Rómulo Pardo Silva
La élite dominante occidental tuvo el apoyo firme de los grandes propietarios locales del sur. Eso está cambiando.
Sometían intereses por debilidad y temor. Durante los años de la URSS por el peligro que significaba su política de impulsar el socialismo.
La URSS con sus aliados resultaron débiles pero China levantó una propuesta distinta.
El comunismo de Pekín se relaciona con los poderes locales empresariales sin importarle la política interna que lleven.
Facilitó bajo control el enriquecimiento de una cúpula empresarial china interna y abrió su territorio a los magnates occidentales.
China se transformó en un centro industrial, tecnológico, científico, diplomático, capaz de apoyar a capitalistas locales que no lograban crecer como ambicionaban bajo la cúpula centenaria de Occidente.
La meta común es terminar el unilateralismo y desarrollar las economías privadas y públicas desde dos o más centros.
Estados Unidos y sus socios del G7 saben que se amenaza su poder y su acumulación de riqueza que llaman “bienestar”.
Están luchando en Ucrania y tienen otros focos por crear pero hasta hoy parece que su estrategia defensiva no será ganadora.
China recibe a 50 países africanos para lanzar 10 proyectos conjuntos en el continente con un aporte de 50,000 millones de dólares.
Representantes de 76 países asistieron al Foro Económico Oriental en Vladivostok.
A la cumbre de agosto de 2023 de los BRICS asistieron de 60 países junto a los cinco miembros fundadores.
India y Brasil fundadores del BRICS tienen poderes fácticos poderosos.
Turquía y Arabia Saudita piden el ingreso.
Un analista apunta en el importante medio alemán DW sobre la nueva política de asociación: “sorprendente es que democracias como Brasil, India y Sudáfrica cooperan pragmáticamente con las autocracias de China y Rusia por encima de fronteras ideológicas en esta alianza”. Matthias von Hein.
Reconoce los logros del BRICS pero no lo considera como una amenaza antioccidental.
El establishment de Occidente no lo ve así.
El BRICS+ es una alianza de intereses privados más un único gobierno comunista, el de China.