NOTICIA: Al final de este día los trabajadores agrupados en el Sindicato Interempresa de Gasco GLP sabrán si la compañía decide acogerse a mediación voluntaria. De momento, siguen con la paralización que cumple ocho días.
[Santiago, 26 de diciembre de 2017] Un total de 115 trabajadores de la empresa Gasco se encuentran movilizados en todo Chile desde que el sindicato de la empresa decidiera iniciar hace ocho días la primera huelga en sus 161 años de historia.
La paralización, sin embargo, ha sido tensa: hasta la fecha no hay ningún acercamiento por parte de la empresa y tampoco una nueva oferta. Así lo indica la presidenta del Sindicato Interempresa Gasco GLP, Solange Bustos, que cuenta que se envió un correo electrónico a la empresa, señalando que de acuerdo a la ley ellos debían reanudar las conversaciones, pero no han tenido respuesta.
“De hecho la Dirección del Trabajo fue a pedir una mediación voluntaria y nosotros aceptamos como dirigentes, pero la empresa dijo que lo iba a analizar. Ni siquiera tenían una pensado una mediación. Hoy por la tarde deberían darnos una respuesta”, continúa.
Incluso denuncian que la empresa no ha dejado entrar a los dirigentes sindicales a las dependencias, ya que les tienen prohibido el ingreso. “De hecho hoy teníamos cinco guardias externos afuera, provocando a la gente”, cuenta Bustos.
Otra de las situaciones irregulares de esta negociación han sido los reemplazos a las jornadas perdidas por la huelga: “Lo que Gasco ha hecho todo este rato, es reemplazar a los trabajadores en huelga, burlando la ley y la Reforma, porque de hecho se han constatado reemplazos (internos y externos). Hemos pedido fiscalización porque están prácticamente cambiando a la mayoría de los trabajadores”, explica la dirigenta.
Por ejemplo, en la planta de envasado en Maipú, se están reemplazando labores pese a la paralización, incluso no siendo éste un servicio mínimo. El sindicato, por su parte, alega que la ley es clara y que estas funciones no se pueden realizar.
Así las cosas, los trabajadores están dispuestos hasta el final con la huelga, con tal de conseguir sus puntos mínimos, que son el incremento a los sueldos base, a los bonos de alimentación y movilización, participación de las utilidades de la empresa, entre otros.
