por Celso Calfullan
Es necesario terminar con el mito que muchos repiten diciendo que todos los muertos son buenos, porque eso muchas veces está muy alejado de la realidad.
La muerte de alguien no borra todo el daño que le hizo a miles de ciudadanos en este país y las violaciones permanentes de los derechos humanos contra los ciudadanos que salieron a protestar por sus derechos más básicos.
Como podría ser bueno alguien que bajo su gobierno violo los derechos humanos de miles de ciudadanos de este país, que hizo arrancar los ojo de más de 400 personas, periodo en el que además fueron asesinados decenas de chilenos y que mas encima termino en la más completa impunidad.
Todos los crímenes cometidos no se redimen con la muerte del criminal.