por Benjamin Mateus
Una de las características más reconocibles de los contagios por COVID-19 es la pérdida del olfato y/o el gusto, alteraciones que a menudo preceden a los síntomas respiratorios que afectan entre el 80 y el 90 por ciento de los infectados. Al principio de la pandemia, los médicos comenzaron a asociar la aparición repentina de estos síntomas sin una causa subyacente como indicaciones de infección con el virus SARS-CoV-2.