Jorge Gálvez integrante del Frente Amplio
En el Frente Amplio en lo que respecta a la segunda vuelta se vive en la actualidad el llamado “síndrome murciélago”, es decir ante un mismo fenómeno algunos ven un ave y otros creen ver un ratón. Viéndose algunos hace pocos meses en la cúspide de las encuestas,imaginaban sus trajes de ministros, subsecretarios, incluso barajando nombres para las diferentes carteras gubernamentales, pero ya pasado el tiempo de las maniobras de las encuestas de la derecha, que subieron artificialmente la candidatura de Beatriz Sánchez para erosionar a la de Guillier, hoy la dejan caer sincerando el escenario electoral. Dejando una confusión en el seno del FA, pensando qué se ha hecho mal para bajar tan estrepitosamente.
Está ya bastante claro que el Frente Amplio hasta ahora no ha pasado de ser un acuerdo electoral y será muy difícil que deje de ser una simple alianza coyuntural. Las dos “almas” que habitan en el FA están imposibilitadas de resolver una bitácora estratégica de construcción, cuestiónque se pudiera resolverse le daría viabilidad táctica.
Son tan profundas las contradicciones en el neoliberalismo que es imposible reformarlo, reformas que permitirían la coexistencia de variados actores políticos, en un escenario donde sería posible transformar paulatinamente y marcando los ritmos distintos, tanto políticos como ideológicos de sus integrantes. Pero la cruda realidad es otra, un proyecto anti neoliberal implica necesariamente golpear la “viga” central que sostiene el modelo, nada menos que es el capital financiero. Terminar con la oligarquía financiera generaría un desmoronamiento sistémico del modelo. Desde la inmensa crisis que vive el capitalismo desde el año 2008 y que sigue imperando hasta hoy, el capitalismo ha sido incapaz ni siquiera dar tímidas señales de un nuevo patrón de acumulación, la razón es sencilla, no hay salida a la crisis neoliberal desde el propio capital. Por eso un proyecto y programa electoral anti neoliberal consecuente y real, no pantomimas para parecer “progre”, te lleva necesariamente a confrontar las relaciones dominantes actuales de la oligarquía financiera y sus aliados.Abriendo un camino de recuperación de la soberanía política, económica, social y territorial.
Quienes les acomoda al FA como un simple acto de alianza electoral, buscan en el marco de las actuales elecciones homologarse, parecerse,mimetizarse al perfil de la Nueva Mayoría en función de disputar su mismo electorado, pero tras estas maniobras, también se esconden una plena complementariedad con las políticas centristas de los sectores hegemónicos dela Nueva Mayoría. Esta cercanía de caminos y de política determinara a cierta parte del FA apoyar incluso sin ninguna exigencia a la Nueva Mayoría en la segunda vuelta, solo por el hecho de “parar a la derecha”, escenario repetido diversas veces en los últimos 27 años, sacando de bajo de la manga y tratando de “refrescar” la añeja disputa del plebiscito del sí y el no en 1988, que cada vez que están en aprietos demantener el poder recurren engatusando y engañando al pueblo nuevamente.
La tentación de sumarse a un co-gobierno con la Nueva Mayoría es grande, así lo han planteado abiertamente la Izquierda Autónoma, o que también las posibles conversaciones o negociaciones con la NM estén en el plano programático, exigiéndole a Guillier ciertas “garantías”, sin embargo, una negociación respecto a puntos del programa, está vacía de posibilidades, ya que el programa del FA no es diferenciador de la NM y también por la historia de la Concertación y la NM, que no han respetado ni siquiera sus propios programas cuando han llegado aser gobiernos.
En el seno del FA se buscan diversos mecanismos para resolver la posición de la segunda vuelta, se instala con fuerza la idea de un plebiscito que dirima la posición del FA, pero indudablemente es una muy mala opción, un plebiscito es asumir con anticipación una derrota política. Sea cual sea el resultado, mostraría a un FA dividido, y si ganara cualquier posición, no garantizaría para nada que el sector perdedor se sumara al resultado del plebiscito, mostrando además falta de utilidad práctica del mecanismo.
El Frente Amplio en la segunda vuelta debe pensar en el mediano plazo, hay que tener una mirada en la estrategia que necesita, en un escenario nacional de ausencia de elecciones por casi 4 años. ¿Qué queremos?¿Renunciar a un programa anti neoliberal o continuar con un proceso de acumulación de fuerzas en el campo de la disputa del “sentido común” en lo cultural y político?La segunda vuelta pone al Frente Amplio en la siguiente disyuntiva,hipotecar su proyecto ante un eventual apoyo a la candidatura de Guillier que confrontará a Piñera, o al contrario, buscaran que tanto Piñera como Guillier sigan administrando gobiernos deslegitimados, lejos del apoyo de los chilenos, mientras en la relación con y desde los movimiento sociales y desde los territorios se fortalezca el FA en la construcción de la alternativa anti neoliberal.
El concepto gramsciano que tanto gusta a la “militancia estudiantil” del FA pero que no aplican, es decir, la lucha por la hegemonía,en esto parafraseando a Álvaro García Linera podemos decir que implica abrir un horizonte por los cambios estructurales, que se hagan sentido común, que se transformen en esperanzas en la conciencia de la gente, que sean eje articulador de la unidad del pueblo, no hay victoria política sin previa victoria cultural, sin victoria simbólica. Ante una previa victoria cultural se generan las condiciones para que se desmorone el neoliberalismo, esto no es un simple sinónimo de ser amplio como finalidad, sino que la amplitud no puede alejarte de la base social del núcleo articulador de los de abajo, no abandonarlasotras fuerzasaliadas, las otras clases y capas sociales, pero no confiarse en ellas, “incorpóralos, jálalos, Derrota-Divide-incorpóralo”, pero mantén la hegemonía. Pero el FA está lejos de esto, hemos sido sumados a una bitácora del centro político del Frente Amplio, hemos sido arrastrado a una búsqueda de una victoria electoral, sin construir las condiciones culturales, políticas y de fuerzas previas, para imponer un escenario de cambios profundos.
Construir una correlación de fuerzas en la cual sus protagonistas sean los sectores populares debilidad suprema aun del FA, es necesario cambiar la composición de clase de los sectores mayoritarios dentro del Frente Amplio, asumiendo sus demandas estructurales,dotándonosde un proyecto de largo plazo. El FA debe emanar de las poblaciones, del seno de los trabajadores, de los movimientos sociales,que sean eje hegemónico de una alianza mayor, que incorpore y que llame al resto del país para la liquidación del modelo, sin esto el FA no será opción ni ahora ni mañana.
La discrepancia con este tipo de planteamiento, no es en cuanto a su validez; sino en cuanto a su comprensión de quienes lo usan en forma esquemática y casi como ratones de biblioteca, que cuando les conviene, utilizan esas definiciones; pero en la practica, se olvidan realmente que «la lucha por la hegemonía» se gana en la calle, en los frentes sociales y en las luchas cotidianas donde el factor clave y fundamental, es la UNIDAD de acción de las fuerzas que coinciden en dar un golpe al enemigo común, pero un tipo de golpe que se traduce en acciones y propuestas concretas en contra de ese enemigo, que no es otro que el gran empresariado y la derecha.
No es necesario tanta teoría para entender la «lucha por la hegemonía»; la mejor expresión de esa lucha hoy dia, es el Programa del Frente Amplio.
Quienes levantan criticas y cuestionamientos, quienes hacen gárgaras con posiciones «izquierdistas» y que en antaño muchos de nosotros fuéramos calificados como «infantiles revolucionarios»; con un movimiento de masas en alzas, con condiciones regionales y mundiales favorables; y hoy, estos izquierdistas hacen un trabajo permanente y cotidiano por vías públicas, de criticas y cuestionamientos al Frente Amplio, a la instancia que supuestamente ellos mismos ayudaron a construir; y lo que es peor, hacen omisión o toman una actitud indiferente al Programa construido por un importante número de participantes. Ese proceso no fue lo perfecto ni lo que tal vez, algunos hubiéramos querido que fuera; pero ha sido lo mejor que hemos tenido post dictadura.
Quisiera poder tener la oportunidad discutir cara a cara con aquellos izquierdistas que se autocalifican de «sin monedas» y que por alguna razon extraña, cuentan con apoyo de medios y en forma contradictoria, incluso apuestan por un cupo electoral en el Frente Amplio.
Hay otros que buscan protagonismo y utilizan muy bien conceptos como «nosotros»; y no hacen otra cosa que promover una acción personal.
Ya es tiempo que vayamos clarificando posiciones y digamos claramente si es que estamos o no con la desición de apoyar y llevar adelante ese Programa.
Es muy posible que estás personas «izquierdistas» desde un principio hayan tenido la desición de no jugarse por llegar a La Moneda, pensando que tanto la posibilidad de llevar un candidat@ y de proponer un Programa de Gobierno, sería simplemente un acto testimonial en la idea de acumular fuerzas estratégicas para la»toma del poder». Si eso es asi, me gustaría saber y escuchar de sus propias bocas, cara a cara y mirando a los ojos, cuáles son las propuestas que ustedes tienen:
1. Fin a Las AFP
2. Fin al CAE
3. Fin al negocio en educacion, salud y servicios basicos.
4. Escalafón único en FFAA y Carabineros.
5 .Asamblea Constituyente
6. Desentralizacion del país
7. Justicia Tributaria.
Si todo esto les parece que representa una política de derecha, que no significa luchar por la hegemonia, entonces quiere decir que no estamos luchando por lo mismo y les ruego que se ubiquen transparentemente donde deben estar y no sigan confundiendo a quienes están lentamente recuperando la confianza en.la construcción de un nuevo camino.