Rómulo Pardo Silva
El petróleo se agota, tenerlo no solo dará un ingreso enorme, sino, más importante, un poder político militar para inmovilizar competidores y enemigos.
Venezuela tiene las mayores reservas mundiales y Occidente va por su propiedad sumada al dominio de todos los recursos no renovables del planeta. Su ambición es acomodarse sin otros para el tiempo del colapso.
La fuerza directa contra el Socialismo del siglo 21 la pone Washington, políticos y segmentos sociales internos venezolanos la auxiliar de propaganda.
La guerra de múltiples formas va a seguir, es por el petróleo y más. El chavismo tiene el potencial para ser en algún sentido un ejemplo. Bolsonaro teme el regreso de Cristina Fernández al gobierno de Argentina, y es real la posibilidad de un triunfo de Lula o el PT en Brasil. El peso político solidario de Venezuela en el Caribe impidió lograr mayoría en la OEA.
Se mueve mucho dinero para comprar obediencias. Maduro ha dicho que se ofrece a militares para dividir las fuerzas armadas. Los políticos de oposición manejan sumas millonarias a través de Estados Unidos. Algunos gobernantes son posibles receptores. Con fondos de empresarios se maneja la gran prensa unánime como un coro.
Hasta ahora el poder fáctico occidental ha tenido únicamente derrotas. Algunas, el 2002 el golpe contra Chávez duró 48 horas, la operación de entrada de camiones desde Colombia en febrero de este año duró un día y ahora en mayo la convocatoria al derribo del gobierno concentrándose en la calle frente a una base militar no pasó de una mañana.
El choque de los empresarios es con el pueblo en parte armado y con los militares de nuevo cuño ideológico y social desde Chávez.
Paralelamente se inventa luego del último fracaso la fórmula de la presión desde aliados de Venezuela para lograr la rendición llamada transición. El grupo de los 13 solicita la participación de Cuba y Rusia para un acuerdo oposición gobierno. El presidente de Chile gestionaría ese objetivo.
Esos que invitan a conversar son países que reconocen a un diputado como presidente encargado y que odian la dictadura que viola los derechos humanos de Maduro.
El tema Venezuela es mundial, Trump y Putin lo trataron junto a otros problemas en una conversación telefónica.
De acuerdo con un comunicado difundido por el Kremlin, «durante el intercambio de opiniones sobre la situación en torno a Venezuela, el presidente de Rusia enfatizó que solo al pueblo venezolano le corresponde decidir el futuro de su país».
«La injerencia externa en los asuntos internos de Venezuela, los intentos de conseguir por fuerza un cambio de Gobierno en Caracas socavan las perspectivas de una solución política de la crisis», subrayó el mandatario ruso. Sputnik
Para Estados Unidos y sus acompañantes seguidores el fin del chavismo sería un paso hacia la doctrina Monroe mundial. Para Rusia seguir junto a Cuba y Venezuela su derecho a actuar libremente en un mundo multipolar.
Esa confrontación global ya ha empezado también en América Latina por Nicaragua, Bolivia, Ecuador.
Putin tiene la voluntad, un pueblo, y armas incomparables. Cuba heroísmo. .
El Orden planetario de los empresarios es insostenible. No les sirve ni siquiera la conquista.
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