Pedro Albizu Campos (Ponce, 29 de junio de 1893 – San Juan, 21 de abril de 1965) fue un político y líder independentista puertorriqueño. Fue la figura más relevante en la lucha por la independencia de Puerto Rico durante el siglo XX. Se le conocía como “El maestro”, “Don Pedro” y “El último libertador de América”.
Nació el 29 de junio de 1893. Su padre, Alejandro Albizu Romero, era un funcionario del gobierno español nacido en Ponce en 1843 y fallecido en 1920, a los 77 años. Alejandro Albizu era a su vez hijo de Antonio Albizu Ordóñez, nacido en Cumaná (Venezuela) en 1808, hijo del navarro José Joaquín Albizu Rodríguez de Arellano. Los abuelos paternos de Albizu, venezolanos de origen español, se establecieron en Puerto Rico tras la independencia de Venezuela debido a su apoyo a la causa realista. Su madre, Juana Campos, era una antigua esclava mulata.
Alejandro Albizu no reconoció su paternidad hasta 1910 al haber engendrado a Pedro fuera del matrimonio, por lo cual durante sus primeros años Pedro Albizu era conocido solo por su apellido materno, Campos.
En la Universidad de Vermont Boston estudió ciencias y se especializó en el campo de la ingeniería química, mientras en Harvard estudió derecho. En Boston se solidarizó con las luchas de liberación nacional de Irlanda y de la India. Hizo amigos entre los independentistas de ambas naciones, entre los que se encontraban Subhas Chandra Bose, líder nacionalista indio que acompañaría a Mahatma Gandhi en su gesta libertadora, y Éamon de Valera, político irlandés que posteriormente sería presidente del país tras la independencia. Durante la Primera Guerra Mundial (1914–1918) sirvió en el Ejército de los Estados Unidos por 4 años consecutivos.
En 1921 terminó su carrera universitaria y regresó a Puerto Rico para trabajar como abogado, pero sin aceptar rendir sus servicios a las corporaciones existentes en el país. Consideró que era su deber orientar a los puertorriqueños en cuanto a lo que entendía que era la conveniencia de terminar con su condición colonial.
El valor más permanente en el hombre es el valor. El valor es la suprema virtud del hombre y se cultiva como se cultiva toda virtud y se puede perder como se pierde toda virtud. El valor en el individuo es un supremo bien. De nada vale al hombre estar lleno de sabiduría y de vitalidad física si le falta el valor. De nada vale a un pueblo estar lleno de vitalidad, y de sabiduría si le falta el valor
Pedro Albizu Campos, 1936.
Ingresó en el Partido Nacionalista de Puerto Rico (PNPR) que tenía como objetivo irrenunciable la plena independencia de la isla. Por encargo del mismo, viajó por varios países de América Latina con el propósito de recabar su solidaridad a favor de la independencia de Puerto Rico, y colaboró con la Liga Antiimperialista de las Américas (LADLA). El 11 de mayo de 1930 fue elegido presidente del PNPR.
En 1932 concurrió a las elecciones legislativas, en las que obtuvo poco apoyo, con algo más de 5000 votos. Posteriormente, acordó no concurrir más a elecciones convocadas por la administración estadounidense y a no acatar el servicio militar obligatorio. Tras pasar a la lucha armada, Albizu fue condenado en 1936 por conspirar para derrocar el gobierno de los Estados Unidos en la isla y por varios actos violentos en contra del gobierno. Ese mismo año, Albizu Campos y los principales líderes nacionalistas fueron detenidos y trasladados a una prisión de Atlanta. Entre los arrestados, además de Albizu Campos, se encontraban los poetas Juan Antonio Corretjer y Clemente Soto Vélez.
Albizu Campos siendo arrestado en 1950
En 1947 Albizu regresa a Puerto Rico, tras 11 años preso en EE. UU.. Comenzaban los preparativos para una lucha armada con el objetivo de demostrar que había oposición a los planes para la solución definitiva del estatus con la instauración del Estado Libre Asociado.
El 30 de octubre de 1950 se produjo el Grito de Jayuya, que incluyó un atentado al presidente Harry S. Truman, del cual Albizu fue considerado responsable. Él y otros líderes fueron encarcelados de nuevo, pero esta vez en Puerto Rico. En 1953 el gobernador de la isla, Luis Muñoz Marín, indultó a Albizu. En 1954 ocurrió un atentado a la Cámara de los Representantes de Estados Unidos y se revocó el indulto.
En la cárcel, la salud de Albizu Campos se deterioró. Se comenzó a especular sobre su salud mental y en 1956 sufrió un derrame cerebral en prisión, siendo trasladado al Hospital Presbiteriano de San Juan de Puerto Rico, donde permaneció ingresado bajo una fuerte vigilancia policial. Albizu Campos afirmaba que fue objeto de experimentos con radiación durante su presidio. Algunos funcionarios sugirieron que Albizu estaba loco, aunque muchos médicos lo examinaron y encontraron síntomas de radiación. El doctor Orlando Damuy, presidente de la Asociación de Cáncer de Cuba, viajó a Puerto Rico para examinar a Albizu. Las quemaduras en su cuerpo, según dijo el doctor Damuy, se debían a la intensa radiación a la que había sido expuesto. Albizu Campos no recibió ninguna atención médica durante cinco días.
«En la cárcel o frente a la muerte renovamos nuestros votos de consagración a la causa de la independencia patria.»
Pedro Albizu Campos.
El 15 de noviembre de 1964, Albizu fue indultado de nuevo por Muñoz Marín, lo cual levantó serias críticas en los sectores contrarios a la independencia. Finalmente, Pedro Albizu Campos falleció el 21 de abril de 1965. Fue enterrado en el cementerio Santa María Magdalena de Pazzis. Su entierro fue uno de los más concurridos que se han celebrado en toda la historia de Puerto Rico (75.000 personas).
En 1994, bajo la administración del presidente Bill Clinton, el Departamento de Energía reveló que llevó a cabo experimentos con radiación en seres humanos. Estos experimentos se llevaron a cabo sin el consentimiento de los prisioneros, durante las décadas de 1950 a 1970. Se alega que Pedro Albizu Campos fue una de las víctimas de este experimento. (Wikipedia)