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El departamento La Guajira, en el nordeste del país y con alta tasa de poblaciones indígenas, es el más afectado con 38 casos en los primeros nueve meses de 2018.
Le siguen César, Magdalena, Chocó, Valle del Cauca, Bolívar, Vichada, Atlántico, Norte de Santander, Antioquia, Meta, Risaralda, Córdoba y Nariño.
A pesar del trabajo de la Defensoría, del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, de las autoridades en salud, de las gobernaciones y la comunidad, en Colombia las muertes de niños por hambre se siguen contando por centenares, apuntó Blu Radio de Colombia.
En el caso de La Guajira, los menores de las comunidades nativas wayuú son las mayores víctimas, debido a que viven dispersos en el desierto y tienen grandes dificultades para la obtención de alimentos y para la atención médica.
El estado de desnutrición hace que el organismo esté más dispuesto a contraer cualquier bacteria, cualquier enfermedad, manifestó Olga Lucía Hoyos, secretaria de Salud del departamento de Risaralda.
