El Clarín De Chile
Esta generosa pensión es percibida por los ex mandatarios sin necesidad de cumplir con ninguna contingencia que la justifique. En la imagen, el ex presidente Ricardo Lagos.
Un grupo de ciudadanos, agrupados en la organización «Aquí la Gente» y presididos por Ernesto Medina Aguayo, recolectaron 20,000 firmas de chilenos que solicitaron al presidente de la República, Gabriel Boric, una iniciativa legal para poner fin a los 18.000.000 de pesos mensuales que reciben vitaliciamente los ex presidentes de la República.
Esta generosa pensión es percibida por los ex mandatarios sin necesidad de cumplir con ninguna contingencia que la justifique. Sebastián Piñera, a pesar de ser multimillonario, la recibía al igual que el actual presidente, quien se jubilaría a los 40 años sin enfrentar la desagradable situación de tener que trabajar.
Este privilegio comenzó con una reforma constitucional diseñada para incentivar al general Pinochet a abandonar el Senado, cargo al que había llegado con el inapelable argumento de las bayonetas.
Los presidentes democráticos posteriores no quisieron derogar este beneficio, que ahora también les favorece. El argumento para imponer esta carga al erario nacional fue que los ex presidentes deberían mantener una «dignidad» especial, una especie de condición nobiliaria en medio de una república, lo que constituye una paradoja jurídica y política.
Ante la petición de los ciudadanos de «Aquí la Gente», el ministro Álvaro Elizalde respondió «por especial encargo de Su Excelencia», citando las disposiciones legales que respaldan esta asignación y jactándose de tener una política desplegada para el buen uso de los recursos públicos.
En estas circunstancias, los chilenos que se oponen a esta generosa pensión auto asignada llevarán el caso a los tribunales.
Cabe destacar que esta prebenda existía en México, pero el presidente Andrés Manuel López Obrador la derogó. Esta jubilación es superior a la que reciben los presidentes de Estados Unidos y de los países miembros de la OCDE.