“La representación precisa que hace Van Gogh de las turbulencias, podría deberse al estudio del movimiento de las nubes y la atmósfera o a un sentido innato de cómo capturar el dinamismo del cielo”, señalan los autores.
Creada: 17.09.2024
Es sin duda una de las obras de arte más conocidas de la historia. “La noche estrellada” muestra un cielo azul con remolinos, una luna amarilla y estrellas. El cielo es una explosión de colores y formas, cada estrella encapsulada en ondas amarillas, brillando con luz como reflejos en el agua. Todo ello gracias a las pinceladas de Vincent Van Gogh que crean una ilusión de movimiento del cielo tan convincente que llevó a los científicos atmosféricos a preguntarse hasta qué punto se alinea con la física de los cielos reales. Y parece que mucho.
Si bien el movimiento atmosférico en la pintura no se puede medir, las pinceladas sí. En un estudio publicado en Physics of Fluids, un equipo de científicos especializados en ciencias marinas y dinámica de fluidos, liderados por Yongxiang Huang, analizaron esta obra de Van Gogh para descubrir lo que llaman la turbulencia oculta en la representación del cielo del pintor.
“La escala de las pinceladas jugó un papel crucial – explica Huang -. Con una imagen digital de alta resolución, pudimos medir con precisión el tamaño típico de las pinceladas y compararlas con las escalas esperadas de las teorías de la turbulencia”.
Para revelar la turbulencia oculta, el equipo de Huang utilizó las pinceladas como si fueran hojas que se arremolinan en un remolino de viento para examinar la forma, la energía y la escala de las características atmosféricas. También utilizaron el brillo relativo, o luminancia, de los distintos colores de la pintura como sustituto de la energía cinética del movimiento.
“La obra revela una comprensión profunda e intuitiva de los fenómenos naturales – señala Huang -. La representación precisa de la turbulencia de Van Gogh podría deberse al estudio del movimiento de las nubes y la atmósfera, o a un sentido innato de cómo capturar el dinamismo del cielo”.
El estudio examinó la escala espacial de las 14 formas principales que giran en la pintura para averiguar si se alinean con la teoría de la energía en cascada que describe la transferencia de energía cinética de flujos turbulentos de gran escala a flujos turbulentos de pequeña escala en la atmósfera. Básicamente, si las espirales se relacionaban entre sí, de acuerdo a las leyes de la física.
Los resultados mostraron que sí. Todas las espirales retratan el movimiento atmosférico y la escala según la energía inercial medida. Al profundizar en el microcosmos dentro de las propias pinceladas, donde el brillo relativo se difunde por todo el lienzo, los investigadores descubrieron una alineación con la escala de Batchelor, que describe las leyes de energía en la turbulencia escalar pasiva a pequeña escala que sigue al movimiento atmosférico.
«Se cree que la turbulencia es una de las propiedades intrínsecas de los flujos dominados por la inercia, pero recientemente se han informado fenómenos similares a la turbulencia para diferentes tipos de sistemas de flujo en una amplia gama de escalas espaciales – concluye Huang -. Parece que es hora de proponer una nueva definición de turbulencia para abarcar más situaciones”.