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La presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi de 82 años, anunció el pasado 17 de noviembre que renunciará a su puesto como líder del Partido Demócrata en el Congreso tras dos décadas. En diálogo con Sputnik, el analista Sergio Rodríguez Gelfenstein analiza la figura de la política estadounidense.
La primera y única mujer en liderar a su partido en dos ocasiones anunció ante el pleno de la Cámara que continuará con sus labores legislativas como diputada por el estado de California, pero que «es hora de dar paso a una nueva generación de demócratas».
Pelosi, una de las presidentas de la Cámara de Representantes con mayor influencia en las últimas décadas, sostuvo que no buscará la reelección en el liderazgo demócrata en el próximo caucus o congreso de su partido. «Estoy agradecida de que tantos estén listos y dispuestos a asumir esta increíble responsabilidad», destacó.
En conversación con Sputnik, el consultor y analista internacional venezolano Sergio Rodríguez Gelfenstein, sostiene que la figura controversial de Nancy Pelosi, «como todos los políticos estadounidenses», debe ser analizada desde «una mirada interna y una mirada externa».
Pelosi no buscará reelección como presidenta de la Cámara de Representantes del Congreso de EEUU
17 de noviembre, 19:10 GMT
En el seno de la política estadounidense, algunos caracterizan a Pelosi de liberal e incluso como una política de izquierda, «muy acorde a la conceptualización que en EEUU hacen de la izquierda y la derecha», aclara el analista venezolano.
Sin embargo, como líder del Partido Demócrata y jefa de su partido en la Cámara de Representantes desde el año 2003, «su influencia ha sido real en la elaboración y la aprobación de políticas».
Rodríguez Gelfenstein destaca que Pelosi «ha promovido una serie de políticas que se consideran avanzadas en EEUU, en relación al aborto, al gasto social, fue promotora incansable de las políticas de Obama en materia de salud, entre otras».
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En materia internacional Pelosi fue muy controversial, sostiene el analista venezolano, porque como presidenta de la Cámara de Representantes en 2003 se negó a apoyar la guerra de Irak (2003-2011). «Fue muy crítica de los presidentes republicanos. Sin embargo, en la mirada exterior es, como todos los políticos de EEUU, imperialista».
«Pelosi cree en la necesidad de la hegemonía de los EEUU, en la imposición de la política estadounidense en el mundo y en la necesidad de tener una política agresiva contra cualquier país que se oponga a sus designios», subraya Rodríguez Gelfenstein.
Con respecto a China, ha tenido «un protagonismo muy grande desde la época en que era solamente una representante y no tenía cargo directivo alguno en el Partido Demócrata», y después ha sido constante su labor «en apoyo a las revueltas en Hong Kong en el año 2019 y en el apoyo a Taiwán, sobre todo porque su esposo es un empresario vinculado a la industria de los chips», destacó.
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Según el analista, Pelosi mantiene intereses particulares con respecto al apoyo a la disidencia china y esa «es la razón fundamental por la cual, contraviniendo incluso la decisión del propio presidente [Joe] Biden, hizo ese viaje reciente a Taiwán, generando un gran conflicto motivado en intereses de carácter personal».
En resumen, «es una política muy controversial, porque tiene esos rasgos particulares que tienen los dirigentes del Partido Demócrata de EEUU, que son algo liberales en política interna y muy agresivos, incluso más que los republicanos, en política exterior», concluyó.