En un día como hoy 15 de agosto de 1965 nace a la luz el Movimiento de Izquierda Revolucionaria
– MIR : FTR- MPR- FER- MCR- MUI.
Declaración de Principios del MIR (1965)
MEMORIA CHILENA
Tras la derrota electoral del Frente de Acción Popular y de Salvador Allende Gossens (1908-1973) en los comicios de 1964, diversos partidos y grupos de la izquierda chilena, y específicamente de la «izquierda revolucionaria», buscaron desarrollar nuevos proyectos y coaliciones, desde los sindicatos, organizaciones poblacionales, campesinas y estudiantiles.
En ese sentido, entre algunas de estas colectividades políticas «se afianzó la decisión de que había que construir otro instrumento que asegurara un camino revolucionario acorde con la realidad nacional, una organización de nuevo tipo que integrara lo mejor de la experiencia de lucha de nuestro país y aprendiera de otras experiencias. Había que superar el fracaso a que llevaban las políticas de los partidos Comunista y Socialista; era el momento de romper definitivamente con el reformismo de izquierda» (Naranjo, Pedro, Ahumada, Mauricio, Garcés, Mario y Pinto, Julio. Miguel Enríquez y el proyecto revolucionario en Chile: discursos y documentos del Movimiento de Izquierda Revolucionario. Santiago: LOM, Centro de Estudios Miguel Enríquez, 2004, p. 41). Se vieron influidos, además, por el proyecto revolucionario en Cuba que triunfó en 1959 y que había comenzado su proyecto socialista de clase contra la burguesía nacional y el imperialismo norteamericano, junto con otros acontecimientos a nivel internacional que consolidaron el influjo del comunismo como sistema posible en Asia, Europa y América.
De tal modo, luego de discusiones tanto en la opinión pública como al interior de estos grupos, las que decantaron en la idea de que era necesario unificar a las tendencias revolucionarias chilenas, los días 14 y 15 de agosto de 1965 se realizó el Congreso de Unidad Revolucionaria en Santiago, del cual emanó luego el Congreso Constituyente para la conformación de un «partido revolucionario». En él participaron jóvenes estudiantes de la Universidad de Concepción que se habían retirado de la Federación Juvenil Socialista (FJS) el año 1964, para fundar la Vanguardia Revolucionaria Marxista (VRM). Luego, ésta se dividió en dos grupos distintos: el primero, que mantuvo el nombre de Vanguardia Revolucionaria Marxista, y el segundo se denominó Vanguardia Revolucionaria Marxista-Rebelde (VRM-R). Esta última facción fue integrada por Miguel Enríquez, Edgardo Enríquez, Luciano Cruz, Sergio Zorrilla, Bautista von Schouwen, Jorge Fuentes, Andrés Pascal, Humberto Sotomayor y Nelson Gutiérrez, entre otros dirigentes políticos (Naranjo, p. 42-43).
Además de la VRM-R, en este Congreso participaron también algunos grupos identificados o declarados abiertamente como anarquistas -sobre todo el grupo «Libertario», encabezado por Ernesto Miranda-, militantes trotskistas del Partido Obrero Revolucionario (POR, 1937-1964) como Luis Vitale, Humberto Valenzuela y Enrique Sepúlveda, trabajadores sindicalistas del Movimiento de Fuerzas Revolucionarias (MFR, fundado a partir del Movimiento 3 de Noviembre -M3N), liderados por Clotario Blest Riffo (1899- 1990), militantes como Hernán Gamboa y Patricio Figueroa del Partido Socialista Revolucionario (PSR) e independientes cercanos a las ideas marxistas o revolucionarias de izquierda. Estos se plantearon responder a la «necesidad histórica de iniciar un reagrupamiento orgánico que se propuso levantar una genuina propuesta revolucionaria al movimiento popular y al pueblo chileno y, que se proponía disputar la conducción del movimiento de masas a la izquierda tradicional» (Naranjo, p. 44).
Fue durante esta importante reunión cuando se fundó el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y que se establecieron su «Declaración de Principios», sus «Principios Programáticos» y la «tesis Político Militar: la conquista del poder por la vía insurreccional». Los puntos fundamentales de la «Declaración de Principios» fueron:
«I. (…) La finalidad del MIR es el derrocamiento del sistema capitalista y su reemplazo por un gobierno de obreros y campesinos, dirigidos por los órganos del poder proletario, cuya tarea será construir el socialismo y extinguir gradualmente el Estado hasta llegar a la sociedad sin clases. La destrucción del capitalismo implica un enfrentamiento revolucionario de las clases antagónicas».
II. (…) El MIR fundamenta su acción revolucionaria en el hecho histórico de la lucha de clases. (…) El MIR reconoce al proletariado como la clase de vanguardia revolucionaria que deberá ganar para su causa a los campesinos, intelectuales, técnicos y clase media empobrecida. El MIR combate intransigentemente a los explotadores, orientado en los principios de la lucha de clase contra clase y rechaza categóricamente toda estrategia tendiente a amortiguar esta lucha.
(…) VII. El MIR rechaza la teoría de la «vía pacífica» porque desarma políticamente al proletariado y por resultar inaplicable, ya que la propia burguesía es la que resistirá, incluso con la dictadura totalitaria y la guerra civil, antes de entregar pacíficamente el poder. Reafirmamos el principio marxista-leninista de que el único camino para derrocar el régimen capitalista es la insurrección popular armada.
Frente a estos hechos hemos asumido la responsabilidad de fundar el MIR para unificar, por encima de todo sectarismo, a los grupos militantes revolucionarios que estén dispuestos a emprender rápida, pero seriamente, la preparación y organización de la Revolución Socialista Chilena.
El MIR se define como una organización marxista-leninista, que se rige por los principios del centralismo democrático.» («Declaración de Principios. Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR». En Naranjo, p. 99-101).