En medio de la pandemia y la recesión económica, el gobierno y la casta política empresarial se han mostrado incapaces de ofrecer una respuesta a las necesidades inmediatas de la población; ni menos una solución a las demandas sociales planteadas por la rebelión de octubre del 2019.
Los datos y la dura realidad son claros: más de 1 millón de empleos perdidos, el trabajo informal supera el 25% de la fuerza laboral y 2.3 millones de personas han caído en condiciones de pobreza. Mediante la mal llamada “Ley de protección del empleo” se obligó a miles de trabajadores a ocupar sus ahorros del Fondo de Cesantía, dejándolos indefensos. Y ahora, millones de trabajadores nos hemos visto obligados a ocupar nuestros ahorros previsionales para sobrevivir. El gobierno y los empresarios pretenden que el peso de la crisis caiga sobre los hombros de las y los trabajadores, precarizando aún más nuestra vida.
Un “gobierno” en crisis y una “oposición” sin alternativa
En medio del debate por el retiro de los Fondos de pensiones, el gobierno se ha mostrado como el gran defensor de los intereses del empresariado. Ha intentado frenar el tercer retiro de las AFPs, ante el Tribunal Constitucional, pero ha fracasado completamente. Esto ha abierto una aguda crisis en el gobierno, su coalición y en la casta política empresarial. Las recientes encuestas así lo confirman, mostrando apenas un 7% o 9% de aprobación al gobierno de Piñera.
Por otra parte, la supuesta “oposición” no plantea una alternativa clara de lucha contra este nefasto gobierno, negándose a acusar constitucionalmente a Piñera para destituirlo. Por el contrario, muchos sectores políticos hacen llamados a una gran “unidad contra la derecha” en vista de las próximas elecciones. Pero nosotros no olvidamos que gran parte de esa oposición también ha sido responsable de que la sociedad llegara a esta situación de crisis. Pues como Concertación o Nueva mayoría, aplicaron y legitimaron todas las políticas económicas heredadas de la dictadura; estando involucrados también en numerosos escándalos de corrupción y financiamiento ilegal de la política.
¡Nosotros también queremos la unidad! ¡Pero la unidad de los jóvenes y trabajadores contra este gobierno y toda la casta política empresarial!
Ante esta crisis, los trabajadores debemos entrar a la lucha y dar una respuesta contundente.
¡A organizar la huelga general – Fuera Piñera y su nefasto gobierno!
En este contexto apoyamos el llamado a paralización y huelga, realizado por amplios sectores de trabajadores. Pero no basta solo con llamar a un paro o huelga, hay que preparar esta acción de lucha con anticipación, para que sea realmente exitosa.
Es necesario promover comités de huelga y lucha en los lugares de trabajo y barrios; estableciendo una coordinación a nivel local, regional y eventualmente nacional. Cada comité debiera elegir delegados que los representen y permitan avanzar en la construcción de una plataforma amplia con otras organizaciones vivas de la sociedad.
La unidad y coordinación de nuestras fuerzas son pasos previos necesarios, para golpear al corazón de este gobierno y sistema; para paralizar de verdad la producción económica. Una acción de lucha así preparada, ayudaría a fortalecer la unidad y combatividad de la clase trabajadora, estableciendo quien tiene el poder en esta sociedad. De esta manera, se podría sumar a otros sectores de la sociedad para transformar revolucionariamente este sistema. De no prepararse adecuadamente un paro o huelga, se corre el riesgo que fracase, llevando a la decepción y desmovilización de las organizaciones en lucha.
Toda acción independiente de las bases de trabajadores es fundamental para impulsar nuevas formas de lucha. Esto es clave para sobrepasar la acción de freno que, lamentablemente, cumplen muchos sectores de la burocracia sindical.
¿Qué acciones y demandas planteamos?
- Exigimos la renuncia de Piñera y todo su nefasto gobierno. Planteando como alternativa, un gobierno de los trabajadores y el pueblo.
- Exigimos una protección plena del empleo. Por un salario mínimo de 600 mil pesos mensuales y una Renta básica universal equivalente que cubra las necesidades familiares.
- Exigimos el fin de la represión policial y estatal bajo el disfraz de una lucha contra el Covid-19. ¡Exigimos la liberación de todos los presos políticos de la revuelta y los presos políticos Mapuche!
- Por el fin del sistema de AFP y la necesidad de un Sistema solidario de reparto que entregue pensiones dignas.
- Por una genuina Asamblea Constituyente desde abajo, donde las organizaciones sociales y sindicales democráticamente decidan los cambios revolucionarios que la población demanda.
Como trabajadores debemos entender que toda conquista arrancada hoy bajo el capitalismo, inevitablemente se perderá mañana por otra crisis, un alza de la inflación o recortes sociales. Por eso la única forma de consolidar nuestros derechos en el tiempo, es vincular las luchas concretas de cada día con la necesaria transformación revolucionaria y socialista de este podrido sistema.
Socialismo Revolucionario
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