SPUTNIK
La moneda china perdió un 1,6% de su valor y alcanzó su cotización más baja desde 2008. La devaluación impactó fuertemente en los mercados bursátiles y las principales monedas latinoamericanas también sufrieron pérdidas.00:00 / 11:35
Nadie salió ileso de la devaluación que sufrió el yuan este lunes 5 de agosto, la mayor desde la crisis financiera mundial de 2008. Desde los principales índices bursátiles hasta las monedas de los países emergentes, todos sintieron el peso de la pérdida de valor de la moneda china.
Desde EEUU, principal cliente y actual rival de la nación asiática en materia de hegemonía económica, se criticó el movimiento del Banco Central chino. El presidente Donald Trump twitteó al respecto y calificó el hecho de ‘manipulación de divisas’ e instó a la Reserva Federal a tener este movimiento en consideración, luego de que la institución —que hace las veces de Banco Central— bajara la semana pasada las tasas de interés.
«Esperábamos que hubiese una devaluación pero también es verdad que el debilitamiento de la economía china es más severo que lo que muchos pensamos», analizó en diálogo con Sputnik Daniel Lacalle, economista jefe de Tressis, y autor de números libros de economía y finanzas.
Si bien la moneda pasó de valer 6,9 dólares a poco más de 7, su pérdida de fortaleza tiene un componente «psicológico» importante que demuestra problemas serios en sus reservas.
«China tiene una enorme cantidad de reservas en moneda extranjera, pero siempre se ha dicho, y creo que esta es la confirmación, que hay una amplísima mayoría de esas reservas que no son utilizables», apuntó el analista español.
Sin embargo, no todas son malas noticias. Para Lacalle no se puede hablar de la situación que atraviesa el país como una debilidad, sino como una ralentización esperable. A esto se suma su competitividad exportadora, que aumenta gracias a que sus productos se abaratan respecto al resto del mundo.
«Al devaluar también exporta desinflación al resto del mundo porque va a exportar con precios aparentemente más bajos de sus bienes», explicó el experto.
Si bien se entendió como una causa importante de la caída el nuevo anuncio de aranceles que impondrá EEUU a partir de septiembre, para Lacalle los problemas chinos son mayoritariamente internos.
«China llevó adelante una devaluación en 2016 y otra en 2018. Ese proceso de ralentización de su economía y de cambio de modelo productivo era muy evidente. Entrar en una disputa comercial con EEUU, su mayor cliente, tiene un impacto. Si pudiéramos poner porcentajes, yo creo que el 70% de la ralentización es simplemente que China está cambiando su modelo de crecimiento y no puede crecer a niveles de 6% anual eternamente», agregó.