por Patricio Serendero
El Clarín de Chile.
Once años demoró en su aprobación la ley sobre la duración de la jornada laboral para que finalmente los trabajadores puedan trabajar 40 horas y no 45 como en la actualidad (44 en la función pública). Esto constituye la mejor demostración de lo que es mantener la explotación de los trabajadores en el régimen de mercado, donde están los verdaderos intereses que defiende la mayoría de las y los diputados y senadores chilenos. ¿Y cuál fue la actitud del Gobierno actual en todo esto? Una vergüenza a todas luces. La mantención de la sobreexplotación del trabajo por el capital. Esto representa esta nueva ley ya aprobada.
¿Cuántos países en el mundo tienen más de 40 horas semanales de trabajo?. Recomiendo a lectoras(es) de leer las disposiciones legales en la Unión Europea sobre horario de trabajo, vacaciones anuales pagadas de un mes, de descanso de 24 horas en cada semana de 7 días, etc. Tendrán una fuente de comparación con aquello que nos gustaría tener. Tendrán también la medida de la descarada explotación que sufren las y los trabajadores y empleados chilenos. Por ejemplo saber que en Holanda, Dinamarca y Noruega se trabajan menos de 34 horas/semana. Y que Alemania, Francia y Suiza tienen como máximo 35 horas. En 13 países de la UE se trabaja menos de 36 horas/semana.
Como se puede ver en el gráfico (Chile en la columna roja de la izquierda), en Chile se trabaja más que el 80% (aprox.) de los países de la OCDE, países capitalistas con los cuales tanto gustan de compararse algunos cuando quieren mostrar «crecimiento» pero no para mostrar nuestras grandes debilidades. Triste record como se ve. Ninguno de esos países se muere de hambre porque sus trabajadores trabajan menos horas. De hecho muchos de ellos son más ricos que Chile. ESTO DEMUESTRA QUE EL NUMERO DE HORAS DE TRABAJO SEMANAL NO IMPIDE LA RIQUEZA DE LOS PAÍSES NI AUMENTA LA CESANTÍA, como nos quiere hacer creer la Derecha.
Para las y los chilenos jóvenes que no saben lo que pasó hace 50 años atrás, hasta el gobierno de la Unidad Popular este país tuvo una jornada laboral de 40 horas, como casi todo el resto del mundo civilizado. Y ningún empresario se moría de hambre por esto y el desempleo era el normal del promedio chileno en décadas. Claro, en esa altura los trabajadores tenían organizaciones sindicales que efectivamente defendían los derechos laborales de manera seria y combativa. Cuando el individualismo extremo de hoy todavía no se hacía carne en la mente de millones de chilenas y chilenos. Habría sido entonces muy difícil para los empresarios tratar de aumentar las horas de trabajo y con ello la llamada plusvalía, que dicho simplemente representa el dinero que siendo producido por él(la) trabajor(a) ya no va a parar a su bolsillo sino al de su patrón.
Impuestas a sangre y fuego desde el inicio de la Dictadura de Pinochet, con la eliminación del Parlamento, los partidos políticos de izquierda y los sindicatos, las 45 horas quedaron clavadas en la espalda de los que trabajan hasta hoy. Con todo lo que eso implica en la vida familiar. En la falta de tiempo para acompañar a los hijos en su proceso educativo, en la salud mental, en el aumento de las enfermedades profesionales, en la disminución de productividad por el agotamiento en el largo plazo de larguísimas horas de trabajo diarios. En los tiempos de esparcimiento o dedicados a la cultura. De tener en suma una vida digna de vivirse.¿ O solo los ricos tienen ese Derecho?
Este es el producto de la Derecha troglodita que tenemos y que nos gobierna casi ininterrumpidamente desde hace dos siglos. Y de las clases medias representadas en el Parlamento y el Senado durante 40 años que le sirven dócilmente.
Desde 2017 estuvo presentado formalmente el proyecto de ley de las 40 horas. Y desde 2017 los honorables empataron, evitaron, distorsionaron, manipularon, se ausentaron de las votaciones, mintieron con cifras inventadas. Hicieron todo lo posible por dilatar y dilatar aún más la posibilidad de los trabajadores tener una vida más descansada. Esos mismos parlamentarios derechistas aparecen hoy en las noticias diciéndose felices por este logro como si fuera propio. Madre mía!. Hasta el cada día más derechista gobierno actual tuvo la genial idea de dilatar un poco más este proceso, «consultando» a todo el mundo laboral y empresarial a lo largo del país dijeron, durante largo tiempo para saber lo que estos tendrían que decir. Ingenuidad, estupidez o cinismo en esta dilatoria acción gubernamental. O las tres cosas juntas. Porque los trabajadores por un lado y los empresarios por la otra sabían muy bien unos y otros lo que pretendían ganar. Lo obscuro en todo el proceso, es que en las «consultas» y en el proyecto original nunca se discutió y se acordó la «flexibilidad laboral» a la que nos referiremos. Engaño a los trabajadores perpetrado por los honorables parlamentarios y el Gobierno con el cual tuvieron «acuerdo transversal» para usar la palabra de moda y que significa que se acordó lo que la Derecha impuso.
El día 11 de Abril los funcionarios del Gobierno y sus parlamentarios (no todos claro) se han sacado fotos mostrando su alegría inmensa por este supuesto gran logro. La ley ha sido aprobada. Contentísimos que las y los trabajadores tengan que esperar 11 años para finalmente poder trabajar nuevamente «apenas» 40 horas, en circunstancias que todo el mundo desarrollado o ya tiene esto y está en el camino de rebajar el horario de trabajo de los asalariados. Y digo de los asalariados porque aquí nadie habla del horario de los patrones. Eso es otra cosa de la cual nadie osaría discutir un solo instante en el capitalismo y su forma de gobernar, la Democracia. Porque en esta están los que mandan – y consiguientemente hacen lo que quieren con su tiempo – y los mandados, esos que están obligados a hacerlo como les mandan, en un mundo donde se declara al mismo tiempo que la libertad es un valor absoluto.
Una ley que en alguna de sus partes, refiriéndose a la asignación variable de horas en 4 semanas donde se puede acordar que se trabajarán cuatro días durante 10 horas diarias para gozar después de 3 días libres dice: «si las partes acuerdan …» para acordar en estos llamados horarios «flexibles» que se implementarán. Las partes aquí son un trabajador y su empresario empleador. Qué le parece a los lectores, un trabajador discutiendo con el dueño de la empresa «de igual a igual» como dijo uno de la derecha para justificar que no se precisaban sindicatos en las empresas. Que cada trabajador se podía entender «de igual a igual» con el patrón. Sin embargo, la Ministra del Trabajo – Jeannette Jara Román, militante del PC– entrevistada en la TV declara jubilosa y sonriente lo bueno que esto es para los trabajadores. Uno no sabe verdaderamente si reír o llorar.
Lo que aconteció en la realidad para los trabajadores en la discusión de esta ley, es que hubo que agachar una vez más la cabeza, las aspiraciones y sueños de una vida mejor y aceptar la imposición que le llegó de «sus representantes». Las ansiadas 40 horas no irán a ocurrir ahora, sino que irán disminuyendo gota a gota durante 5 larguísimos años para conseguir al final a tenerlas. O sea, 11 años de espera desde que se presentara el proyecto original. Imaginen solo una o un trabajador de 60 años hoy, que esperaba tener un poco de descanso hasta su edad de jubilación actual (y digo actual porque la derecha ya lucha por atrasar a 70 años la edad de jubilación) y que ahora descubre que se va a jubilar sin nunca haber podido trabajar solo 40 horas.
En la discusión de esta ley participaron los dirigentes sindicales de la CUT, la ANEF y otros. La ANEF por ejemplo declaró al final que se alegraba por el apoyo transversal al proyecto y a su desarrollo[i]. La CUT una vez aprobada la ley se felicitó por este «logro». Este es el sindicalismo que tenemos.
Y el 1 de Mayo próximo, veremos al Presidente de la República muy ufano y de banda presidencial terciada anunciando con un orgullo que le rebalsará el cuerpo, este gran triunfo de los trabajadores cuando publique finalmente la ley… que solo entra en vigor el próximo año!
Lamentablemente muchas y muchos trabajadores hasta agradecerán esta infinita generosidad del sistema para con ellos. Se podrá pactar «de igual a igual» con el patrón trabajar 4 días durante 10 horas diarias, para poder tener 3 días libres. Una jornada de 10 horas durante 4 días seguidos!. Muy humano y científico desde el punto de vista de la Fisiología del Trabajo como se ve (cuantos empresarios han oído alguna vez este término?).
Una ley donde ahora ningún trabajador puede organizar su tiempo, tomar un curso, decidir la fecha de una pequeña operación. Nada. No sabe cuando tendrá días libres en las próximas semanas. Su vida y su tiempo dependen de la decisión del patrón. Los ricos chilenos finalmente han conseguido así la «flexibilización laboral» que tantos años han buscado, eufemismo para decir que ahora ellos harán y desacerán el horario de sus trabajadores a su entero gusto. Y vamos a ver quien se opone en la empresa para ponerlo ya en la lista de los futuros despedidos. Porque quien «no sea flexible» para los intereses de la empresa, simplemente no le sirve y lo mandamos a la calle. Y a ese inhumano engendro laboral lo llaman un éxito. Y los autores de esta nueva espina en la espalda de los trabajadores encima se felicitan. Pobre Chile.
Qué diferencia en la actitud de estos mismos parlamentarios en aprobar las leyes represivas contra los trabajadores. En una sola sesión de pocas horas, cinco leyes sobre «Seguridad» fueron aprobadas!. 11 años para llegar a las 40 horas de trabajo, pero una semana ou horas para aprobar un paquete de leyes represivas. Como grafican bien estos dos ejemplos cuales son los intereses que priman en el Parlamento chileno. Y como grafican bien los intereses completamente opuestos entre la clase capitalista y la clase trabajadora.
Que las 40 horas en nada afectarán a las grandes empresas no es un misterio para nadie. En nada. Excepto que Luksic, Angelini, Matte y Cía., ganarían tal vez unos cuantos millones menos. «Es que hay defender la Pymes», ha sido el gran cartel propagandístico de la Derecha para justificar la no aprobación de las 40 horas durante largos años. Como si a la Derecha alguna vez le hubiesen interesado las Pymes! Quebrarían las Pymes por una reducción de 5 horas de trabajo a la semana? No hay ninguna voluntad de mejorar los métodos de trabajo, la calidad y tipo de herramientas, la innovación de nuevos productos, la creación de nuevos nichos de mercado, la administración menos burocrática y más inteligente que rápidamente conseguiría aumentar la producción y productividad, con trabajadores ahora un poco más motivados para su tarea?. La ignorancia, la ganancia fácil sin cambiar nada y el desprecio de clase hacia la vida e intereses de los trabajadores lleva a toda la clase empresarial chilena a no querer de ninguna manera mejorar la vida de estos. Ni su educación, ni su salud, ni sus pensiones. Nada.
Cuanto dinero se gasta en problemas de salud debido al trabajo y concretamente en problemas mentales donde la depresión generalizada es una especie de plaga tal como la obesidad que se observa sobre todo entre las clases explotadas del país? Cuantas horas de licencias médicas, de las que la Derecha se queja constantemente pues en concreto les impide obtener la riqueza que producen los trabajadores? No quieren saber de estos problemas. Entienden perfectamente sus intelectuales porque hay tanto problema de salud y de salud mental específicamente. Claro que lo entienden. Como muy bien entienden que el permiso que le han dado hoy a Carabineros para matar si mayores miramientos es porque saben que el grado de explotación del trabajo ha llegado a límites de lo inaceptable para estos y muy pronto los tendrán nuevamente en la calle exigiendo mejores condiciones de vida y trabajo. Tampoco eso preocupa a nuestros ricos. La represión ahora será legal como se ha visto con las leyes recién aprobadas sobre «Seguridad». Seguridad para la cual no han estado dispuestos a dar ni un peso más en impuestos sobre sus riquezas, lo que habría permitido entre otros que Carabineros, la PDI, Gendarmería y el Poder Judicial tuviesen más recursos para enfrentar la delincuencia. Como se ve, demagogia pura. La Derecha propone hacer cosas para los cuales no está al mismo tiempo dispuesta a darle recursos.
Al Gobierno no le habría costado tampoco mucho implementar las 40 horas en todas las empresas del Estado si así lo hubiese decidido. Como ya lo han hecho unilateralmente algunas comunas tales como Recoleta, Macul y Caldera. Y esto desde que asumió el primer día y sin tener que pedir permiso a los representantes de los ricos en el Parlamento. No se perdería un solo peso del Presupuesto anual con esta medida. Ese hacedor de políticas públicas que es el señor Marcel podría estar descansado. El ratting país no disminuiría. La imagen de alumno obediente para la inversión extranjera no sufriría daño alguno. Solo habría eso sí, el desafío para desburocratizar un aparato estatal que no consigue de demorar y demorar horas sin fin miles de procedimientos simples que se realizan cada día. De hacer más y mejor en menos tiempo. Que lo diga cualquier contribuyente. Cuantas horas pierde Usted cada año en trámites burocráticos del Estado o las Municipalidades? Cuanto papeleo inútil? Cuantos certificados de firmas notariales que nunca jamás fueron vistas por el Notario que así lo atestigua con su firma y timbre como ejemplo mínimo de esto que afirmamos? Cuantas horas de trabajo perdidas representa esto? Que no se conoce este problema por parte de los miles de burócratas que llevan los trabajos diarios del aparato estatal en todos sus niveles? No se han tipificado estos problemas hace ya mucho tiempo?. Cuanta formación falta por hacer en el uso de las tecnologías de información a los funcionarios? Para cuando la introducción de software libre en el aparato del Estado para ahorrar millones de pesos pagados a las multinacionales de la informática? Para eso no hay urgencia en el Parlamento. Así como se trabaja está bien.
Esta ley no ha sido aprobada antes por muchas razones. Pero la principal es porque los trabajadores no tuvieron la capacidad de luchar con éxito por sus propios intereses. Divididos tal como los dejó la Dictadura. Inyectados con el vicio del consumo. Mareados con la meritocracia, algo así como el sueño americano inventado a propósito. Convencidos de que la teoría del chorreo era una verdad científica de las ciencias económicas; de estar seguro de que íbamos camino de ser los jaguares de A. Latina. Que éramos el país más estable y con buen nivel de vida. En fin, con toda esa ideología que se distribuye sabiamente cada día por los medios de comunicación, donde su vulgarización máxima se expresa en los matinales de la TV, los trabajadores y sus hijos han terminado cada fin de semana en el «mall», ese gran centro comercial donde se muestra todo lo que se aspira pero no se puede comprar cuando se miran los precios y el salario real que cada cual tiene.
No. No habrá ninguna razón para estar felices el 1 de Mayo próximo cuando el presidente Boric anuncie la mencionada ley. Debería ser sin embargo un día para las organizaciones sindicales se decidieran a emprender la luchar por sus reivindicaciones más sentidas, que no es otra su principal razón de ser. Pero a luchar de verdad. Convencidos que ninguna ayuda tendrán en ese empeño por parte de los gobiernos de Derecha como siempre fue en la Historia, ni tampoco de los partidos políticos de una autodenominada Izquierda como se demuestra una vez más ahora. Mientras no lo hagan, los ricos continuarán celebrando la gran vida que tienen posibilitada por el trabajo de millones. Y los trabajadores se quedarán con el sueño de 40 horas de trabajo que solo llegarán – si el nuevo(a) Presidente elegido(a) en 2026 así lo permite – en 2028.
Nota:
[i] Declaraciones en Radio Agricultura del día 22/3/2023
Fuente: https://www.elclarin.cl/2023/04/12/las-lejanas-40-horas-como-los-trabajadores-continuan-enganados/