Mg. José A. Amesty Rivera
Con motivo de las informaciones que van y vienen, contradicciones, declaraciones encontradas,
como se dice en el argot criollo «dimes y diretes», por parte del gobierno del presidente Donald
Trump y el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, en lo que se refiere a la renovación
de la licencia de la Chevron en Venezuela, plantearemos algunas informaciones, consideraciones
y aspectos relevantes al respecto.
El nombre Chevron apareció por primera vez en inglés en el siglo XIV, deriva, a través del inglés
medio y el anglofrancés, de la palabra latina vulgar «caprio», que significa «viga», probablemente
debido a su parecido, con dos vigas de techo contiguas, de allí el logo de la empresa.
Es una empresa petrolera estadounidense, que se dedica a la exploración, producción, transporte,
refinación, almacenamiento y comercialización de petróleo y gas. Sus productos principales son:
petroquímicos, gas natural, gas licuado, gasolina, parafina, diésel, aditivos, lubricantes.
Sus operaciones están en América Latina, Canadá, Australia y Países Bajos. En América Latina,
tiene activos en Argentina, Brasil, Colombia, México, Surinam y Venezuela. En Estados Unidos,
opera yacimientos de petróleo crudo y gas natural en la región central continental, principalmente
en Colorado, Nuevo México y Texas.
Chevron tiene una larga historia, pero hagamos un resumen: en 1911, se constituyó en California
bajo el nombre de Standard Oil of California. En 1984, adquirió a Gulf Oil Corporation. En 2001,
adquirió a Texaco Inc. En 2005, adquirió a Unocal Corporation.
Según la página oficial de Chevron-Venezuela, esta empresa petrolera inició con actividades de
exploración en el año 1923, durante el gobierno del político y militar venezolano Juan Vicente
Gómez Chacón, y luego el descubrimiento del campo Boscàn en 1946.
Chevron trabaja en asociación con 5 filiales de Petróleos de Venezuela PDVSA, específicamente
en proyectos de producción terrestres y marítimos en el oeste y este de Venezuela, en
cumplimiento de las leyes y regulaciones aplicables. Se centran en el crudo pesado y
extrapesado.
Las filiales de PDVSA que trabajan con la Chevron son: Petroboscán, S.A., con 39,2 por ciento
de participación de Chevron. Este campo está en el estado Zulia, al occidente de Venezuela.
Petroindependiente, S.A., con 25,2 por ciento de participación de Chevron. Este es el campo LL-
652 en el Lago de Maracaibo. Petropiar, S.A., con 30 por ciento de participación en Chevron.
Ubicado en el cinturón del Río Orinoco. Este proyecto, integrado verticalmente, procesa petróleo
crudo extrapesado del yacimiento Huyapari y lo mejora para convertirlo en un petróleo sintético,
más liviano y de mayor valor. Petroindependencia, S.A., con 34 por ciento de participación en
Chevron. Llamado Proyecto Carabobo 3. Este proyecto de petróleo extrapesado, se encuentra en
tres bloques dentro del área Carabobo de la Faja del Río Orinoco. Loran. Proyecto de gas en el
Bloque 2 Plataforma Deltana – Offshore, con 60 por ciento de participación en Chevron. El Campo
Loran, en el Bloque 2, forma un único campo transfronterizo a lo largo de la frontera marítima de
Venezuela y Trinidad y Tobago.
La Chevron ha promovido programas comunitarios en las áreas de salud, educación, entre otros,
que han contribuido al desarrollo económico de Venezuela.
En este sentido, podemos afirmar que la Chevron Corp., según analistas de Banca y Negocios, es
una de las razones por las que la economía de Venezuela, se ha ido recuperando lentamente, tras
la grave crisis económica por la que ha pasado, producto del bloqueo de EEUU. Esta empresa ha
ayudado a aumentar la producción de petróleo en el país, por encima del millón de barriles diarios.
El economista venezolano, Asdrúbal Oliveros, acotó que «la actividad de Chevron ha introducido
un elemento crucial para la estabilización macroeconómica del país». A su vez, indicó que «ha
dinamizado la economía al sumar empleos y nuevos contratos de servicios, para la recuperación
de pozos, y por la venta de divisas al mercado interno».
También se señala que el suministro de divisas de operadores extranjeros, como Chevron, ha
desempeñado un papel importante en llevar la inflación de Venezuela a niveles mínimos.
David Goldwyn, director del grupo asesor de energía del Atlantic Council, afirma que «la actividad
de Chevron en Venezuela, beneficia a ambos países, ya que cuenta con un actor eficiente que
ayuda a que la economía venezolana no retroceda, y evita que los migrantes emigren» a Estados
Unidos. Manifestó, además, que «la administración Trump se da cuenta de que la política de
máxima presión causó estrés económico que llevó a la migración a los países vecinos y no resultó
en un cambio político».
Un dato importante con relación al apoyo de la Chevron a Venezuela es que, a finales del año
2024, esta empresa presentó declaraciones de impuestos por un valor aproximado de 300
millones de dólares al gobierno venezolano. El portavoz de la empresa petrolera norteamericana,
Bill Turenne señaló que «Chevron lleva a cabo sus negocios en Venezuela cumpliendo con todas
las leyes y regulaciones aplicables».
Por ejemplo, en los documentos presentados ante el Servicio Nacional Integrado de
Administración Aduanera y Tributaria SENIAT, que es el órgano de ejecución de la administración
tributaria nacional de Venezuela, la empresa Petropiar de Chevron, presentó el equivalente en
bolívares a unos 217 millones de dólares en concepto de impuesto sobre la renta en 2023,
mientras que su empresa Petroboscan, presentó una solicitud por US$83 millones, utilizando una
tasa promedio de 27 bolívares por dólar.
Esta actitud de Chevron, además, va en contradicción con la Licencia 41, indicando que cualquier forma de pago al gobierno de Venezuela, parecería violar la exención de sanciones que Chevron recibió de la Oficina de Control de Activos Extranjeros, del Tesoro de Estados Unidos OFAC. Es decir, la Licencia General 41, prohíbe a la empresa perforadora estadounidense pagar impuestos, regalías o dividendos de cualquier tipo a Petróleos de Venezuela S.A. PDVSA o cualquier otra entidad controlada por el Estado. También le prohíbe vender petróleo fuera de Estados Unidos o
expandir sus operaciones.
En general, el gobierno estadounidense ha permitido, que otras grandes petroleras sigan
comprando y produciendo crudo venezolano, entre ellas Reliance Industries Ltd. de India, Repsol
SA de España y Maurel & Prom de Francia. Con su licencia, Chevron está extrayendo alrededor
de 200.000 barriles diarios, casi el 23% de la producción total de Venezuela.
Por esto salen las y los defensores de la política agresora de EEUU, entre ellas la representante
republicana de Florida, María Elvira Salazar, al decir: «Chevron no solo está permitiendo la
opresión, sino que se está beneficiando de ella», «Sus licencias tienen que desaparecer».
A su vez, el Secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, señala: «Empresas como
Chevron están aportando miles de millones de dólares a las arcas del régimen, y este no ha
cumplido ninguna de las promesas que hizo», «Todo eso necesita ser reexplorado».
En relación con las licencias a la Chevron en Venezuela, en poco tiempo ha habido aprobaciones
y desaprobaciones por parte del gobierno norteamericano. A su vez, si la aprobación es parcial o
permanente.
En este sentido, este tema está en pleno desarrollo y no sabemos cuál será el desenlace final,
más aún cuando a la fecha, el portal de noticias venezolano laiguana.tv indica que, «la Oficina de
Control de Bienes Extranjeros de los Estados Unidos (OFAC, por sus siglas en inglés), mediante
su portal web, aseguró que se está preparando para eliminar la licencia que le permite a Chevron
operar en Venezuela, aun cuando esta fue renovada automáticamente este mismo sábado».
Más específicamente, «El Departamento del Tesoro se está preparando para tomar medidas para
desmantelar la Licencia General 41, y otras licencias específicas según corresponda. Emitiremos
orientación adicional para facilitar la implementación junto con cualquier cambio en las autorizaciones».
Al parecer, según opiniones de analistas norteamericanos, a Trump en específico no le interesa
mantener licencias, o negocios establecidos por la administración pasada de Biden, él desea partir
de cero y montar su propia estructura de negocios, más en el tema petrolero.
Sin embargo, hemos conocido que el empresario y experto petrolero, Alejandro Terán, director de
la Asociación Latinoamericana de Empresarios del Petróleo de Texas-EEUU, señalo que los
petroleros de Texas habían enviado una comunicación a Trump, donde le señalaban que habían
perdido 125.000 millones de dólares, por las sanciones impuestas por Biden a Venezuela, un
costo muy alto para Texas, más aún cuando este Estado es fundamental en el apoyo al presidente
Trump.
Es decir, hay una presión por parte de Chevron y de parte de los petroleros de Texas-EEUU.
No obstante, ¡Acontecimientos en pleno desarrollo! con relación al tema de la renovación final de
la licencia a Chevron, para que opere en Venezuela.
3 de marzo, 2025.