por Ernesto Medina
A raíz del nuevo apagón que sufrió nuestro país, se me vienen a la memoria recuerdos de aquellos tiempos de juventud, cuando ingresé a trabajar en Chilectra, la empresa estatal de Distribución Electrica. ( Que la dictadura entregó a vil precio a los privados)
Dicho apagón deja al descubierto también que el Estado Italiano es propietario de dicha empresa eléctrica, y que él Estado Chileno está impedido por la Constitución imperante ( Pinochet ) de administrarla .
Yo ingresé a Chilectra a fines de 1971, a los 21 años, mi padre Ernesto Medina Ribera quién era delegado ante el sindicato, hizo las gestiones pertinentes para que su hijo mayor ingresara a trabajar al Departamento de Pedidos de Corriente de Chilectra.
En ese tiempo era dirigente regional de las Juventudes Comunista, y apoyaba también las actividades de la UP en Chilectra.
A mediados de 1972, cómo miembro de la Comisión de Propaganda del Comité Regional Oeste, a cargo de las Brigadas Ramona Parra (BRP) de esa zona, me incluyeron en una delegación que iban a un curso de Agitación y Propaganda, en Cuba.
En ese entonces, había quedado también en el tecnológico de la Universidad Técnica, en la carrera de Prevención de Riesgos, vespertina, que aplace para el segundo semestre para poder viajar.
Éramos alrededor de 20 compañeros a cargo del Mono González. Un gran amigo y afamado muralista.
La dirección de la Jota, le dió instrucciones perentoria al jefe de la delegación, nuestro querido Mono González: «mantenga a la delegación bajo la lupa» , no queremos sorpresas y reclamos posteriores, dado que otras delegaciones de jóvenes rogelios dejaron descendencia en la isla .
Nuestro jefe, como buen joven comunista y disciplinado , lo tomo muy a pecho. advirtiendo a los hombres..
Pues bien, nos alojamos en el Hotel Habana Libre, en él piso 10 había un boite, donde el techo se corría automáticamente y, según dicen se veían las estrellas.
En el tercer piso había otra boite, que tampoco conocimos dado la advertencia .
A las 22:00 estábamos guardados disciplinadamente en nuestras habitaciones.
Teníamos clases diariamente , y los fines de semana nos llevaban a turistear y recorrer la Isla. Pero los varones estábamos bajo la lupa del inefable «Mono González» y no podíamos echar ni una «canita al aire».
Pues bien, llegamos a Chile «vírgenes y castos» nos fuimos de «recursos de queja» al Comité Central y la Secretaria General de la JJCC nos mandó a buena parte.
Pero la historia no culmina aquí , yo volví a mi pega en Chilectra , y a las clases vespertinas en la UTE.
En el Gobierno de Allende había que predicar con el ejemplo. Por tanto había solicitado permiso sin goce de sueldo para viajar a Cuba .
Lo que significó que todo el mundo estaba enterado de dicho viaje.
Llegó el golpe de estado en 1973, cuando yo estaba de miel en Cartagena. Unos rubios deslavados jefes con miembros de la aviación, intervinieron Chilectra. Quienes nos enviaron para la casa a tod@s los «upelientos».
Sólo debíamos una vez al mes ir a recibir nuestro sueldo, con la posibilidad cierta de que nos detuvieran.
Es más, el haber estado en Cuba era sinónimo de práctica guerrillera, y eso se pagaba con la vida.
Por tanto, decidí no arriesgarme y abstenerme de ir a retirar mi sueldo.
El día del pago, cuando el Presidente del Sindicato Jaime Donato, el Chino Lazo y mi vecino Juan Ribera , fueron a buscar su sueldo, los estaba esperando la DINA, y son detenidos desaparecidos hasta la fecha.
Ernesto Medina Aguayo
(fragmento del libro autobiográfico que estoy escribiendo)