son numerosos los hechos que hacen de la segunda llegada al poder de Trump un caso representativo de poderosos cambios políticos cuyas consecuencias son visibles y muy preocupantes para una compleja y de por sí muy peligrosa situación mundial.

La abrumadora votación pro-Trump atravesó todos los sectores sociales desde los tradicionales de los trabajadores blancos que le dieron la espalda a los demócratas pasando por amplias franjas de la población llamada hispánica (que incluye a la de origen mexicano), los grupos de trabajadores asiáticos e incluso de la población negra. Las mujeres que se esperaba apoyarían a Kamala se abstuvieron de participar abrumadoramente en las urnas y muchas lo hicieron por Trump.

La explicación de estos acontecimientos es vital para calibrar lo más precisamente posible lo que ha sucedido y sus perspectivas. La naturaleza tan compleja y contradictoria de esta situación ha provocado un diluvio de informaciones e interpretaciones. Comencemos por la explicación de las causas del triunfo republicano trumpista. Todo indica que la principal está en la economía, concretamente en la explosión inflacionaria iniciada en 2022 consecuencia directa de las medidas del gobierno de Biden para provocar rápidamente la recuperación económica estadounidense necesaria para superar la depresión provocada por los estragos de la epidemia del covid. De hecho, el resultado de tales medidas fue contradictorio pues la economía estadounidense en efecto se recuperó con mucho éxito que se expresó ante todo en las ganancias extraordinaria de poderosos sectores capitalistas. Además, esta recuperación coincidió con las dos guerras que estallaron durante el gobierno demócrata de Biden, la de Ucrania y la ofensiva genocida sionista del gobierno de Netanyahu contra el pueblo de Gaza y otros lugares de Palestina. Estas guerras demandaron enormes cantidades de armamento. El consiguiente espectacular auge económico en el complejo militar-industrial clave de la economía de EUA tuvo también enormes efectos inflacionarios. La carestía de la vida resultante pegó fuertemente en la población trabajadora en general. El castigo al gobierno de Biden se expresó de diversas formas. Por ejemplo, la votación a Harris fue menor a la obtenida por Biden cuatro años antes mostrando un abstencionismo mayor que el tradicional y los demócratas perdieron en estados claves que antes eran suyos como Arizona, Georgia, Pennsylvania entre otros.

La crudeza con la que el gobierno demócrata navegó en los cuatro años de la presidencia de Biden jugó también un papel notable de la cual el astuto manipulador de los sentimientos populares que es Trump sacó gran provecho. El proceso iniciado en su contra por sus numerosos crímenes cometidos, tanto penales como políticos, en especial su participación en el golpe escenificado por sus partidarios en enero de 2021 en el Capitolio en Washington para impedir la proclamación de la victoria de Biden, fue convertido por el magnate naranja en un espectáculo en el cual era la víctima de una “cacería de brujas”. La forma con la que trató el establishment liberal las dos guerras que estallaron en Ucrania y en Palestina evidenció su patente hipocresía. La embestida de todos contra Putin, el invasor ruso de Ucrania, era paralela del apoyo absoluto al genocidio del gobierno sionista de Israel contra el pueblo palestino, pintando a Putin como un siniestro personaje gansteril y Biden abrazando en Tel Aviv a Netanyahu como un líder “democrático”. El grotesco espectáculo pesó ciertamente en la derrota demócrata y se puso en evidencia en la oleada de protestas contra el apoyo de Washington al gobierno de Israel en muchas universidades estadounidenses. En esta situación donde quedaba la “verdad”, los derechos humanos, la pluralidad, la democracia y el diálogo razonado. Dónde estaban los datos reales, acaso todo era “fake news”. Este descarado cinismo no pasó bien la prueba en noviembre de 2024.

El vendaval naranja

En las ceremonias de la toma de posesión como el inquilino de la Casa Blanca, Trump se presentó como el Trump recargado al máximo, tal y como se había mostrado en su campaña. Fue en sus intervenciones, empezando con su discurso central, en donde se expresaron sus posiciones políticas…hasta el momento. No escatimó feroces críticas al gobierno de Biden que frente a él lo escuchaba compungido. Tácticamente no habló de las guerras en las que en este momento interviene decisivamente, aunque de modo indirecto el gobierno estadounidense. En cambio, se refirió con amplitud a la que llamó “la invasión” de los inmigrantes tratados como delincuentes que se infiltran por la frontera sur con México, poniendo en peligro la seguridad estadounidense por lo que de inmediato la ha militarizado con miles de soldados. Su prepotencia permitía entender que todas las declaraciones anteriores y posteriores que ha hecho sobre comprar Groenlandia, recuperar el canal de Panamá, la anexión de Canadá como un nuevo estado de la Unión Americana, el cambio de nombre del Golfo de México por Golfo de América y la imposición de altos aranceles a las mercancías importadas como manera principal de conducir su guerra comercial contra su principal rival económico, la República Popular de China no eran sólo provocaciones sino que son la expresión de la situación prevaleciente, marcada en gran medida por pugnas en el seno de los grupos gobernantes estadounidenses.

De inmediato Trump se dedicó a emitir “decretos” de ejecución inmediata: prohibición del derecho a la ciudadanía por nacimiento a los hijos de los indocumentados, cancelación del llamado Plan CPOB que programaba citas a miles de inmigrantes que desean entrar legalmente y que ahora se quedan en México, indulto general a más de 1500 acusados, muchos de ellos ya en prisión, de participar en la ocupación del Capitolio para impedir la proclamación del triunfo de Biden en enero de 2021, retiro de EUA de la Organización Mundial de la Salud y otros más.

La crueldad de muchas de estas medidas es evidente. Van dirigidas contra cinco millones de paisanos y otros tantos caribeños, centro y sudamericanos e incluso contra inmigrantes de Asia y África. La unilateralidad autoritaria de estas medidas se expresó de inmediato en la renovación, sin consulta alguna con el gobierno mexicano, del Plan Quédate en México derogado por Biden. La discusión sobre la viabilidad de las metas declaradas por Trump de la expulsión de millones de indocumentados es vigente, así como las reacciones de los propios trabajadores amenazados. Sin embargo, sea cual sea en la práctica el desarrollo de estas medidas, una cosa es ya segura: mucho daño, dolor y sufrimientos serán la realidad en decenas de miles de trabajadores y sus familiares. En Chicago, por ejemplo, ya hubo una manifestación contra estas medidas antihumanas y antidemocráticas. “Tenemos 40 años trabajando aquí y no nos vamos”, muchos millones de trabajadores inmigrantes dicen ya y otros lo dirán muy pronto lo mismo mientras el miedo de la represión que se anuncia persiguiendo a todos los inmigrantes en iglesias, en refugios, en empresas se transforme en resistencia y espíritu de lucha. Para México el reto es grande por muchas razones. Simplemente la posible situación que surja en la región fronteriza norte con los expulsados y las caravanas de los que quieran cruzar no será fácil de ordenar. También una posible disminución de remesas afectará a miles de familias que dependen de ellas para su subsistencia. Embriones de situaciones caóticas serán inevitables. La política durante el gobierno de AMLO desde el inicio en 2019 fue la de aceptar colaborar con la “Border Patrol” en el control del río de inmigrantes que entraban por la frontera sur impidiendo que llegaran al norte. Miles de guardias nacionales fueron enviados por AMLO para contener el flujo. ¿Cómo reaccionará la presidenta Claudia Sheinbaum?

Las amenazas a México

Como se apreció en el mismo discurso central de la toma de posesión del 20 de enero, Trump considera a México como uno de los espacios fundamentales en los cuales desplegar sus políticas tóxicas. Son dos los campos en los cuales las amenazas de Trump representan un verdadero peligro: la economía y la seguridad. El Tratado comercial de Norteamérica entre EUA, Canadá y México será puesto en el tapete de la discusión por la decisión trumpiana de elevar los aranceles de las importaciones a su país. México desde el año pasado se ha convertido en el principal socio comercial de EUA, por tanto, es evidente que el desafío para el gobierno y las empresas de México que negocian con las empresas estadounidenses es mayúsculo. De los acuerdos o desacuerdos que surjan dependerán muchas cosas. Trump considera que en su competencia comercial feroz con China la vigilancia de la frontera sur con México es fundamental. El gobierno mexicano ha comenzado a reaccionar y ha cerrado centros comerciales chinos muy concurridos.

Pero es en el rubro de la seguridad en donde ha surgido la situación más delicada, potencial de enfrentamientos duros y peligrosos. Se trata de la orden ejecutiva en la que Trump declara a los cárteles mexicanos Organizaciones Terroristas Extranjeras que representan un peligro para la seguridad nacional de EUA, controlando enormes territorios de México y actuando como gobiernos de facto en ellos. La orden firmada por Trump el lunes 20 pasado fijó un plazo máximo de 14 días para que el Departamento de Estado, tras consultar con los de Justicia y el Tesoro, y la Dirección de Inteligencia, recomiende si los cárteles deben ser designados como tales organizaciones. Para la mencionada orden dichos cárteles funcionan con China como distribuidores de fentanilo.

Es una amenaza a la soberanía nacional pues la interpretación de este tipo de leyes ampara la intervención del gobierno estadounidense en todos los lugares del planeta en que tales organizaciones actúan. Al respecto tal es su preocupación que Trump no se moderó y recurrió a la invocación de un Acta contra Enemigos Extranjeros emitida en Washington en ¡1798, hace más de dos siglos!

Este tipo de ley es de aplicación amplia y está dirigida a castigar a toda entidad física o moral que tenga relaciones de cualquier tipo, desde financieras hasta personales, por ejemplo, por extorsión, con los cárteles. Hoy las relaciones del gobierno de Trump al respecto de las actividades de los cárteles será muy diferente a las que se dieron en el sexenio de AMLO tanto en el primer gobierno de Trump como después con Biden. De hecho, fue en el último tramo del gobierno de este último cuando dichas relaciones ya tuvieron un abrupto cambio con motivo de la detención del Mayo Zambada en Sinaloa producto de una operación en la que evidentemente intervinieron agencias policiacas estadounidenses. La situación es de gravedad pues la interpretación de esta ley puede afectar al trato que durante todo el sexenio obradorista se dio a los cárteles de “abrazos y no balazos” cuyo resultado nada positivo fue que en efecto no hubo una política de combate de los delincuentes (“abrazos”) pero los “balazos” no cesaron y el resultado fue que al fin de su gobierno los asesinatos de los cárteles superaron los números tanto del gobierno de Calderón como del de Peña Nieto.

La disputa por la dominación del mundo

Las colosales transformaciones ocurridas en el mundo en las últimas tres décadas, digamos a partir de la caída de la Unión Soviética, la restauración del capitalismo en los extensos territorios que constituían la Unión Soviética, pero sobre todo dicha restauración en la República Popular de China ha culminado en el surgimiento de dos bloques principales el encabezado por EUA y el encabezado por China, con sus respectivos aliados-satélites. La hegemonía de EUA como polo central dominante de la globalización imperialista-capitalista, ejercida durante más de un siglo llegó a su fin. Durante la “guerra fría” de 1945-1991 el desafío del bloque soviético era ante todo político e ideológico más que económico porque estos países en transición entre el capitalismo y el socialismo no estaban integrados al mercado mundial capitalista, el cual, por supuesto los influía, provocando en gran medida su fracaso como precisamente se demostró con las restauraciones capitalistas ocurridas en la mayoría de ellos. EUA mantuvo con creces su dominación en la nueva situación hasta que el surgimiento a raíz de la crisis financiera de 2008 se hizo evidente que China, acompañada de Rusia, comenzaba con éxito a competir económicamente en los mercados mundiales. La dominación mundial estadounidense se mantenía claramente en el orden militar con el ejército que disponía y controlaba la producción del complejo industrial-militar del Pentágono que representa la mitad del armamento mundial. Pero EUA comenzaba a rezagarse con respecto a la producción tecnológica e industrial de China. Aunque financieramente el dólar seguía siendo el equivalente monetario universal sin competencia, sectores poderosos estadounidenses se percataban que China se había convertido en un verdadero rival de EUA en la lucha por la dominación del mundo. Esta nueva situación comenzó a ser materia de discusión y del surgimiento d corrientes en el seno d los dos partidos hegemónicos gobernantes de la clase imperialista de EUA. Pero ha sido en el Partido Republicano donde esta corriente que considera que EUA debe reaccionar ante China con determinación y fuerza para impedir que le arrebate su dominio del mundo. Esta situación se hizo evidente ya en el primer gobierno de Trump, se está corroborando hoy mismo al inicio de su segundo gobierno.

Los planes no muy transparentes que han salido a relucir en materia económica hablan de un hilo proteccionista que esta en el fondo de su visión al respecto. Trump es un hombre del lobby petrolero estadounidense. El extractivismo y el desprecio por las cuestiones del cuidado del medio ambiente, como por los de la salud están presentes.

Pero ese hilo proteccionista es muy evidente en su visión de la renovación económica. Un hecho sobresaliente que apunta claramente hacia donde van las iniciativas estratégicas trumpianas es su apoyo a la actitud del sector clave del complejo industrial-tecnológico. Se trata de fortalecer el núcleo fundamental y poderoso del complejo industrial-tecnológico, en el cual la hegemonía estadounidense es casi total, decisión que ha sido muy bien recibida por la mayoría de las compañías que han cambiado sus preferencias anteriores por el Partido Demócrata y se han acercado a Trump. Apple, Microsoft, Alphabet (Google), Amazon, Oracle y Meta (Facebook) todas ellas estadounidenses y primeras en sus ramos. Sólo dos días después de su toma de posesión se reunió con los jefes de un proyecto bautizado como Stargate que se concentra en el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) dirigido por Softbank del magnate japonés Mayosh Son y en el que participan Oracle y OpenAI. Declararon que su inversión inicial es de 100 mil millones de dólares que consideran llegará a los 500 mmd en los próximos años. También dijeron que no habrían iniciado tal proyecto si hubieran ganado las elecciones los demócratas.

¿Y qué decir de la exhibicionista presencia de Elon Musk en las ceremonias de la toma de posesión, al lado del presidente, jactándose de su cercanía con el poder, él, el hombre más rico del mundo que ostentando su soberbia sin recato da el saludo nazi mostrando con su sola presencia a quienes representa realmente el hombre naranja?

El antiimperialismo del siglo XXI

A los cuatro días de la toma de posesión de Trump la conmoción mundial que ha provocado sigue desatada. En México, un país afectado directamente por lo que haga y no haga en su presidencia, la posición estratégica de los que luchamos por un nuevo México y mundo será la de reivindicar nuestro programa democrático, socialista, libertario, feminista e internacionalista. Nuestro antiimperialismo es anticapitalista, es internacionalista porque lucha y luchará con los millones de mexicanos y demás inmigrantes amenazados en EUA contra su expulsión y exigimos el trato humano y digno por el gobierno de México de los hombres y mujeres que llegarán a nuestro país expulsados de EUA. Porque son trabajadores, porque sólo unidos aquí y con ellos por arriba de la frontera en una sola lucha podremos superar y ganar las duras batallas de clases que están por venir.

Ante las amenazas directas de intervenir directamente con sus agencias policiacas y militares en el territorio mexicano para reprimir a los cárteles que operan en el país, convocamos a un Frente Unido para defendernos juntos de la agresión imperialista con todos los que luchen contra una posible intervención. Somos los trabajadores mexicanos quienes se encargarán de limpiar el país de la escoria y maldad que la política hipócrita de los gobiernos burgueses ha permitido el fortalecimiento y expansión del crimen organizado. Luchando juntos con todos los que se opongan a Trump y sus agentes por arriba de partidos e ideologías, pero manteniendo nuestra independencia política e ideológica, en especial con respecto al gobierno mexicano actual el cual como los anteriores del PRI, del PAN, del PRIAN y de AMLO han sido con sus políticas conciliadoras y cómplices los responsables de la situación en la que nos encontramos.

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