por Celso Calfullan
En septiembre el Banco Central de Chile entrego su Informe de Política Monetaria (IPoM), entre las cosas más polémicas del informe esta su crítica al mercado laboral, mencionando el impacto negativo que tuvo el aumento del salario mínimo y la instauración de las 40 horas semanales.
Como pueden criticar un salario mínimo de poco más de 500 mil pesos, gente como Rosanna Costa que recibe un salario de $17 millones 903 mil pesos brutos en septiembre de 2024, en septiembre de 2025 probablemente su salario incluye varios ceros más, a ese salario hay que agregar otras asignaciones y bonos. El resto de los directores también suman salarios millonarios.
Como podemos ver el capitalismo funciona, pero solo para unos pocos y esos pocos además encuentran que un salario mínimo de poco más de 500 mil pesos que reciben un porcentaje importante de trabajadores es demasiado alto.
Por otro lado las grandes mayorías, o sea, los trabajadores se deben acostumbrar a recibir salarios mínimos miserables. 70% de los trabajadores gana $700 mil pesos o menos, algo que sigue siendo mísero, si lo comparamos con el gasto mediano de los hogares en Chile, que en 2023 era de $1 millón, 74 mil pesos, no hay datos disponibles para el 2025, pero queda claro que los salarios en Chile están muy lejos de ese gasto mediano que necesitan las familias de los trabajadores chilenos.
Con respecto a las 40 horas semanales, siempre omiten que esta ley incluye la flexibilidad laboral, que le permite al empresariado pactar jornadas especiales, en otras palabras se presta para el abuso patronal, algo que ha afectado a los trabajadores del retail, del comercio, la realidad nos dice que no ha sido un verdadero beneficio para los trabajadores.
A lo anterior debemos sumar las pensiones de hambre que reciben los trabajadores que se están pensionando, que son pagadas por las AFP, a raíz de esto el Estado ha tenido que implementar la Pensión Garantizada Universal (PGU), pensión que la paga el Estado, que durante el mes de septiembre paso de $224 mil a $250 mil pesos, bueno cualquiera entiende que con esta cifra, que es un poco menos de la mitad del salario mínimo estas condenado a pasar hambre.
También debemos sumar la existencia de una salud publica deplorable y deficitaria, algo muy parecido a lo que ocurre con la educación pública que sigue siendo de muy mala calidad. Para empeorar aún más esta situación debemos recordar el enorme déficit de viviendas que existe en Chile, que hace rato sobrepaso el millón de viviendas, para los sectores populares.
Según la derecha y los empresarios el problema que tenemos es por culpa de una baja productividad y un crecimiento bajo, pero como revelan algunos estudios de la Fundación SOL que se planteó la siguiente pregunta ¿Quién crece cuando chile crece? Entre 2024 y 2029 el ingreso liquido real de las personas ocupadas aumento un 6,6%, pero en el mismo periodo el PIB real aumento un 10,1%, o sea, 53% más que el salario promedio.
Lo central en Chile sigue siendo la mala distribución del ingreso, el 1% más rico en Chile concentra el 49,8% de las riquezas. Por otro lado el 1% de mayores ingresos concentra casi un 30% de los ingresos totales del país, esta última cifra es distinta a la concentración de la riqueza que se refiere al patrimonio acumulado.
El problema central sigue siendo que a pesar de la generación de riqueza en el país, esta no se distribuye equitativamente entre la población, dicho en palabras populares “el chancho está muy mal pelado en Chile”.
Terminar con todas estas injusticias, es la tarea central que tenemos los trabajadores en Chile y el mundo.
Celso Calfullan.












¡Absolutamente! Este artículo es una joya. Criticar un salario mínimo de 500 mil pesos cuando otros ganan decenas de millones es como criticar que el cielo es azul. ¡Qué ironía! Mientras los directores se frotan las manos con sus sueldos millonarios, el 70% de los trabajadores lucha con lo básico, como si 700 mil pesos fuera una fortuna en 2025. Y las 40 horas… ¡una maravilla con flexibilidad para el abuso patronal! Es como decir compremos este producto, ¡solo tiene 10 agujeros!. Las pensiones de hambre, la salud pública deplorable, el déficit de viviendas… es un cuadro del capitalismo chileno: riqueza por un lado, miseria por otro. ¡El chancho está pelado al máximo! La solución, dicen, es que los trabajadores se acostumbren a menos. ¡Qué optimismo!act 2 ai video