Movimiento Socialista Democrático (CIT Nigeria)
Crear comités de acción en los lugares de trabajo, los campus y las comunidades
¡Por una acción masiva continua y una huelga general de 48 horas ya!
Un hecho incontrovertible en Nigeria hoy es que el último año y medio de gobierno del presidente Tinubu ha sido un desastre absoluto para la clase trabajadora, la juventud y las masas pobres. La razón de esto no es descabellada. Desde el día de su toma de posesión el 29 de mayo de 2023, el presidente Tinubu declaró la guerra al pueblo nigeriano implementando políticas capitalistas neoliberales y antipobres. Dichas políticas incluyen la eliminación del subsidio al combustible y el aumento asociado del precio de los combustibles, el aumento de la tarifa eléctrica, la devaluación del naira y otras políticas neoliberales.
El efecto combinado de estas políticas ruinosas ha logrado hacer la vida aún más miserable para la clase trabajadora, la juventud y las masas pobres, además de colapsar la economía. La gente ha visto cómo su nivel de vida se desplomaba ante sus propios ojos. Los funcionarios públicos, los trabajadores de las fábricas y del sector informal que hace un año podían llevar una vida precaria ahora se encuentran en una situación de extrema pobreza. Muchos no pueden pagar el transporte para ir a trabajar. Quienes tenían vehículos personales los han aparcado porque no pueden pagar el precio de la gasolina o los han vendido para comer o para pagar las tasas escolares de sus hijos en escuelas públicas primarias, secundarias y terciarias, cuyas tasas también aumentan al mismo ritmo que los precios de todos los productos básicos.
Los esfuerzos realizados en algunos estados para reducir la semana laboral a 4 y 3 días han tenido poco o ningún efecto. Incluso con el salario mínimo recientemente aprobado de 70.000 nairas, que no se ha aplicado, el nivel de vida de los trabajadores nigerianos seguirá siendo de extrema pobreza debido a la elevada inflación. El nuevo salario es mucho peor que el mísero salario de 30.000 naira que se aprobó en 2019.
Lo mismo ocurre con sectores de la clase media que ahora se encuentran en el montón de chatarra de las masas trabajadoras, ya que la inflación galopante y la caída de la moneda han logrado reducir los ingresos, aumentar los precios y hacer que las pequeñas empresas se derrumben. Para el océano de masas trabajadoras pobres que incluso en el pasado apenas sobrevivían, el resultado de las políticas del presidente Tinubu es una catástrofe sin precedentes. Muchos se han visto ahora obligados a mendigar para poder sobrevivir día a día. Al mismo tiempo, el suicidio está aumentando, ya que muchos se encuentran endeudados y en otras situaciones desesperadas de las que no tienen esperanza de salir.
No podemos seguir así
Sin duda, el pueblo nigeriano ya no puede tolerar esto. Esto ha quedado claro en la serie de protestas que han recibido estas políticas ruinosas desde febrero de este año, cuando estallaron protestas espontáneas de hambre en diferentes partes del país. Hasta ahora, el punto culminante de la resistencia masiva contra las políticas ruinosas del presidente Tinubu fue la protesta #EndBadGovernance que estalló del 1 al 10 de agosto de 2024. Esa protesta masiva, que estuvo muy influenciada por la protesta contra el proyecto de ley de finanzas en Kenia, demostró muy claramente la determinación del pueblo nigeriano de no seguir tolerando la situación.
Lamentablemente, a pesar de esto, la protesta masiva de agosto no ha dado ningún fruto, en particular en lo que respecta a las demandas clave del movimiento. Es más, la protesta en sí fue recibida con una fuerte represión, con al menos 40 muertos en diferentes partes del país por la policía y las fuerzas de seguridad. Además, alrededor de 2.100 manifestantes fueron arrestados en todo el país. Entre los detenidos se encuentran Adaramoye Michael Lenin (miembro del DSM y coordinador nacional de la Campaña por los Derechos de la Juventud), Mosiu Sodiq, Daniel Akande, Angel loveth y otras siete personas que están siendo juzgadas por traición porque, según el fiscal de la policía, portaban carteles que decían “Acabemos con el mal gobierno”.
Según la ley de Nigeria, la traición conlleva la pena de muerte, algo que demuestra la gravedad del caso contra estos manifestantes pacíficos. Además, muchos activistas, periodistas y denunciantes están siendo vigilados y rastreados a través de sus teléfonos y computadoras mientras el gobierno promueve una narrativa falsa de un complot ruso detrás de la protesta.
A raíz de todos estos acontecimientos negativos, es inevitable que algunos sectores comiencen a sacar conclusiones pesimistas. Sin embargo, para nosotros en el Movimiento Socialista Democrático (DSM), creemos que no hay lugar para el pesimismo. Si bien el régimen ha seguido adelante y ha desatado una represión generalizada es precisamente porque es débil y carece de una base social real. Recuerden que solo 8,8 millones votaron por Tinubu. Sin embargo, esto no significa que el régimen, ahora claramente una dictadura capitalista civil, sea incapaz de hacer daño en el ínterin. Esto explica su continua obstinación incluso frente a la creciente oposición a sus políticas contra los pobres.
Por lo tanto, lo que se necesita ahora para asegurar que la lucha triunfe es que los activistas comiencen a debatir democráticamente sobre cómo construir, unir y fortalecer el movimiento, así como acordar tácticas y estrategias apropiadas para llevar adelante la lucha. Por ejemplo, en lugar de anunciar múltiples días de protesta como en agosto, lo que puede agotar demasiado la capacidad de una población hambrienta, inicialmente una masa de acciones continuas consistentes en uno o dos días de protestas interrumpidas por un descanso de una semana después del cual se convoca otra ronda de acciones podría ser la mejor manera de construir y sostener inicialmente lo que podría ser una larga lucha. Sin embargo, es tal la profundidad de la ira en la sociedad que es posible que la cantidad se convierta en calidad y los acontecimientos realmente se aceleren, algo que significaría que los activistas tendrían que cambiar de marcha e intensificar las acciones.
Además, es necesario construir desde abajo de manera orgánica con comités de acción democrática de base para la lucha en los lugares de trabajo, las comunidades y los campus de todo el país. Estos comités de acción que actúan en todo el país pueden convertirse en el verdadero poder ante el movimiento, garantizando así que incluso en el caso de una represión masiva que conduzca al arresto de los líderes, el movimiento pueda sobrevivir y resurgir en las calles nuevamente.
Trabajadores nigerianos, ¡obliguen a sus sindicatos (NLC y TUC) a actuar ya!
La mayor tragedia de la situación actual en el país es la escandalosa falta de carácter de la dirección del movimiento sindical. A pesar de la terrible crisis del coste de la vida en el país que afecta a los miembros de los sindicatos, la actitud de la dirección tanto del Congreso Laboral de Nigeria (NLC) como del Congreso Sindical (TUC) ha sido, en la práctica, decepcionante. En lugar de sumarse a la lucha de masas en desarrollo, el NLC y el TUC se han mantenido al margen, ¡incluso cuando sus miembros se están muriendo de hambre! Así, sin ninguna buena razón, el NLC abandonó el segundo día de la huelga general de dos días que había convocado en junio.
Los sindicatos no sólo se han negado a plantear una demanda de revocación de la eliminación de los subsidios al petróleo, sino que también se han negado a emprender acciones directas para resistirse a los fuertes aumentos del precio del combustible, limitándose a realizar grandilocuentes declaraciones de prensa sin acciones de seguimiento. Su plan de que un nuevo salario mínimo traería alivio a sus miembros ahora se ha derrumbado ante la galopante inflación que ha reducido el nuevo salario mínimo de N70,000 a prácticamente nada. ¡La cantidad no es suficiente para comprar una bolsa de arroz, un alimento básico en el país!
Esta es una lección para el movimiento obrero, ya que demuestra lo que nosotros, socialistas y activistas laborales, siempre hemos sostenido: solo una lucha común liderada por el movimiento obrero contra todas las políticas contra los pobres y, entendiendo los límites del capitalismo, con el objetivo de reemplazar todo el sistema capitalista por una alternativa socialista, puede traer un alivio real a los trabajadores. Esto se debe a que ninguna concesión obtenida bajo el sistema capitalista puede durar. Esto es especialmente así con la galopante inflación y la creciente deuda pública que aflige a los países del tercer mundo como Nigeria en medio de la actual crisis del capitalismo mundial.
En esta situación, el enfoque de trabajar dentro del capitalismo adoptado por la dirección del NLC y el TUC ha demostrado ser fallido e incapaz de garantizar la defensa firme incluso de los intereses económicos y sociales, y mucho menos políticos, de los trabajadores nigerianos. Lamentablemente, en lugar de llegar a esta conclusión y cambiar de rumbo, la dirección del NLC y el TUC han persistido en el mismo enfoque, incluso frente a la intimidación y el acoso por parte de la policía y el DSS al presidente del NLC, Joe Ajaero y otros líderes de los trabajadores. Ni siquiera el hecho de que un líder del sindicato de trabajadores de la electricidad (NUEE), Opaoluwa, haya estado detenido durante casi dos meses en la prisión de Kuje junto con los manifestantes de #EndBadGovernance ha impulsado a los sindicatos a actuar. Más bien, la dirección sindical está desesperada por desvincularse ellos mismos y a los sindicatos de la protesta de agosto.
Es por eso que ahora les toca a los trabajadores de base obligar a sus sindicatos a actuar. Los trabajadores deben aprobar resoluciones en los lugares de trabajo y dentro de sus sindicatos afiliados insistiendo en que, en lugar de quedarse al margen, el NLC y el TUC deben unirse a la resistencia de masas contra las políticas antipobres del régimen declarando una huelga general de 48 horas y una protesta masiva como los pasos inmediatos y parte de una serie de acciones que debe emprender el movimiento obrero para fortalecer la lucha de masas. Sin embargo, con o sin el apoyo de la central sindical, los trabajadores de base, incluidos los sindicatos afiliados, deben estar preparados para prestar apoyo a la lucha de masas en desarrollo, sumándose a todas las protestas y organizándose para apoyar a los activistas tanto material como políticamente. Esta es la única manera de empezar a romper el control de la burocracia sindical procapitalista, un requisito previo vital para la reconstrucción del movimiento obrero sobre la base de un programa de lucha.
Para acabar con el mal gobierno, hay que luchar por una alternativa socialista
Si no cedemos y seguimos luchando, existe la posibilidad de que el régimen se vea obligado a conceder algunas concesiones. Incluso bajo las brutales dictaduras militares de Ibrahim Babangida, Sanni Abacha y Abdusalam Abubakar de mediados de los años 90, la lucha de masas obligó a hacer concesiones, así que ¿por qué no ahora? Como hemos señalado, la represión generalizada llevada a cabo por el régimen no debe interpretarse como un signo de fortaleza, sino que muestra la debilidad del régimen que fue “elegido” con un voto minoritario el año pasado. Por lo tanto, en algún momento, el régimen, frente a una lucha constante, está destinado a considerar conceder algunas demandas.
Sin embargo, tenemos que ser claros en que el origen de las políticas antipobres del presidente Tinubu va más allá del propio régimen. Más bien, es un producto de la crisis en la que se encuentra el capitalismo en Nigeria y en todo el mundo. Lo que esto significa es que cualquier concesión que se conceda solo traerá alivios mínimos que pueden no durar. Esto no significa que no valga la pena luchar por las demandas en ese caso, pero sí significa que los activistas deben comenzar a tener conversaciones sobre lo que realmente se necesita hacer para generar cambios duraderos que puedan garantizar que la enorme riqueza de Nigeria, que actualmente está atrapada en las manos de unos pocos multimillonarios, se libere para comenzar a satisfacer las necesidades de la gran mayoría.
En este sentido, significa terminar con el mal gobierno, tenemos que luchar para terminar con el capitalismo y entronizar una alternativa socialista que es el único sistema que puede garantizar que la riqueza de Nigeria sea rescatada de las manos del uno por ciento y puesta a disposición para mejorar la vida de todos. Al poner en manos públicas y bajo control democrático de los trabajadores los sectores clave de la economía de Nigeria, como el petróleo y el gas, los bancos, las grandes explotaciones agrícolas y otros sectores importantes, se podría implementar un plan socialista que ofreciera salud pública, educación y vivienda de forma gratuita a todos los ciudadanos, que construyera refinerías públicas que garantizaran productos de combustible más baratos y que estableciera una agricultura genuina y real orientada a la producción sostenible de alimentos y no al lucro, para asegurar un país armoniosamente próspero, libre de pobreza, necesidad y miseria como el que tenemos hoy.
Si un régimen popular democrático de este tipo llegara al poder en Nigeria hoy, serviría como un ejemplo audaz para las masas y los jóvenes que han sufrido durante mucho tiempo en toda África y el mundo, que han visto derrotados tanto a los movimientos de masas contra la pobreza como a los gobiernos. Un ejemplo así prepararía el terreno para una revolución mundial que derrocara al capitalismo injusto y toda su desigualdad rampante, enfermedades, catástrofe climática y guerras, y lo reemplazara por una alternativa socialista que sólo pueda garantizar la supervivencia de los pueblos y del planeta.
Para lograrlo, el poder político no sólo es necesario, sino un requisito previo absoluto. Por lo tanto, parte del programa del movimiento de masas en desarrollo debe ser la construcción de un nuevo partido de masas de trabajadores y jóvenes radicales con un programa socialista que pueda actuar como vehículo para tomar el poder político del uno por ciento y comenzar a gobernar Nigeria en interés de las masas del pueblo y no de la codicia de unos pocos.
EL DSM SE SOLIDARIZA CON EL MOVIMIENTO DE MASAS EN APOYO DE LAS SIGUIENTES DEMANDAS CARDINALES:
(1) Decir no a las políticas neoliberales del FMI. Revertir el aumento del precio del combustible y de las tarifas eléctricas a los niveles anteriores al 29 de mayo de 2023. Hacer que las refinerías estatales funcionen para garantizar productos de combustible asequibles.
(2) Reducir los precios de los alimentos y acabar con el hambre. Apoyar a los agricultores para garantizar una producción alimentaria sostenible.
(3) Poner fin a la inseguridad, el bandidaje, el terrorismo y los delitos violentos. Enjuiciar a los culpables y a sus patrocinadores. Por una arquitectura de seguridad sólida y un apoyo adecuado para los soldados en el frente y sus familias.
(4) Liberar incondicionalmente a todos los manifestantes, periodistas, denunciantes y otras víctimas de la represión estatal que apoyan el movimiento #EndSARS y #EndBadGovernance.
(5) Implementar un nuevo salario mínimo nacional de 70.000 naira en todos los niveles. Por un salario mínimo real automático que esté respaldado por la ley.
(6) Reducir el costo de la gobernanza. Poner a todos los funcionarios políticos en el salario mínimo. Eliminar los votos de seguridad y las asignaciones por circunscripción.
(7) Proporcionar educación primaria y secundaria gratuita y obligatoria para todos los niños nigerianos. Reducir las tasas de matrícula de la educación superior. Dar a los estudiantes nigerianos becas y no préstamos.
(8) Procesamiento inmediato y encarcelamiento de todos los políticos, jueces, policías, funcionarios públicos y funcionarios estatales corruptos.
(9) Inversión masiva en obras públicas, infraestructura social e industrialización para crear empleos decentes para todos.
(10) Reforma electoral genuina. Por candidaturas independientes, voto de la diáspora y un organismo electoral verdaderamente independiente.
MÁS ALLÍ DE ESTO, INSTAMOS A LAS MASAS TRABAJADORAS Y A LOS JÓVENES A LUCHAR TAMBIÉN POR LO SIGUIENTE:
(1) Formar y construir un partido político de masas de trabajadores y jóvenes con programas socialistas para poner fin al capitalismo y entronizar el buen gobierno en Nigeria.
(2) Educación y atención sanitaria gratuitas
(3) Por un salario digno ahora
(4) Propiedad pública de los puestos directivos de la economía bajo control y gestión democrática de los trabajadores.
(5) ¡Por una Nigeria democrática y socialista ahora!
