Andrés Figueroa Cornejo / resumen.cl
“Las bases han hablado fuerte y claro”, señaló Enrique Lizana, Director del Sindicato Interempresas CCU y Filiales, y Tesorero de la Federación Nacional CCU. La Compañía de Cervecerías Unidas es una corporación propiedad del grupo económico Luksic, el más grande en Chile y uno de los principales en América Latina
Tal como se había anunciado en las asambleas de los vendedores sindicalizados de la Comercial CCU, el pasado 27 de mayo, este viernes 31, desde muy temprano se votó formal, secreta, informada, democrática y legalmente, en unánime e histórico 100 por ciento y sin ningún sufragio distinto, en contra de la última oferta de la firma y a favor de iniciar la huelga, herramienta de lucha legítima y antigua de los asalariados.
“Lamentablemente la empresa rechazó completamente nuestras demandas basadas en la equidad. Siempre hemos sostenido como principio de justicia y razón que un mismo trabajo merece una misma remuneración e iguales condiciones laborales. La compañía, en cambio, promueve diferencias entre los trabajadores que realizamos similares funciones, situándonos en posiciones confrontadas al fomentar la desigualdad en las remuneraciones y los beneficios”, señaló Enrique Lizana, Director del Sindicato Interempresas CCU y Filiales, y Tesorero de la Federación Nacional CCU.
En 2018, la Compañía de Cervecerías Unidas (CCU) reportó a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) que obtuvo una utilidad neta de $306.891 millones, un aumento en 136,8% si se compara con 2017. Semejantes cifras son el resultado de la producción, venta y distribución de excelencia de las y los trabajadores que hacen la corporación. El mercado alimenticio y de los bebestibles en Chile y en otros países de Latinoamérica, evalúa como mercancías de calidad incuestionable y con un alto valor agregado la marca CCU, precisamente, por la responsabilidad social, calificación y profesionalismo con que se desempeñan los empleados en todos y cada uno de los eslabones de la cadena de valorización de la cartera de productos.
Por eso, ante los números y permanente transnacionalización y nuevas inversiones de la CCU, no se comprende su negativa tajante a las reivindicaciones de los vendedores organizados.
“Este 31 de mayo, nos alzamos con una sola voz para rechazar la última oferta de la empresa y votar unánimemente la huelga en este proceso de negociación colectiva donde enfrentamos a una empresa que no quiere entender que por la dignidad de los trabajadores y sus familias, buscamos desterrar las diferencias odiosas entre trabajadores. Diferencias que imponen la existencia de trabajadores de primera y segunda categoría”, indicó Enrique Lizana. Asimismo, agregó que, “Esperamos que nuestra contraparte nos escuche y dé un vuelco en su posición”.
El dirigente explicó que, “Así las cosas, debería hacerse efectiva la huelga a partir del quinto día hábil luego de la actual votación. En ese período existen instancias de mediación que pueden ser solicitadas tanto por la empresa, como por la Comisión Negociadora Sindical”.
Lizana, además de calificar de “histórica” la jornada, manifestó que, “Hoy más que nunca agradecemos la valentía de los trabajadores que, a pesar de todos los amedrentamientos, se atrevieron a dar un paso más en la conquista de justicia social y equidad”.