En su camino a Noruega, donde brindará una conferencia en la Universidad de Bergen y denunciará a Statkraft por la central hidroeléctrica que afecta al río Pilmaiken, la machi Millaray Huichalaf fue retenida de manera violenta por la policía francesa en el aeropuerto Charles De Gaulle, en París.
Tras empujarlos, interrogarlos de mal modo, hacerles perder el vuelo de conexión a Oslo y decir que según la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) “eran buscados internacionalmente por ser mapuches peligrosos”, efectivos de la policía francesa pidieron disculpas a la Machi Millaray, su compañero y su hija de dos años luego de recibir llamados de diferentes organizaciones de derechos humanos por este nuevo atropello a una autoridad ancestral del pueblo mapuche.
Se informó el hecho ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dónde existe una denuncia por la persecución que ha sufrido, además de otros organismos por esta persecución trasnacional contra las comunidades mapuche que defienden los territorios, en este caso el río Pilmaiken.
LOS DETALLES
Este 29 de agosto, la Autoridad Espiritual del Pueblo Mapuche, en Chile, la Machi Millaray Huichalaf Pradines, junto a su pareja Jaime Uribe Montiel y su hija en común de 2 años, luego de desplazarse más de 800 kilómetros, desde su comunidad en la región de los Ríos hacia Santiago de Chile, abordaron un avión, con escala en París, Francia, con la finalidad de dirigirse a su destino final, la ciudad de Oslo, en Noruega, donde fue invitada a dar una Conferencia en la “Universidad de Bergen”.
En el aeropuerto pasaron por la Policía de Investigaciones de Chile, donde no hubo problema alguno para embarcar y recorrer el viaje de 12 horas hasta París.
Sin embargo, en forma artera y sorpresiva, cuando el avión desciende en París, fueron nombrados por el altoparlante del avión. Al intentar acercarse a cabina no les fue posible por toda la gente que estaba intentando desembarcar, ante lo cual se pidió a todos los pasajeros que tuvieran su pasaporte en mano, porque todos serían revisados antes de bajar.
Al presentarse en cabina, les comunican que serían retenidos, siendo las 8:00 am de París. Ellos contaban con pasaje para Oslo a las 8:45 debiendo embarcarse enseguida, pero al ser retenidos pierden su vuelo.
Al intentar grabar o fotografiar lo que estaba sucediendo la policía se exaltó, ante lo cual decidieron no hacerlo. Los dirigen en un tren a una oficina subterránea donde pueden observar un documento con el que contaba la policía francesa. En este papel aparecía en una hoja el rostro de la Machi Millaray y en otra el rostro de Jaime Uribe su pareja, y en esas hojas decía: ATENCIÓN PELIGRO.
La policía francesa dijo que desde el propio Chile enviaron esos documentos durante la madrugada y que -en definitiva- en esa comunicación aparece un resumen de causas judiciales, sin dar cuenta de si son vigentes o no. «Importante aclarar que ninguno de los retenidos en Francia, cuenta con órdenes pendientes, ni medidas cautelares respecto de ninguna causa judicial que no les permita viajar según la legislación vigente en Chile», señalaron desde el entorno de la machi.
A través de unos traductores la Machi Millaray se pudo presentar y dar cuenta del trabajo de defensa del Río Pilmaiken que lleva en Chile, de la denuncia de la instalación de una hidroeléctrica de parte de la empresa Statkraft, de propiedad del Estado Noruego, en sus sitios de significación cultural.
Se explicó además las razones del viaje a Noruega; segundo viaje que se realiza, esta vez por invitación de la Universidad de Bergen y con la finalidad de denunciar a Statkraft y cuidar el territorio en el que habitan como pueblos originarios. Aparte de la discriminación que se produce por la información entregada por Chile, en Francia fueron respetuosos de la autoridad y decidieron -conforme a lo legal y la no discriminación- dejarla completar su viaje, el que terminó en Oslo.
La situación vivida por la autoridad espiritual y su familia es un acto de discriminación que proviene del estado Chileno, y que debe ser investigado, en virtud de las obligaciones que se han contraído respecto de los Pueblos Originarios y los Defensores Ambientales, y desde ya contar con la responsabilidad administrativa de quien entregó dicha información.