Imagen: La sociología en el suelo
RADIO DEL MAR
JdC Ripper.-
La sociología chilena es de tonillo estructuralista –amantes de la escuela de la CEPAL, encuevados en la FLACSO, mariposeando con una vaga, realmente vaga idea de Gramsci sobre los bloques históricos. El pensamiento sociológico chileno vive una profunda crisis y retraso. La mayoría de la institucionalidad de estudios sociales –decanos, profesores universitarios y diletantes varios- sigue pensando la sociedad en términos histórico-románticos, sustentados en ideologías sistemáticas.
En cambio el mundo siguió rodando. Desde los años 80 del siglo pasado, las teorías de las generaciones popularizaron la rítmica de las generaciones, la idea de que las personas de un determinado grupo de edad tienden a compartir un conjunto distinto de creencias, actitudes, valores y comportamientos porque todos crecen y alcanzan la mayoría de edad durante un período particular de la historia.
Las tesis de la contemporaneidad generacional fue una tesis audaz e imaginativa. Estaban basadas en la obra de diversos escritores y pensadores sociales, desde el griego Polibio, el andalusí Ibn Jaldún, a los teóricos sociales como José Ortega y Gasset, Karl Mannheim, John Stuart Mill, Émile Littré, Auguste Comte, y François Mentré.
La teoría generacional, la contemporaneidad y la existencia de influencias similares, alimenta una industria mundial. Las universidades y las corporaciones pagan mucho dinero a los expertos para que ayuden a comprender a las nuevas generaciones. Como en cualquier negocio, hay variedad y competencia.
El de las generaciones es un problema importante que hay que tomar en serio. Es una de las guías indispensables para el conocimiento de la estructura de los movimientos sociales y espirituales. Su significado práctico se ve inmediatamente cuando se intenta comprender con exactitud la acelerada transformación de los fenómenos del presente inmediato.
Desde la década del 90 del siglo pasado, los sociológos comenzaron a recibir preguntas sobre cómo su investigación generacional podría aplicarse a problemas estratégicos en las organizaciones. Combinaron la historia con la profecía. Brindaron información histórica sobre las generaciones pasadas y vivientes e hicieron varias predicciones.
Sin embargo, muchos de los plomeros sociólogos chilenos lo consideran «incorrecto», «poco empírico» y «tremendamente equivocado».
Sobre todo, a varios sociólogos chilenos les molesta que se hable de luchas generacionales.
Están muy, muy rezagados. Es, en el fondo, la fuerte preeminencia de los boomers, la generación de salida.