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Coltauco, 133 años

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Arturo Alejandro Muñoz 

Alzado sobre los estribos de su montura, con su alazán erguido en la parte alta del risco, el capitán español Miguel de Zamorano oteó a placer la hermosa extensión del verde valle que constituía su recién adquirida propiedad. Corrían entonces los primeros años del siglo dieciocho.

Koltrawko, así le llamaban los picunches o promaucaes que habitaban la zona… ‘agua de renacuajos’ era la traducción del mapudungún al castellano.

Lo que había sido un extenso territorio habitado durante siglos por los naturales del lugar, enclavado entre el río Cachapoal y los empinados cerros del Cordón de Cantillana, se transformó más tarde en una gran propiedad agrícola, la Hacienda San José de Coltauco, cuya propietaria, doña Melchora de los Reyes, decidió venderla al capitán español Miguel de Zamorano, quien en su testamento señaló que cuando uno de sus hijos contrajera matrimonio recibiría como dote una porción del terreno con la finalidad de que lo habitara y trabajara.

De esa manera, allá por el año 1731, en aquella vasta Hacienda había nacido un villorrio que treinta y cinco años más tarde contaría con una vice parroquia creada por el párroco de Peumo, el padre Antonio Zúñiga, pero ya en 1824 ella se separa de la dependencia de Peumo al establecerse una Parroquia propiamente tal, merced a la labor y decisión del gobernador del Obispado de Santiago, don José Ignacio Cienfuegos y Arteaga. La Parroquia tuvo como titular a la Virgen de la Merced, y su primer párroco fue el padre Juan de Dios Olmedo.

Lenta y progresivamente el villorrio creció hasta convertirse en un verdadero pueblo, lo cual permitió al entonces presidente de la república, don José Manuel Balmaceda en el inicio del año 1891 dictaminar que el poblado y su territorio de entorno se transformaran en comuna, sin embargo, sobrevino la guerra civil y el edicto fue firmado meses después, exactamente el 22 de diciembre de ese mismo año 1891.

A partir de esa fecha Coltauco se transformó en comuna, y posteriormente, durante la presidencia de don Federico Errázuriz, el día 01 de septiembre de 1899 obtuvo el título de ‘Villa’.

Desde allí en adelante, la comuna se fue desarrollando a pie firme gracias al esfuerzo de su gente y a la calidad de sus fructíferas y bondadosas tierras. Añadido a ello, algunos relevantes personajes hicieron valiosos aportes para el crecimiento de esta localidad rural, campesina, bucólica y hermosa. Helos aquí en este apretado resumen.

Pedro de las Cuevas y Guzmán. Fundador y arquitecto de la línea de caballos “cuevana”, la más famosa y antigua estirpe de caballos de raza pura chilena. Proveía caballos a Manuel Rodríguez y a San Martín para liberar a Chile de la corona española.

Loreto Sánchez. Quien dejó toda su herencia para la construcción del Hospital del Tránsito de la Santísima Virgen, más conocido como el Hospital de Loreto, sector que debe su nombre a esta distinguida dama.

Amada Sofia García, que en su testamento indicó: “Encargo a mi heredero la fundación de una obra pía que se denominará “Amada Sofía García”, tendrá por objeto crear, mantener y desarrollar en el pueblo de Coltauco una Escuela de Niñas en la cual se dé a las educandas una sólida formación religiosa en la fe católica”.

Monseñor Ramón Lecaros Maldonado. Cura párroco por más de 36 años en la comuna, siempre dedicado a la ayuda del prójimo y a la fe por Dios, fundó la escuela “Amada Sofia García”, administró la escuela Parroquial Francisco Javier Lizana, creó para los niños y niñas de la comuna las Colonias de Verano a la playa de Matanzas y el Comedor Asistencial; fundó, además, el cuerpo de Bomberos, entre muchas otras obras.

Berta Zamorano Lizana. Descendiente directa del Capitán Miguel de Zamorano, fue una distinguida maestra que sobresalió por su bondad y amor a los niños, docente con una acendrada vocación que dejó una profunda huella en el pueblo de Coltauco. Actualmente el liceo técnico profesional de la comuna lleva su nombre.

Osvaldo Ruíz García. Fue militar y alcanzó altos grados en el Ejército; se desempeñó con brillo como Intendente de Colchagua; fue alcalde de Coltauco. Demostró en estas labores una preocupación extraordinaria por la comuna, y muy especialmente, por los problemas educacionales y el buen funcionamiento de las escuelas. Falleció el mismo día en que los coltauquinos habían ratificado su mandato para un nuevo período alcaldicio.

A mediados del siglo pasado se introduce en Coltauco la plantación de fruta de exportación, uno de los pilares fundamentales de la economía de esta comuna, la cual cuenta con siete grandes empresas agrofrutícolas que exportan sus productos al exterior, otorgando a Chile no sólo importantes ingresos económicos sino, también, alto prestigio a nivel internacional.

Durante la extensa temporada de raleo, cosecha y embalaje de frutas, son miles las trabajadoras y trabajadores de temporada (‘temporeros’) que laboran en esas tareas. La mayoría de ellos vive en la comuna, pero también hay un porcentaje no desdeñable proveniente de otras latitudes del país, e incluso del extranjero, cual es el caso de bolivianos y peruanos.

Arándanos, duraznos, manzanas, peras, uva, cerezas, entre otras frutas, conforman la producción comunal…y no olvidemos los álamos, que posicionan a Coltauco como territorio clave en la plantación de esta especie, cuya madera tiene alta demanda en el mercado nacional.

Cual sentimental colofón a esta nota, es necesario decir que destacan en Coltauco hermosos sectores o localidades que lo engalanan; así sucede con Cuesta y Pampa Idahue, Lo Ulloa, San Luis, Almendro, Montegrande, Loreto, Rinconada de Parral, El Molino, Hijuela del Medio, Los Bronces, Lo de Cuevas… siempre con el bravo río Cachapoal al sur, y los icónicos montes Poki y Quillayquén al norte, quienes le otorgan identidad especial a estas tierras.

A 133 años de la histórica fecha de diciembre de 1891, la comuna de Coltauco, con 220 kilómetros cuadrados de extensión y una población cercana a los veinte mil habitantes, constituye hoy una verdadera pequeña perla en la región de O’Higgins, un ícono certero de la capacidad y calidad de los productos agrícolas, vitivinícolas y forestales que posee el país.       

 

 

 

 

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