Desde la ONG Greenpeace alertaron sobre el peligro que significa la fuga masiva de ejemplares con tratamiento antibiótico. Denunciaron, además, que la empresa noruega Marine Harvest no cuenta con normas de seguridad, ya que los propios pescadores artesanales están trabajando en la captura, con el fin de palear las graves consecuencias medioambientales sobre las aguas del Seno de Reloncaví.
Rodrigo Fuentes
Diario U. de Chile