Inicio Análisis y Perspectivas El voto ciudadano oscila dentro del sistema patronal

El voto ciudadano oscila dentro del sistema patronal

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En Bolivia y Ecuador las últimas elecciones favorecieron a los opositores a los partidos que habían tenido el apoyo popular en las anteriores.

Un conservador banquero fue elegido presidente de los ecuatorianos derrotando al correísmo progresista ganador el año 2017.

El líder de indígenas que disputó al banquero el paso a segunda vuelta deseó éxito al gobierno de derecha y criticó con dureza a los izquierdistas.   

En Bolivia luego de una amplio triunfo del MAS en la presidencial 2020 seis meses después el gobierno perdió las de cuatro gobernaciones.

El reformismo derrotado en las últimas elecciones presidenciales de Chile y Brasil espera que se repita el giro ciudadano ahora a  su favor.   

En contraste con la oscilación en los cargos de gobierno lo permanente es el poder de los empresarios sobre la economía, la distribución del ingreso, los medios de comunicación, el personal militar.

La democracia de los grandes propietarios tiene esta característica de ciudadanos cambiantes que no los afecta.

El progresismo la acepta y defiende.

El exvicepresidente boliviano Álvaro García Linera*:

Lo que sucedió en noviembre de 2019 fue la derrota militar de un proyecto popular nacional. Las fuerzas conservadoras se movilizaron para ocupar ciudades y territorios. El gobierno del MAS enfrentó ese intento de manera no coercitiva; intentó impulsar una acción colectiva que sirviera de rompeolas contra las manifestaciones de la derecha. Nuestra esperanza era que se quedaran sin fuerza.

Nuestra respuesta fue política, y si los hechos que condujeron al golpe se hubieran mantenido a nivel político, hubiéramos salido victoriosos. Lo que no habíamos tenido en cuenta, y este fue nuestro gran error político, fue que las fuerzas políticas ultraconservadoras encontrarían apoyo entre los militares. Esa fue la verdadera novedad de 2019.

Pero antes de que las fuerzas conservadoras pudieran debilitarse, se pusieron en contacto con los militares y la policía. Y eso no figuraba en nuestros cálculos: que sobornarían a las fuerzas armadas.

La cuestión de la policía y el ejército es más complicada. Nunca se puede evitar que un rico empresario los soborne con millones de dólares. Los militares están ahí para quedarse y su poder está garantizado por el estado. Tiene su propia dinámica, pero debe haber políticas para contener eso, políticas que respeten el estatus institucional de las fuerzas armadas y al mismo tiempo creen un espíritu de cuerpo que sea menos susceptible al soborno y, por lo tanto, más solidario con los intereses del pueblo. En una palabra, hay que modificar la composición de clases de las fuerzas armadas.

Hoy, la derecha no ha cambiado en realidad, pero ha aceptado que se enfrenta a un enemigo diferente: la Marea Rosa.

También hay otro asunto a considerar. En mi opinión, estamos viviendo una especie de tiempo suspendido en este momento. Cuando carecemos de cualquier tipo de horizonte, como lo hacemos ahora, no hay una línea de tiempo, ni una flecha que apunte hacia algún punto final. ¿Por qué carecemos de esta orientación? Porque hoy todos se sienten inseguros sobre prácticamente todo: si tendrán un trabajo mañana, si habrá otra pandemia, etc.

El escenario que estoy describiendo es uno en el que la política se vuelve tácticamente intensa y estratégicamente suspendida. Tácticamente, lo que debería haber tomado diez años en Bolivia se llevó a cabo en uno. Un ciclo conservador que debería haberse desarrollado durante catorce años en Argentina terminó en cuatro [la presidencia de un mandato de Mauricio Macri]. Lo mismo ocurre con el ciclo progresivo actual: no sabemos si durará más de los próximos cuatro años. Lo mismo se puede decir de Bolivia: ¿quién sabe si durará dos, cuatro o seis años?

Bolivia nos ha enseñado esto: puede haber golpes de Estado y retrocesos temporales, pero al final ganarás, siempre y cuando el gobierno popular indígena sea el proyecto de los sectores subalternos. Si lo ha logrado, tiene mucho combustible histórico con el que trabajar. Si siempre tienes en cuenta que es su proyecto, su organización y su capacidad para tomar decisiones sobre su propio futuro, tus enemigos pueden lanzar todos los obstáculos que quieran, pero tú podrás rebotar.

Referencia

Por una civilización sostenible solidaria

Mientras no haya partidos y movimientos civilizatorios todos ellos como sus masas son conservadores

Contacto  romulo.pardo@gmail.com 

Fuente: Mal publicados blogspot.com

 

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