por Rómulo Pardo
El medio CIPER develó encuentros ocultos de al menos seis ministros con representantes de grandes empresarios chilenos.
Las reuniones se hicieron con la intermediación de un lobista de la derecha tradicional que antes había sido formalizado por
delitos tributarios vinculados a la facilitación de facturas falsas.
El lugar fue su departamento.
La ministra del Interior y el ministro de Relaciones Exteriores no han informado los nombres de las personas con que
sostuvieron encuentros.
La ministra del Trabajo, militante del partido comunista, reveló a CIPER que tuvo tres reuniones con representantes de
poderosos capitalistas, la Compañía de Papeles y Cartones, la Sociedad de Fomento Fabril, el Grupo Luksic, Larraín Vial, la
AFP Capital, la AFP Provida.
Los ministros de Economía y Medio Ambiente se reunieron con dirigentes de la industria salmonera, uno dueño de empresa
dedicada a la pesca y a la acuicultura. Tres semanas después del encuentro el gobierno presentó la nueva Ley de Pesca.
La ley en Chile exige que las reuniones de autoridades con personas que impulsan sus intereses en determinadas
resoluciones legales deban ser registradas como lobby para conocimiento público.
El gobierno decidió que las de sus ministros con los empresarios se mantuvieran en secreto.
El presidente Boric defendió su procedimiento: “Acá no ha habido ningún incumplimiento de la ley”.
Directora de Chile Transparente: “Lo que busca la ley es registrar toda actividad cuyo objetivo sea influir en decisiones
públicas, independiente de dónde y cuándo se lleve a cabo. Bajo esa perspectiva, estas conversaciones debieron
comunicarse públicamente”.
El poder fáctico del país lo tienen los grandes propietarios pero lo común es que sus objetivos se presenten al país como
diálogos institucionales por acuerdos entre sus políticos tradicionales y reformistas.
En este caso optaron por intervenir directamente.
El reformismo a veces llamado izquierda no contaba con que CIPER informara el trasluz de su discurso de transparencia.