Inicio Política Payaso, loco o delincuente ¿Quién de ellos nos gobierna?

Payaso, loco o delincuente ¿Quién de ellos nos gobierna?

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En Chile, la derecha y sus aliados confunden “prontuario” con curriculum político.  

Arturo Alejandro Muñoz

El origen de la fortuna de don Sebastián es tan oscuro como recorrer un bosque en noche sin luna. Varias ilegalidades e inmoralidades subyacen en él. Lo confirma la orden 531, formulario Nº 22, emanada del Segundo Juzgado del Crimen de Santiago, firmada por el ministro en visita, señor Luis Correa Bulo, el 27 de agosto de 1982, decretando la aprehensión por parte de la Prefectura de Investigaciones de Santiago, del señor Miguel Juan Sebastián Piñera Echeñique, domiciliado en Otoñal Nº 1015, Las Condes, por el delito de Infracción a los artículos 26 y 26 bis de la Ley General de Bancos, y Defraudación al Banco de Talca…todo ello bajo apercibimiento de rebeldía.

Años más tarde, lo anterior se refrendaría con la escabrosa actuación de Tatán en el asunto de las tarjetas o ‘dinero plástico’ (Ricardo Claro Valdés, se lo cobraría caro en un programa en Megavisión, con la grabación escuchada en una radio Kioto).

La estulticia y actuar bufonesco que caracteriza al mandatario chileno… ¿es espontánea o responde a un estudiado y malévolo plan? La pregunta es pertinente, pues al destacar las redes sociales y cierta prensa el ‘payaseo’ del mandatario chileno (Sebastián Piñera), se cubre lo acaecido en el Banco de Talca, la sanción de la Superintendencia de Valores y Seguros; las elevadas multas a LAN en USA (cuando Tatán era gerente de la aerolínea); el «Caso Chispas», el Piñeragate, la colusión de las Farmacias, el escándalo por intervención presidencial en la ANFP para desbancar a Mayne Nichols y dejar a Bielsa entre la espada y la pared; las torpes y mitómanas declaraciones en la ONU; las increíbles y falaces respuestas de Piñera al cantante Roger Waters, sus falsas aseveraciones de haber sido ‘profesor’ en la universidad de Harvard, sus vergonzosas opiniones durante la visita a Chile del entonces presidente Barack Obama, sus inaceptables «metidas de pata en algunos de sus viajes al exterior (v.gr., en Alemania: «Deutschland, Deutschland, über alles…»), su pretensión de ser descendiente de un emperador inca, el caso ‘Dominga’…..

Y el historial continúa, pudiendo resumirse en lo que se señala en las siguientes líneas:

El ‘mejor’ censo de la Historia de Chile (que al país le significó gastar un dineral inútilmente); la ley de royaltie (verdadero robo al pueblo chileno); la ley de pesca (que entregó el mar a siete familias); el fracasado y carísimo puente Cau-Cau; el perdonazo del SII a la empres Johnson por el no pago de impuestos; colusión de las farmacias (en la cual Piñera estaba también comprometido financieramente); el escándalo en el fútbol nacional (ANFP, salida de Mayne-Nichols y apoyo irrestricto al  ascenso de Sergio Jadue, con los resultados ya conocidos por todos); otra escandalera: la de Chilevisión con el director De Aguirre, su protegido, asunto en el que nuestro inefable ex presidente también estaba involucrado; los forward de su empresa BANCARD con los cuales defraudó al fisco tal como quedó graficado en el caso PENTA.

Además, no debe dejarse sin mención que en su gobierno dos ministros (Longueira y Ruiz-Tagle), así como dos diputados de su coalición (De Mussy e Isassi), dos senadores idem (Orpis y Novoa), legislaron en beneficio de las empresas SQM y CORPESCA, las cuales financiaban las campañas de los susodichos.

Tampoco hay que olvidar otros hechos turbios que fueron merecedores de sanciones penales, que afectaron directamente a dos de los mejores amigos y socios de Piñera, como fueron los señores Lavín y Délano, quienes mediante coimas efectuadas a funcionarios de alto nivel en el gobierno de don Sebastián obtenían información privilegiada para beneficiar empresas que les financiaban campañas.  Agréguese a todo lo anterior aquello acontecido  con su administrador electoral, el señor Santiago Valdés y las facturas ‘truchas’.

Por otra parte, Piñera nunca ha creado empresa alguna, aunque le agrada que le digan «mega empresario», porque en estricto apego a la realidad sólo es un hábil especulador financiero sustentado por sólidas redes familiares y políticas. Todo lo que él realiza tiene un apego sólido en la ideología especulativa-comercial que conoce y maneja a la perfección. Lo demostró el día en que se involucró de lleno en el fútbol profesional, avizorando en esas acciones un triple logro: político, económico y mediático.

¿Es un problema de ‘ego’ elevado a la máxima potencia, o hay algo más en este intrincado asunto que para algunos partidarios de don Sebastián obedece sólo a ‘ingeniería publicitaria política’?

Él lo hace, él yerra, él se equivoca… pero no tiene empacho en salir al ataque criticando a otros por hacer lo que él ha hecho, jurando dar el mejor de sus esfuerzos para que esos otros no lo hagan más..

Convengamos que él no es uno de esos derechistas clásicos, de aquellos que pertenecen a un conservadurismo decimonónico. Tampoco es un individuo que se inscriba en la fanaticada del neo fascismo europeo. Quizás, por tradición familiar, siempre haya estado más cercano a la derecha confesional inserta en el partido demócrata cristiano, y no a la derecha dura y pura representada por personeros de apellidos Jarpa, Novoa, Kast, Labbé, etc. Sin embargo, es esa derecha la que más conviene a su interés primordial: los negocios, el dinero. La ama y se acerca a ella; duda y se aleja; titubea… que sí pero que no, aunque, bueno, ya.

En política actúa tal cual lo hace en asuntos de negocios; sin contemplaciones, sin reparar en excesos ni dárselas de perdonavidas. Así es como se prospera en las materias comerciales; así es como actúa y crece un especulador financiero que pretende ser exitoso.

Bien sabemos que en los negocios y asuntos comerciales de alto volumen hay escasas reglas morales (por no decir ninguna) y no existen debilidades de abuelita. Da lo mismo (ni siquiera interesa) que la víctima sea mujer, hombre, viejo o joven, como tampoco preocupa en demasía que esa víctima pueda quedar de brazos cruzados y en la calle si el victimario la desplumó. Basta con que no sea abiertamente ilegal realizarlo. Muchas veces, y esto es tan cierto como lo anterior, el especulador transita la delgada línea que divide lo legal de lo ilegal. Es sabido que esa línea cae dentro del territorio de la inmoralidad.

Pues bien, Piñera es precisamente uno de esos especuladores, y como tal actúa en política, oficio este último que ve como plataforma de negocios más que como acción social. Todo lo reduce a dinero. Y por ello involucra en sus inefables asuntos especulativos a su propia familia…sin pudor, sin dolor, sin arrepentimientos. En su mente estrechada por la ambición económica, tanto los dólares como los euros priman por sobre el resto del universo de las seres y de las cosas.

Queda en suspenso y sin respuesta la duda principal. ¿Sebastián es un payaso egocéntrico y algo desquiciado, un especulador financiero frío y decidido, o un delincuente de alturas? Esa es la cuestión (“transita siempre por el borde fronterizo de la ilegalidad”, apunte de ‘inteligencia’ enviado desde la embajada de EEUU en Santiago, a la CIA, en Virginia…documentos desclasificados publicados por el ’Post’ el 2015). .

Cualquiera sea la respuesta, -estulticia natural o mero teatro, delincuencia disfrazada de acción política, bipolaridad o variación lunática-, da cuenta de la falta de cordura del mandatario chileno. La mitomanía, las contradicciones y las torpezas de todos conocidas (y su enfermiza recurrencia), parecen elementos suficientes para que un país algo más civilizado y democrático que el nuestro, le hubiese retirado del importante cargo que ocupa, o que al menos se plantease la cuestión. Le ocurrió a Bucaram, a Collor de Mello y en alguna medida, a Berlusconi.

Piñera y asociados, en cambio, confían en la cómoda pusilanimidad del pueblo chileno, pues en nuestro país -a diferencia de naciones como Francia, Italia, Grecia, y el propio EEUU-  no hay coraje para desestibar a un gobierno desquiciado. Por muy ‘extraño y poco honrado’ que sea el comportamiento de quien lo encabeza.

En resumen, Piñera, la derecha empresarial y el bloque de la coalición ChileVamos continúan -con evidente riesgo-  apostando sus fichas a un supuestamente inagotable ‘aguante’ del pueblo.

 

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