Nuevamente los acontecimientos sucedidos en la región de Valparaíso. Un incendio salvaje, dejando cientos de muertos, Desaparecidos y miles de viviendas en escombros. Develando la inconsistencia y la displicencia de un Estado que ha dejado al libre albedrío y a la auto sobrevivencia al ciudadano quien ha creado sus viviendas, a partir de tomas, de autoconstrucción, de intentos de villorrios en las periferias de las ciudades. Siendo sólo un reflejo del desprecio del Poder y de una liviandad de quienes lo ejercen para dar soluciones reales y de características nobles y dignas para quienes no pueden crear con mayor fuerza que la de sus manos y esfuerzo propio.
Es ahí donde debe estar el Estado. Es el momento que se empiece a corregir lo mal elaborado o dejado al viento. Primero, por inconsistencia técnica. Luego, por sueños populares. Y las últimas 5 décadas, por la inconsistencia e inoperancia de un Estado que rasca donde no pica, maquilla sólo rostros bellos, para poder mostrarlos en las revistas.
Pero el rostro del pobre, del trabajador, que se ve en las periferias de las ciudades, y donde viven hacinados, con pocas normas de estabilidad, seguridad y habitabilidad. Con cero planificaciones, más que la que la propia voluntad, que, a través de su organización, van solicitando servicios básicos, de luz, alcantarillado y pavimentación. Y el Estado en vez de planificar, va creando proyectos, va creando subsidios, va urbanizando los campamentos. Y no puedo creer que, para muchos, sea esta un solución factible y plausible desde el Estado.
¿Dónde ha estado El Estado en estos 50 años desde la desaparición de la CORMU y la CORVI?
En reuniones con inmobiliarias, cediendo terrenos a los partidos políticos de turno, para generar y construir capital. En vez de estar planificando y construyendo ciudad.
Eso espero de mi País, y no creo ser el único.
Un país y un Estado que se ponga al servicio de quienes más lo necesiten. Y con esto se puede crear un círculo virtuoso, donde el Estado planifique, ponga las normas e incentivos correctos. Para quienes poseen el capital y la infraestructura. Se pongan a disposición inmediata del Estado.
Y si el Estado tiene arrojo, que vuelva construir una estructura pública que planifique, diseñe y gestione. No sólo administre pobreza. Sino que proponga, planifique y construya Ciudades Dignas para sus habitantes.
Arquitecto Marco Muñoz Ortiz
Registro Profesional Colegio de Arquitectos. ICA 10820.
